«¿Héroes? ¿Nosotros? No, ni hablar. Héroes son los que salvan vidas, nosotros solo hacemos nuestro trabajo». El jefe del Servicio de Bomberos de la ... Diputación de Valladolid, Juan Carlos Abad (Valladolid, 1961), dice estar «orgulloso del sobresfuerzo» que están haciendo las dotaciones de los cinco parques de la provincia para combatir el coronavirus –principalmente desinfección de vías públicas en los municipios–, aunque recuerda: «Nosotros solo estamos dando apoyo, y haremos lo que haga falta, pero en nuestra labor de bomberos es en la que no podemos fallar». Asegura que la «prioridad es estar siempre operativos», más aún en «tiempos difíciles» como los actuales. «Nos hemos fijado el objetivo de mantener operativos de forma simultánea los cinco parques para que, si hubiera algún positivo en alguno, que toquemos madera que no, cerrarle y tener la tranquilidad de que aún quedan cuatro abiertos», afirma.
Coronavirus en Castilla y León
Cuenta Abad que el mismo lunes después de la activación del estado de alerta, el 16 de marzo, se puso en contacto con Protección Civil y la Subdelegación del Gobierno en Valladolid para prestarles los servicios de su equipo. «Les dijimos que estábamos dispuestos y preparados, que nos dijeran cómo hacerlo y dónde y que nos dieran medios de protección, porque nosotros tenemos pero también les necesitamos para otras intervenciones», asevera. Sin embargo, no fue hasta cinco días después, el viernes 20 de marzo, cuando la presencia de casos positivos en el medio rural vallisoletano les movilizó y les obligó a actuar «a la de ya, sin margen».
En una tarde 'peinaron' una veintena de localidades de entre 2.000 y 20.000 habitantes. Todo, con una media de tiempo de entre veinte minutos y una hora en cada pueblo, dependiendo de la «dificultad» a la hora de localizar los espacios con más tránsito. «Tenemos capacidad para hacer entre quince y veinte actuaciones al día con independencia de las emergencias;podríamos hacer más, pero es mejor ir poco a poco que esto –en referencia a la crisis sanitaria– va a ser muy largo», argumenta.
Labor de los jefes de parque
Una vez concluyan las intervenciones en los 221 pueblos vallisoletanos de menos de 20.000 habitantes –todos excepto la capital, Medina del Campo, Laguna de Duero y Arroyo de la Encomienda–, el jefe del área no descarta más labores de desinfección. «La idea y lo que buscamos es llegar a todos los pueblos para que ningún vecino se sienta desamparado por los Bomberos. Luego ya veremos. Eso sí, en el caso de que surja algún infectado en una localidad determinada se hará una desinfección a fondo», explica.
Exhibe entereza y firmeza, pero Abad, al mando de los bomberos de la provincia desde hace ahora dieciséis años, donde recaló después de estar vinculado al área de Industria de la Junta de Castilla y León, no lo niega. Reconoce que «tampoco lo pretendo». Existe un «nivel de nerviosismo y preocupación bastante alto» entre el personal, formado por 86 funcionarios operativos, por el riesgo a un posible contagio de Covid-19. «Hay miedo y preocupación, pero intentamos que la gente esté separada, que mantengan la seguridad», incide.
Es ahí, comenta Abad, donde juegan un «papel fundamental e imprescindible» los jefes de cada parque. Son los encargados de «tranquilizar a las personas y poner las cosas en su sitio». «Son los que verdaderamente tienen mérito. Animan y mantienen con fuerza a los trabajadores, están las veinticuatro horas pendientes», apunta. Prueba de ello es que uno de ellos está de baja laboral por enfermedad común y, según el jefe del Servicio, «no se despega del teléfono». «No puede estarse quieto. Sabe que son momentos complicados y está todo el rato pendiente, coordinando, viendo a ver si necesitamos algo», continúa.
«Mucha prudencia»
No obstante, extreman precauciones porque saben que a ellos, como al resto de la ciudadanía, les puede «tocar en cualquier momento». Por ello, justifica, en el propio parque los bomberos llevan mascarillas puestas y las diferentes habitaciones se desinfectan y limpian «muy a menudo». «Llevamos mucha prudencia. Procuramos que el gimnasio se use de uno en uno, que nada más terminar en un sitio se limpie, que los dormitorios se ventilen y desinfecten más a menudo...», insiste.
Sabe que «no es fácil». Que tienen que dar el cien por cien para «hacer ver a los vecinos de la provincia que estamos ahí». Pero el jefe de Servicio confía «más que nunca» en su equipo. «La gente está preocupada, sí, pero también es muy dispuesta, lo da todo y más», concluye.
Salidas «mínimas e imprescindibles» durante la alerta: «ni olor a humo ni gatos en los árboles»
Los Bomberos de la Diputación de Valladolid están «en alerta constante», aunque el jefe del Servicio, Juan Carlos Abad, reconoce que desde que se activara el estado de alerta las salidas por incidentes en la provincia han disminuido «bastante». Ahora, las que hacen son «mínimas e imprescindibles». Hasta la fecha, cuenta, tan solo tuvieron que acudir a sofocar el incendio en una vivienda de Medina del Campo y realizar dos intervenciones en Tordesillas.
«Ya no hay llamadas por olor a humo o gas ni para rescatar a gatos atrapados en árboles o tejados. Para nada. Ahora lo que hay es imprescindible que vayamos», afirma el jefe del Servicio.
Esta «escasa actividad», como lo califica Abad, no detiene el trabajo de las dotaciones. Para «estos días duros» se han marcado el objetivo de estar «siempre» operativos, las veinticuatro horas del día. «Queremos tener siempre los cinco parques abiertos, es lo que nos hemos marcado», señala. «Tenemos que atender las llamadas de emergencias, es nuestro trabajo y aunque estemos también con cosas de coronavirus, hay que estar pendientes; sería caótico no atenderlas», concluye Abad.
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