«Lo he hecho muy mal, le tenía que haber matado», confiesa el autor del apuñalamiento de la calle Huelgas

Sentado en un banco de la plaza de la India, con la ropa y la mascarilla llenas de manchas visibles de sangre y casi esperando la llegada de los agentes. Maximiliano, de 71 años, el sospechoso de acuchillar a su compañero de piso en la calle Huelgas, reconoció al ver llegar a los policías nacionales que había asestado dos cuchilladas a José, de 56, por meros problemas de convivencia y, al parecer, sin que mediara siquiera discusión previa. Pero no solo eso, el detenido llegó a declarar abiertamente: «Yo lo he hecho muy mal, le tenía que haber matado» e insistió, ante los agentes y de forma espontánea: «Esta vez no, pero la próxima lo conseguiré». El jubilado ha pasado este martes a disposición judicial y el titular del juzgado de guardia ha decretado su ingreso en prisión.

Será investigado, en cualquier caso, por un delito de intento de homicidio. Todo ello pendiente de la evolución de la víctima, José, de 56 años, que recibió dos cuchilladas por el costado izquierdo, a la altura del tórax, y que permanece ingresado con pronóstico grave en el Clínico, según han informado fuentes de la Policía Nacional.

Los hechos ocurrieron el domingo por la tarde, al filo de las cinco de la tarde en el domicilio que comparten tres inquilinos, dos de ellos jubilados y otro, José, en paro, en el número 16 de la calle Huelgas. Allí el tercer compañero alertó al 112 a las 16:45 horas de que su compañero había recibido dos cuchilladas en la cocina, sin que hubiera escuchado discusión previa alguna, y que el presunto autor había huido del domicilio.

Los agentes, a su llegada, intervinieron el arma utilizada, un cuchillo de cocina de 15 centímetros de hojas, que aún presentaba restos de sangre y que el autor había guardado sin más en el mismo cajón de una mesa de la cocina del que lo cogió antes de huir. Una fotografía del propio domicilio permitió su posterior localización en la plaza de la India, cerca de la estación de autobuses, donde Maximiliano, el sospechoso, confesó la autoría del intento de homicidio sin aportar más motivo que la mala relación existente entre ambos desde que se mudara a la casa hace apenas tres meses.

El tercer compañero de piso declaró ante los agentes que Maximiliano ya había amenazado con anterioridad a la víctima y que existía una evidente mala relación entre los dos.

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