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D. M. V. (izquierda) en una terraza de Valladolid. El Norte
El historial del experto en 'simpas': ocho detenciones en un mes y antecedentes por robos y estafa
Valladolid

El historial del experto en 'simpas': ocho detenciones en un mes y antecedentes por robos y estafa

D. M. V., de 34 años, llegó desde Valencia hace cuatro meses y ha dejado sin abonar la cuenta en más de una veintena de bares y restaurantes de la capital

Eva Esteban

Valladolid

Domingo, 5 de junio 2022

Si en algo es especialista D. M. V. a sus 34 años es en darse homenajes y atracones de comida sin pagar ni un solo euro. Llegó este joven procedente de Valencia a Valladolid hace cuatro meses y desde hace aproximadamente uno campa a sus anchas por bares y restaurantes de la ciudad, engullendo menús y platos combinados sin escatimar en su coste (varias facturas superaban los cincuenta euros) y posteriormente negándose a abonar las consumiciones.

Son ya más de veinte los negocios hosteleros de la capital vallisoletana que han sido 'víctimas' de sus artimañas desde hace poco más de un mes, el 26 de abril, cuando se le detuvo por primera vez (dos veces en apenas unas horas, una al mediodía y la segunda por la noche).

Un listado que se engrosa por momentos. Nada ni nadie le frena. No sirven las -al menos- ocho detenciones efectuadas por la Policía (Nacional y Municipal) ni las otras tantas veces que le han identificado precisamente por hacerse 'simpas'. Todo, en un mes.

Es D. M. V. un viejo conocido de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado por el amplio historial delictivo que arrastra. Acumula más de una veintena de antecedentes de diversa naturaleza, la gran mayoría registrados en la provincia valenciana. Fuentes consultadas confirman que tiene en su haber presuntos delitos de daños contra el patrimonio, de robos, de estafa o atentado contra la autoridad.

Su 'modus operandi' parece haber cambiado. Al principio, los primeros hosteleros afectados, allá por el 13 de mayo, coincidían en que D. M. V. no era agresivo. Les comunicaba que no iba a pagar la cuenta y aguardaba, tranquilo, la llegada de la Policía. Sin más sobresaltos. Hasta hace relativamente poco. En la última detención que ha trascendido, el martes de esta semana, insultó y agredió con patadas y codazos a los cuatro agentes de la Policía Municipal que acudieron al café bar Mi Panda, en la calle Chancillería, según el relato del atestado policial.

No les quedará, de momento, más remedio a los hosteleros que asistir, impotentes, a esta práctica y cruzar los dedos para que no haya un efecto llamada entre la clientela ante la falta de efectos legales inmediatos que pongan fin al impago reiterado de consumiciones. Hacer un 'simpa' está contemplado en el Código Penal como delito leve de estafa si no supera los 400 euros y la pena señalada es de multa de 1 a 3 meses, un pago que el juez establecerá de acuerdo a los ingresos del condenado y de los días de multa que contemple la condena. No obstante, cuando una persona acumula más de tres condenas en ejecución por delitos similares se aplica el tipo agravado, que estipula multa de 6 a 12 meses y prisión de 1 a 6 años, según el artículo 250.8 del Código Penal.

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