Salía por los pasillos de la Audiencia de Valladolid tarareando. Casi medio silbando. Había terminado su declaración en calidad de testigo por el caso Perla Negra y volvía a enfrentarse a los periodistas y reporteros gráficos aglutinados en plena calle Angustias para despachar un ' ... buenos días'. Lo que tenía que comentar ya lo había hecho en Sala y en calidad de testigo. Este jueves era el turno de la declaración del expresidente de la Junta de Castilla y León y del PP autonómico, Juan Vicente Herrera, propuesta por la defensa del acusado Rafael Delgado.
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Y durante los minutos que estuvo respondiendo al letrado de Delgado, Herrera insistió en lo que días atrás reiteró su amigo Pablo Trillo Figueroa (de íntima tildó la amistad Trillo durante su testimonio) ante el tribunal de la Sección Segunda. Si Trillo dijo que él mismo informó directamente a Herrera, este volvió a asegurar que se enteró a través de «confidencia» del que era alto cargo de la Junta por aquel entonces. «Me trasladó su inquietud. Principalmente en dos aspectos. Uno era la fórmula de acceso o uso ante el posible alquiler o compra del edificio y luego por los precios que a su juicio eran muy altos», ha declarado el expresidente sobre una reunión de la que no recuerda ni lugar ni contexto. «Fue en septiembre de 2008», ha puntualizado.
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Y a partir de ahí, Herrera, según su testimonio, se informó de lo sucedido para transmitir esa «inquietud» de Trillo al consejero y «amigo» Tomás Villanueva (fallecido como investigado en fase de instrucción) sobre la idea que se barruntaba de unificar servicios en una misma sede. «Me pareció con sentido y coherente», ha añadido el expresidente popular durante 18 años. Asimismo, ha negado que hablara del asunto con la Consejería de Hacienda.
Porque Juan Vicente Herrera, ha insistido, confiaba en el consejo de administración de Gesturcal. «Los errores se producen cuando se prescinde del consejo de Gesturcal», ha continuado para ensalzar la profesionalidad de ellos. «Me dice que el consejo de Gesturcal, por unanimidad, con consejeros cualificadísimos, un consejo bandera, ha decidido que la opción más interesante es la compra del inmueble y que se ha encargado una tasación sobre el precio. Meses más tarde se ha acordado, también por unanimidad, y a la vista de esa tasación, materializar la operación y otorgar los poderes correspondientes para ejecutarla», ha detallado el ahora miembro del Consejo Consultivo de Castilla y León.
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Más breve ha sido sobre las preguntas de la adquisición de los terrenos del polígono de Portillo. Además de insistir en que no fue una decisión política, ha afirmado que la decisión la tomó el consejo de administración.
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