Si Óscar Puente hubiera ganado las elecciones con opciones de gobernar, probablemente se habría garantizado ocho años de Gobierno. Principalmente porque aún no acusaba desgaste suficiente, como ha demostrado el porcentaje de voto, pero también porque para 2027 ya estaría casi listo el nuevo paso ... en Arco de Ladrillo, el de Panaderos, Claret, calle Salud y alguno más, licitados o a punto; habría seguido la inercia de crecimiento de la ciudad con el desarrollo de los terrenos de Farnesio y Ciudad de la Comunicación; y se habrían culminado, porque así lo mandan las normas de las adjudicaciones, los proyectos europeos para rehabilitar Las Catalinas, el teatro Lope de Vega, construir los ascensores de Girón y Rafael Cano… Eran cuatro años de pico y pala y transformación urbana. Suficientes, además, para llevar la integración a un punto capaz de doblegar el debate sobre el soterramiento. Y con un PP que, de nuevo, habría quedado desnortado, como le ocurrió en 2019.
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Susana Escribano
Antonio G. Encinas
Por parecidas razones, Jesús Julio Carnero tiene ahora la posibilidad de beneficiarse de esa transformación –salvo en lo tocante a la integración, obviamente, que quiere paralizar– y llegar a mayo de 2027 como favorito a la reelección. Su rival, el PSOE, tiene que rearmarse de cero, especialmente si Óscar Puente sale en dirección a Madrid. A la caída de un liderazgo fuerte le sigue, habitualmente, una época de turbulencias y dudas. Y muchos proyectos ya en marcha se culminarán bajo su mandato. Solo le falta cumplir con parte de su programa, comenzando por avanzar en el planteamiento del re-soterramiento y terminando por ejecutar alguna de sus promesas: ampliación del puente de Poniente, piscina fluvial, la remodelación del estadio Zorrilla…
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La herencia recibida por Jesús Julio Carnero incluye 45 proyectos que recibirán fondos europeos, algunos de ellos ya ejecutados y otros en ciernes y con fecha para estar terminados, condición inexcusable para recibir el dinero. El equipo de Gobierno actual solicitó 75 millones de euros, que cabe recordar que se debían obtener en concurrencia competitiva con otras ciudades. Ya se han aprobado 41,6 millones. Otros 13,2 están concedidos provisionalmente. Y se han solicitado, aún sin respuesta, otros 15,3. En este último caso, la mayor parte, 9,8 millones, son para un proyecto de mejora de la eficiencia del ciclo urbano del agua. Hay que destacar que en todos estos proyectos el Ayuntamiento se hace cargo del IVA.
Uno de los que tienen fecha de finalización es Valladolid, caminos de biodiversidad. Se consiguieron 3,1 millones que tienen que ejecutarse antes de acabar 2025. Incluye la creación de una reserva biológica urbana en El Tomillo (436.000 euros), la restauración y mejora ecológica del cerro de San Cristóbal (416.000 euros), la creación de un corredor ecológico en la VA-20 (1,2 millones), revegetación de las calles sin arbolado, cubiertas vegetales en edificios… Comenzó a ejecutarse en julio de 2022.
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También debería estar concluido para entonces el proyecto de Las Catalinas en torno al vino, para el que se han concedido 4,95 millones de euros de los 6.140.000 que se solicitaron. Y en breve se debería poner en marcha la rehabilitación del edificio del Ayuntamiento. 2,8 millones de euros para cambiar ventanas, rehabilitar las vidrieras, mejorar la climatización y el aislamiento, mejorar la accesibilidad de un edificio construido en 1908 y darle un uso al patio central, adornado por dos escudos.
En la misma convocatoria que la del Consistorio se aprobaron otros 1,06 millones para la rehabilitación del Círculo Campestre, para el que se prevé una inversión total de 1,7 millones. En este caso se pretende crear una zona de ocio juvenil que puedan aprovechar las asociaciones de scouts.
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No tiene fecha aún de finalización, pero sí presupuesto, el proyecto de rehabilitación del Teatro Lope de Vega. Se han concedido, en dos convocatorias, 4,47 millones de euros de los casi 11 a los que se irá la inversión global. El Ayuntamiento ha comprometido una inversión de casi seis millones de euros. Las obras deberían licitarse este mismo año y el plazo de ejecución es de dos años. También se aprovecharán los fondos europeos para la única nave del Lava que queda por rehabilitar, y que ha obtenido 132.000 euros.
El dinero europeo también ha servido para poner en marcha los ascensores urbanos y en este mes deberían licitarse otros dos cuyos proyectos están listos: el de Girón, junto a la Plaza Porticada, y el de la plaza de Rafael Cano.
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También hay partidas ultimadas para ejecutar en cuestiones de comercio. Por ejemplo, en los mercados municipales. Se van a adjudicar las obras de rehabilitación del mercado de Delicias, está en proyecto el de Rondilla, y la modernización del mercado de la Marquesina. Y además se estaba a punto de firmar la remodelación del entorno de Mantería y Torrecilla. Una adecuación para la que se ha contado, explican fuentes del equipo de Gobierno actual, con la opinión de los comerciantes, que han pedido 'renaturalizar' con jardines verticales y otras actuaciones, por ejemplo, en Mantería, Torrecilla y también en Regalado. Del mismo modo, se iba a modificar la actual iluminación de ambas zonas. Actuaciones que se confía en que el próximo equipo de Gobierno mantendrá, puesto que se han iniciado de acuerdo con las peticiones de los interesados.
Hay otros asuntos que el nuevo equipo de Gobierno va a poder aprovechar. Por ejemplo, la próxima edición de la Seminci no solo está en marcha, como es preceptivo a estas alturas de año, sino que el relevo de Javier Angulo en la dirección ya se ha completado. Y a eso le acompaña la designación de Valladolid como próxima sede de los Premios Goya. Un escaparate para una ciudad que desde hace años trabaja para convertirse en un escenario habitual de series y películas a través de su 'Film Office'. El estreno de la serie basada en las novelas de César Pérez Gellida puede ser, por ejemplo, uno de esos impulsos turísticos añadidos.
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Es una infraestructura obsoleta, parcheada continuamente y quizá peligrosa por su mal estado y por el hecho de que 20.000 vehículos la atraviesan diariamente. El viaducto de Arco de Ladrillo tenía ya fecha de caducidad. Dentro de los planes de integración ferroviaria, era de las siguientes obras que se iban a licitar para poder realizarse a lo largo de estos cuatro años. Óscar Puente contaba con licitar la obra en 2024 y comenzar los trabajos dentro de este mandato que empieza el 17 de junio.
El plan de renegociar el soterramiento debería paralizar esa licitación, pero el equipo de Gobierno de Carnero tendrá que plantearse si lo deja como está, sometido a obras de conservación hasta que se acometa el soterramiento, o si sigue adelante para que funcione como paso seguro, como mínimo, hasta que entre la tuneladora, si es que resultara imposible combinar ambas cosas.
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Otra de las actuaciones que se iban a acometer de modo urgente era la de la calle Salud, que se iba a licitar en la próxima reunión de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad. La integración de las estaciones de tren y autobús era otra de las actuaciones inminentes que deberá reformularse. El mantenimiento de la estación de autobuses es competencia de la Junta de Castilla y León y su deterioro se explica en parte por la promesa de un soterramiento que la iba a convertir en pasado.
Valladolid, designada una de las siete ciudades españolas 'por la neutralidad climática', se juega competir por 1.537 millones europeos.
Las redes sociales del PP de Valladolid, y especialmente de sus dos concejales más activos, José Antonio Martínez Bermejo y Carlos Paramio, han sido un muestrario de quejas sobre «el muro» de Hospital Militar, los toldos verdes de la calle Santa María y otros artilugios relacionados con el programa Urban Green Up. Un plan europeo del que el PP, en su programa de 2019, anticipaba que trataría de captar fondos. Son actuaciones que van a seguir ahí hasta que expire, por lo menos, el quinquenio al que se comprometió el Ayuntamiento de Valladolid cuando pidió los fondos. De lo contrario, habría que devolver ese dinero. La cubierta vegetal del Campillo, las letras de Valladolid frente a la Academia de Caballería, los toldos de Santa María, el corredor verde desde el Estadio, la instalación vegetal del paseo Juan Carlos I que produce energía para poder regar automáticamente el parque Patricia, el filtro vegetal del aparcamiento de Portugalete, los maceteros…
Estas y otras actuaciones relacionadas con la movilidad han permitido a Valladolid figurar entre las siete ciudades españolas –cien de toda Europa– designadas 'ciudades por la neutralidad climática 2030'. Un nombramiento que obliga a cumplir con ciertos requisitos, como medir los niveles de CO2. Porque ese acuerdo incluye una puerta abierta «a una financiación público-privada de hasta 1.537 millones de euros, condicionada a políticas basadas en la agenda 2030 y en el proyecto de descarbonización en los ejes de movilidad sostenible, el ciclo del agua y la economía circular», explican fuentes del Ayuntamiento.
Esto choca frontalmente con la ideología de Vox, partido que formará parte del equipo de Gobierno salvo sorpresa en la negociación entre la formación de Santiago Abascal y el PP. Vox se opone a «los dictados de la Agenda 2030», que contrapone a la «Agenda España». Y Valladolid se juega, en este punto, dejar de formar parte de ese grupo de ciudades que puede optar a más dinero europeo. De hecho, ahora mismo es la mejor valorada de las siete españolas, lo que la sitúa en un buen punto de partida.
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