La Audiencia de Valladolid tiene programado para el próximo martes 22 de noviembre el juicio contra Francisco Gabarri Dual, un histórico integrante del clan de los Monchines que ya fue juzgado y condenado por tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal a la pena ... de nueve años y seis meses de prisión en 2008. Gabarri Dual, de 63 años, que cumplió dicha condena en 2012, volverá a sentarse en el banquillo por 'menudeo' y se enfrenta a una pena que solicita el fiscal de seis años de prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y una multa de 90.000 euros, con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago de un día de privación de libertad por cada 100 euros impagados. Se le considera autor de un delito contra la salud pública de sustancias que causan grave daño a la salud y en la petición de condena de la Fiscalía se considera que concurre la circunstancia agravante de reincidencia.
Según el escrito de acusación, al mediodía del pasado 10 de mayo, el procesado fue a la calle Prado de la Magdalena y contactó con un hombre que le dio un billete de 20 euros a cambio de un pequeño envoltorio que contenía 0,36 gramos netos de heroína. Semanas más tarde, el 27 de ese mismo mes por la tarde, Gabarri se dirigió en un vehículo SUV al Paseo del Cauce. Allí, un consumidor se subió al coche y le dio «al menos un billete» y el acusado le entregó otro pequeño paquete con 0,14 gramos netos de heroína. El 20 de junio, cerca de las cuatro de la tarde, se encontró con otro hombre en la calle Democracia, que le dio «varios billetes» a cambio de cinco envoltorios. En ellos había 0,68 gramos netos de heroína y 0,43 gramos netos de cocaína.
Durante el registro de una de las viviendas se encontró una caja de zapatos con 28.850 euros y un envoltorio con 0,2 gramos brutos de heroína; en el otro piso, resina de cannabis oculta en una lata de gominolas
Durante el registro de una vivienda del acusado en la avenida de Palencia, este entregó «de forma voluntaria» 930 euros y dos envoltorios con 0,5 y 0,6 gramos de heroína en bruto. En el dormitorio principal se encontró una caja de zapatos con 28.850 euros y un envoltorio con 0,2 gramos brutos de heroína. En el salón había una libreta con anotaciones manuscritas con nombres y cantidades y en la terraza, dentro de una bolsa de deporte, 14 cajas de Rivotril de sesenta comprimidos cada unoa, que contenían 128,8 gramos de clonazepam y 19 cajas de lormetazepam de veinte comprimidos cada una. En una habitación aneja a la cocina se encontraron, dentro de una lata, 1.600 euros.
En otro registro en una segunda vivienda en la zona del Clínico, Gabarri entregó a los agentes, también voluntariamente, un paquete envuelto en plástico que contenía 146,52 gramos netos de heroína, con una riqueza de 57,18%. En la cocina, en una lata de gominolas, había dos envoltorios en papel de alumino con 158,53 gramos netos de cannabis, además de cinco paquetes de plástico con otras cantidades de heroína, listos para su distribución.También había básculas de precisión, un rollo de alambre de jardinería verde y dos coronas de plástico de color blanco.
En total, los ocho envoltorios de heroína encontrados en las dos viviendas contenían 18,96 gramos netos, con una riqueza del 51,24%. Sostiene la acusación que estas sustancias estaban dedicadas al tráfico a terceros. La droga intervenida alcanzaría en el mercado clandestino un valor superior a los 34.194 euros.
En el segundo juicio, cada uno de los cuatro acusados se enfrentan a penas de cinco años y quince meses de prisión por narcotráfico e integrar un grupo criminal, además de una multa de 120.000 euros más otra de 2.700 euros por robar electricidad
La Audiencia de Valladolid tiene previsto juzgar un día antes, el lunes 21 de noviembre, a cuatro cachorros de las familias del 'supermercado' de la droga de Valladolid, todos menores de 30 años y ninguno de ellos con antecedentes penales hasta la fecha. Se sentarán en el banquillo Cristian y Salvador Perdiz Dual, Mari Carmen Jiménez Gabarre y Sara Ramírez Jiménez acusados de un delito contra la salud pública, de drogas que causan grave daño a la salud, un delito de constitución de grupo criminal y otro de defraudación del fluido eléctrico. La Fiscalía solicita que se les imponga, a cada uno de ellos, penas de cinco años y multa de 120.000 por el delito contra la salud pública, más otros 15 meses por el delito de integración en grupo criminal, además de otra multa de 2.700 euros por defraudación del fluido eléctrico. En todos los casos, si hay impago de las multas e insolvencia, se sustituirá por días de prisión.
Según el escrito de acusación, al menos desde finales de mayo de 2021, las dos parejas de acusados gestionan «de común acuerdo» un punto de venta de marihuana, hachís y cocaína en sus respectivos domicilios del barrio de Delicias. Para abastecerse de 'maría' mantenían una plantación de cannabis sativa en una vivienda abandonada de la plaza Esla, próxima a sus hogares. En el reparto de funciones, Cristian Perdiz Dual, de 25 años, y Mari Carmen Jiménez Gabarre, de 23 años, «son los que marcan las pautas y realizan las ventas de hachís», además de que el primero «es el encargado de la plantación 'in door' de marihuana. A su vez, Salvador Perdiz Dual, de 29 años, y Sara Ramírez Jiménez, de 28 años, según sostiene la Fiscalía, serían los encargados de vender la marihuana y la cocaína. El hombre tendría también funciones de vigilancia.
Tenían en una vivienda abandonada de la plaza Esla 252 plantas de cannabis, que mantenían con un enganche ilegal a la red eléctrica
Tras el registro de los domicilios autorizados por el juez, se les incautó resina y cogollos de cannabis, droga valorada en 44.484 euros. Además, guardaban cerca de 2.000 euros procedentes de la venta y los elementos necesarios para mantener la plantación. En la vivienda abandonada de la plaza Esla crecían 252 plantas de cannabis y para mantenerlas los acusados, sin autorización de I De Redes Eléctricas Inteligentes SAU, la empresa suministradora, «realizaron un enganche directo del cableado de la vivienda a la red antes del contador, de modo que este no pudiera registrar toda la energía consumida». La energía eléctrica utililizada desde mayo a octubre de 2021, indica el fiscal «no ha sido valorada, pero fue superior, en cualquier caso, a 400 euros».
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