El quiosco rehabilitado de la plaza de Caño Argales. Rodrigo Jiménez

Valladolid

El histórico quiosco de Caño Argales continúa en el «limbo» diez meses después de su rehabilitación

Los vecinos esperan una respuesta del Ayuntamiento sobre el futuro del templete hexagonal que un día estuvo en la Plaza Mayor

Carolina Amo

Valladolid

Jueves, 7 de marzo 2024, 00:03

Ha pasado casi un año desde la rehabilitación y vuelta a su emplazamiento del quiosco centenario de Caño Argales, que vio a completar la reurbanización de la plaza. Eso ocurrió el 25 de abril de 2023. Diez meses desde que los vecinos recuperaron un espacio ... totalmente renovado con un parque infantil, mobiliario y nuevo firme para decir adiós a los resbalones del colocado en 1985... Incluso se restauró la fuente emblemática que surtía agua a la ciudad en el siglo XVI. Pero también han sido diez meses en los que las persianas del templete hexagonal no se han levantado aún para albergar una nueva vida.

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Y no es por falta de ganas ni intentos, pues los vecinos del barrio han alzado la voz en numerosas ocasiones para que el histórico quiosco de hojalata, que en su día fue utilizado como biblioteca municipal cuando se encontraba en la Plaza Mayor a mediados del siglo XX (de allí fue trasladado a Caño Argales), tuviera una nueva utilidad. «Seguimos con nuestro quiosco cerrado y con la poca esperanza de volver a verlo abierto y con un proyecto de aula de arte para él. Nos da que los recortes planean sobre su techo», exponía la asociación de vecinos del barrio en redes sociales hace apenas unos meses alertando de la situación. Los avisos y peticiones del barrio han obtenido una respuesta reciente, pues el 18 de marzo los vecinos se reunirán con un técnico de Participación Ciudadana para conocer más acerca del futuro que le espera al templete.

Un proyecto que «no ha llegado»

«Vamos a escuchar lo que nos tengan que decir y a conocer en qué punto está el futuro del quiosco», explica Teresa García, presidenta de la asociación de vecinos de Caño Argales, quien recoge ya varias propuestas de nuevo uso para el pequeño espacio, tal y como el barrio tenía acordado comunicar al Consistorio. Sin embargo, la comunicación con la Concejalía de Participación Ciudadana ha sido nula. «Nada de nada desde septiembre. Lo único que tenemos seguro es la reunión de este mes», confirma la presidenta. Y hasta entonces, «seguimos igual, en el limbo». El quiosco «es de propiedad municipal», según reconoce Maite Martínez, concejala de Participación Ciudadana, antes de añadir que hasta que no pase a estar adscrito a su Concejalía «no se podrá hacer nada con él».

El futuro del tenderete histórico es aún «incierto», encontrándose sumido en un «limbo» del que los vecinos esperan que salga pronto. «Estamos a la espera de que la asociación de vecinos de Caño Argales nos envíe las propuestas que quieren llevar a cabo en el quiosco», apunta la concejala, quien explica que el requerimiento de este proyecto por parte de los vecinos se notificó a mediados de enero y del que aún «no hay noticias».

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«No deja de ser un espacio de cuatro metros cuadrados, es muy pequeño»

Mayte Martínez

Concejala de Participación Ciudadana

«No podemos llevar a cabo obras que no pertenecen a nuestra concejalía», recalca en alusión a que el templete es municipal, pero su utilización todavía no depende de su Concejalía. Otra de los puntos que la edil califica como «pendientes» para la estructura de hojalata es el tema de la iluminación. «Al quiosco le haría falta una acometida de luz y seguramente para ello habría que levantar parte del suelo», relata Mayte Martínez, antes de concretar que todavía queda trabajo por hacer en la cabina hexagonal: «Es muy fácil poner un quiosco en una plaza y luego no darle todo lo necesario para poder hacer uso de él».

La reunión de este mes supondrá un punto de inflexión para «valorar y analizar» el plan que los vecinos tienen pensado para el hexágono de hojalata. «Una vez que tengamos acceso a la documentación de las ideas que los vecinos quieren llevar a cabo podremos empezar a hacer algo, hasta entonces nada», anticipa. Y es que comprobar la viabilidad del proyecto es una de las primeras cosas que se estudiarán cuando el quiosco pase a disposición de la concejalía. «No deja de ser un espacio de cuatro metros cuadrados, es muy pequeño», apunta Martínez, que afirma sí estar al tanto de algunas de las propuestas de los vecinos, que ha calificado como «poco factibles», para llevar a cabo en el interior del tenderete.

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Una biblioteca, un puesto de helados e, incluso, una posible sala de exposiciones son las opciones que han llegado a barajar los vecinos de la asociación del barrio para el destino del quiosco. Opciones que, «para el espacio del que estamos hablando, no sé si serán del todo viables», concluye Mayte Martínez. La lista de sugerencias sigue en aumento en las redes sociales de la asociación, que cada vez está más cerca de conocer en qué situación se encuentra el futuro del quiosco de una plaza completamente renovada a la que aún le queda un tema pendiente por resolver.

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