Valladolid

El IES Arca Real celebra un showroom para presentar su tienda de moda juvenil usada

En la presentación ante el público y diversas personalidades del ámbito educativo se mostró la nueva colección de moda otoño-invierno, así como la nueva web del proyecto que ha sido desarrollada desde las aulas. Para los alumnos fue una experiencia única que redefinió los límites de la educación emprendedora. A través de la tienda de ropa de segunda mano, la comunidad educativa del IES Arca Real trata de promover la moda sostenible y tener un impacto social positivo en los alumnos, que a la vez que aprenden sobre el mundo de la moda y los negocios, contribuyen activamente a la sociedad mediante la reutilización de prendas. Por otro lado, el hecho de crear la empresa simulada Decasarre, les sirve para aplicar sus conocimientos teóricos en un entorno práctico, mientras desarrollan habilidades empresariales clave. La gestión financiera, la toma de decisiones y la operación de un negocio se convierten en experiencias tangibles. Este proyecto pionero ha sido merecedor del premio nacional Aprendizaje-Servicio 'Ciudad de Valladolid' organizado por la Fundación Edebé, la Red Española de Aprendizaje-Servicio y Educo, al que se habían presentado más de 400 iniciativas.

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Para poner en marcha la tienda, desde el IES Arca Real se han puesto en contacto con otras entidades y centros educativos para recibir donaciones de ropa juvenil y complementos en buen estado. Esta tienda se ha convertido en un espacio permanente de aprendizaje y solidaridad. «Los chavales se han encargado de tratar las prendas, lavarlas, plancharlas, doblarlas, etiquetarlas, hacer inventarios… como si se tratara de una tienda real», explica Gema Sangrador, especialista en Pedagogía Terapéutica del centro. «Este proyecto ha ilusionado mucho a los alumnos. El nuestro, es un centro con un alto nivel de absentismo y realizar propuestas fuera de lo educativo y curricular, les motiva a la hora de acudir a las aulas», prosigue.

Este proyecto, además, mueve conciencias ambientales y sociales, ya que fomenta la moda sostenible y también sirve para que alumnos menos favorecidos tengan posibilidad de adquirir prendas de ropa a precios simbólicos. «Gracias a esta tienda, los estudiantes pueden comprarse cazadoras o zapatillas de deporte desde 0,5 euros hasta los 3 euros. Los profesores podemos comprar tarjetas regalo para los chavales o hacer donaciones. La moda juvenil es una temática que conecta directamente con los intereses y las motivaciones de los alumnos participantes y contribuye a paliar las necesidades de vestido entre la población más desfavorecida del barrio, combatiendo las desigualdades económicas y fomentando la inclusión social de colectivos vulnerables a través del estímulo y desarrollo de sus destrezas de autonomía, su espíritu emprendedor y sus habilidades sociales principalmente», añade Sangrador, una firme convencida de que los alumnos aprenden a ser competentes siendo útiles a los demás.

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Los propios alumnos ejercen de dependientes en esta tienda escolar, con sus respectivos horarios y obligaciones y todo lo que recauden, se destinará a sufragar los gastos de su puesta en marcha y a adquirir los recursos materiales necesarios, como papel reciclado, etiquetas adhesivas, perchas, percheros, etc. «La asunción por parte de los alumnos de determinados roles y cometidos, ha contribuido a disminuir significativamente el nivel de absentismo y ha aumentado su interés y e implicación en las actividades propuestas. Además hemos aplicado los conocimientos adquiridos en otras áreas. Es un proyecto totalmente transversal», concluye.