Ni siquiera sus compañeros de las habitaciones de al lado conocían su nombre. Y eso que la mujer, de 41 años, llevaba dos meses alojada en uno de los cuartos de una modesta pensión situada en la primera planta de un edificio con solera con ... entrada por el portal del número 1 de la calle Montero Calvo. Allí fue encontrado el domingo por la noche el cuerpo sin vida de la inquilina. Llevaba entre «siete y diez días» fallecida sin que nadie se hubiera percatado de su ausencia. Hasta ese día. Los servicios de emergencia recibieron el aviso alertando del mal olor procedente de la habitación de la víctima y al lugar de los hechos se trasladaron inicialmente los agentes del Cuerpo Nacional de Policía para comprobar que en su interior yacía la inquilina.
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El posterior examen forense determinó que había perdido la vida más de una semana antes por causas naturales, según confirmaron fuentes de la investigación. Los agentes tratan ahora de localizar a familiares o allegados que quieran hacerse cargo de sus restos y costear el funeral.
«Era una mujer joven, que durante un tiempo creo que estuvo con un hombre, y la verdad es que hacía poca vida con nosotros y tampoco sabía como se llamaba», reconocieron al día siguiente una pareja de inquilinos de la pensión Vianesa, que así se llama el alojamiento del número 1 de la calle Montero Calvo. Ellos dormían en el cuarto de al lado y aseguran que no notaron nada raro. Eso en una pensión en la que los inquilinos pagan por sus habitaciones y cuentan con baños y una cocina comunes. «La habíamos visto alguna vez, pocas, y tampoco sabíamos nada más de su vida».
Otra inquilina del alojamiento recordó que la mujer, en efecto, «llevaba un par de meses en la pensión» y explicó que en las últimas semanas «estaba sola en la habitación». Ella tampoco conocía su nombre. «La verdad es que no sé ni cómo se llamaba ni qué hacía aquí, ya que en esta pensión estamos muchas personas de paso», relató la mujer, quien reconoció que «hacía muchísimos días que no la veía pasar por la cocina o por los pasillos de la pensión y la verdad es que pensaba que se había ido».
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Los agentes acudieron el domingo por la noche a la habitación de la mujer y descubrieron su cuerpo sin vida. En la calle se congregaron tres patrullas de la Policía Nacional hasta la llegada del equipo forense y del furgón funerario, que trasladó sus restos al Instituto de Medicina Legal, donde el examen de sus restos confirmó que la mujer, ya identificada y de 41 años, murió por causas naturales. Sus restos reposan ahora en las frías cámaras del Anatómico a la espera de que los agentes localicen a algún allegado y de que quieran hacerse cargo ahora del funeral.
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