Terraza en la Plaza Mayor de Valladolid. Carlos Espeso

Valladolid

La hostelería acapara la mitad de los locales de la Plaza Mayor

Los empresarios locales comparten espacio con las franquicias y el comercio tradicional se hace visible entre terrazas de bares y restaurantes

Luis Amo

Valladolid

Sábado, 3 de junio 2023, 19:31

Los negocios vinculados con la hostelería y gastronomía empiezan a arrinconar a los dedicados al comercio en sus distintas variantes y sectores en la Plaza Mayor. La antigua plaza del mercado de la capital dedicada casi en exclusiva a la transacción y venta de consumibles ... y de primera necesidad desde sus orígenes afronta una nueva época de esplendor con los negocios de restauración: la mitad de los locales abiertos en la actualidad corresponde con bares, cafeterías, heladerías o restaurantes. Un negociado en alza, muchos de ellos franquiciados, que también inundan a la Plaza Mayor de actividad a cualquier hora del día y en jornadas lectivas y festivas, dado que en la actualidad los cuatro lados de este amplio espacio ya están apropiados por los servicios de terraza de los establecimientos contiguos.

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El kilómetro cero de la ciudad está acaparando en los últimos tiempos, especialmente después de la pandemia, a partir de mediados de 2020, la atención de empresarios de hostelería para abrir aquí nuevos negocios propios o franquiciados en detrimento de otras ofertas comerciales. El siguiente en llegar será en los próximos meses y en el local ocupado hasta hace pocas fechas por la emblemática Óptica Iris. Se trata de un gastrobar que está pendiente de licencia municipal y que servirá de conexión hostelera entre la propia Plaza Mayor con la concurrida zona de la plaza de Martí y Monsó a través de Calixto Fernández de la Torre. Pendiente está también conocer el uso del local de la actual Joyería Ambrosio Pérez que acaba de anunciar su cierre o incluso el destino de los tres locales vacíos, desde hace varios años, en el tramo comprendido entre las calles de Calixto Fernández de la Torre y Viana.

La Plaza Mayor da cabida en sus soportales, incluidos los que hacen esquina con calles colindantes, a un total de 40 locales de entre los que la mitad están dedicados a la hostelería en diferentes variantes convirtiéndose en los últimos años en polo de atracción para este sector porque significa un cruce de caminos entre la también floreciente zona de tapeo y restauración del entorno del Mercado del Val y la de María de Molina-Doctrinos hasta la Acera de Recoletos. Una confluencia gastronómica complementada, «aunque lamentablemente en declive», como coinciden varios comerciantes de la zona, por distintas tiendas de sectores tan diversos como la moda, joyerías, ópticas, decoración, moda, libros e incluso dos negocios de antaño aún modernizados a la demanda actual: Juguetería Mentaberry y Ferretería Villanueva.

Precisamente, la conocida como Acera de San Francisco, la que se prolonga desde Ferrari y hasta Santiago, es el tramo asoportolado que alberga un mayor número de estas tiendas por lo que, ante el destacable incremento del número de mesas tras la pandemia, el propietario de la clásica juguetería, Juan José Viloria, pone voz a la reivindicación de que se respeten los accesos para personas a las tiendas, es decir, a los posibles clientes, en diferentes puntos entre las terrazas. «La proliferación de negocios de hostelería es una tendencia, que es un polo de atracción para todos», explica este dueño de tercera generación de su negocio, «pero debemos respetar los pasos porque, al igual que la hostelería, nosotros también vivimos del turismo y necesitamos que se nos vea desde fuera». Una reivindicación relacionada con el comercio tradicional, por cierto, que va ligada a una petición al nuevo Ayuntamiento «para incentivarlo e intentar que los tiempos no aboquen a la desaparición de las tiendas más nuestras».

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El aval de la Plaza Mayor

El denominador común a abrir todos los días la persiana tanto de tiendas como de hostelería es el de estar avalados por la propia Plaza Mayor, es decir, por un emplazamiento urbano único desde sus orígenes, desde el siglo XIV, con múltiple actividad cultural, patrimonial y de ocio como puede ser desde la actual Feria del Libro, inaugurado el pasado viernes, el recién terminado festival de Teatro de Artes de Calle (TAC) o la inminente celebración del Barceló Valladolid Master 2023 World Padel Tour junto con citas tan emblemáticas como las procesiones de Semana Santa, los conciertos de las fiestas de San Pedro Regalado y de la Virgen de San Lorenzo o las propias celebraciones navideñas, entre otras muchas actividades.

Y aunque los vallisoletanos a lo largo de los siglos han sentido la Plaza Mayor como el epicentro del discurrir cotidiano, en la actualidad se mira con cierto recelo cómo éste enclave está perdiendo su identidad comercial más vallisoletana para convertirse en un espejo de otras tantas plazas de cualquier otra ciudad ante la proliferación de franquicias como, por ejemplo, hamburgueserías, cafeterías o heladerías. Unos negocios, por cierto, que en la mayoría de los casos vienen asociados con la colocación de terrazas en el exterior, en algunos casos con bastante más capacidad que la del propio local en cuestión, y que ahora mismo prácticamente perimetran toda la plaza, en el espacio de fachada de sus locales y más allá, lo que cada uno tiene permitido por la normativa municipal.

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El tramo que más destaca en este sentido es el comprendido entre la plaza del Corrillo y Ferrari, en especial la zona donde se despliegan todos los días las terrazas de Café Ideal Nacional, Lion D'or y La Banque. Estos tres negocios son de los más carácterísticos de la Plaza Mayor y sus propietarios reconocen que trabajan muy bien: «Tenemos muchos gastos por estar en un emplazamiento como éste, pero lo cierto es que tras la pandemia trabajamos muy bien», explica Jonathan Villarpriego, dueño de La Banque, quien además remarca que su padre abrió el bar en 1992 pero que la terraza nunca había funcionado tan bien hasta después de la pandemia.

El local de la óptica Iris acogerá un gastrobar. C. Espeso

«Da igual que haga frío o calor, invierno o verano, ahora la gente demanda mucho estar en la terraza», comenta Jonathan al reconocer que antes, en Valladolid, esta situación «era impensable». Así, vinculado a esta demanda y con un sector pujante, «también porque los clientes buscar sentarse en una zona emblemática de la ciudad como es ésta», ahora se ven con el hándicap de no encontrar profesionales para atender los negocios de hostelería. «Parece mentira», revela este hostelero, «que en estos tiempos buenos para el sector en general, no se encuentre personal de cocina o camareros, profesionales serios y responsables». Es más, esta situación, que incluso considera ya «insostenible», le ha abocado a reorganizar su negocio hasta el punto de que, para cuadrar horarios, turnos y vacaciones de sus 11 trabajadores, desde la próxima semana, cerrará todos los martes. «Es una decisión dolorosa porque nos gustaría estar siempre abiertos, pero nos resulta imposible», subraya Villarpriego que incluso, haciendo memoria, reconoce que nunca habían tenido que plantear un cierre por organización del personal del bar excepto cuando se celebraron huelgas generales.

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El más que centenario Café del Norte es otro de los emblemáticos de la plaza que funcionan muy bien y que ahora comparten espacio de terraza en su tramo, por ejemplo, con la franquicia de Manolo Blake o con una compañía local, Olibher, un hostelero vallisoletano.

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