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Irene Carvajal, fotografiada en la decoración navidea de la Plaza Mayor. A. MINGUEZA
«Me gustaría que los deseos de todos los vallisoletanos se cumplieran»
PUBLIRREPORTAJE | Irene Carvajal. Primera teniente de alcalde y concejala de Educación y Cultura

«Me gustaría que los deseos de todos los vallisoletanos se cumplieran»

Valladolid, ciudad de encuentro en Navidad ·

El Ayuntamiento de Valladolid apuesta por nuevas actividades y emplazamientos en el programa navideño

Jesús Domínguez

Valladolid

Domingo, 10 de diciembre 2023, 00:03

El tradicional encendido de la Navidad inició el periodo, a la postre festivo, en el que Valladolid brilla, reluce y se convierte, como dicen los modernos, en 'instagrameable'. A través de la llamativa decoración de sus calles, que se extenderá hasta el Día de Reyes, la ciudad ve realzada su belleza patrimonial, de la que presume orgullosa Irene Carvajal, primera teniente de alcalde y concejala de Educación y Cultura del Ayuntamiento de Valladolid, una mujer «andarina», como ella misma se define, a la que le gusta compartir el sentir de los vallisoletanos a pie de calle. «Tengo la percepción de que están contentos con este ambiente navideño, festivo y de encuentro. En general, la gente está muy contenta. Muchas personas me hablan de lo precioso que está el Belén en el entorno de la estatua del Conde Ansúrez», afirma. 

La ilusión que percibe Carvajal en sus vecinos es compartida por el equipo de gobierno, que afronta sus primeras Navidades al frente del Consistorio. «Es muy agradecido poder trabajar con un tono festivo y de alegría. Eso hace que el trabajo tenga menos carga. Es muy reconfortante gestionar algo tan lleno de luz y poder trabajar en un momento como este, como dice el eslogan elegido, en el que Valladolid es una ciudad de encuentro: de las familias, de amigos, de compañeros de trabajo e, incluso, con nosotros mismos», pondera la concejala, que indica que esa consideración ha marcado el desarrollo del programa.

La Concejalía de Educación y Cultura lleva el peso de la organización de estas actividades, a través de la Fundación Municipal de Cultura, si bien se trata de una actividad transversal, que depende, asimismo, de otras áreas como Comercio, Turismo, Servicios Sociales o Juventud. Desde la primera reunión de planificación, el planteamiento barajado pasó por convertir Valladolid «en un gran escenario para todas las actividades que se van a desarrollar y en que esas actividades sirvieran como un momento de encuentro con nuestras emociones y con el rico patrimonio histórico de la ciudad». «La idea es convertir Valladolid un gran escenario, en el que incluso, pequeños rincones escondidos tengan protagonismo. Hemos querido deslocalizar actividades de la Plaza Mayor porque entendíamos que ya está cubierta con el tiovivo, el Belén y el Mercado de Navidad», señala Irene Carvajal.

La teniente de alcalde Irene Carvajal, en su despacho del Ayuntamiento. A. MINGUEZA

La intención del Ayuntamiento de Valladolid con estas fiestas es «volver a una Navidad tradicional», en la que, por ejemplo, se han sustituido villancicos más anglosajones por otros tradicionales de nuestra tierra. Además de novedades respecto a emplazamientos, los habrá en el programa y, por ejemplo, en la Plaza de Portugalete actuará la Banda de Música Municipal de Nerja y en San Pablo se celebrará el primer concierto de tuba. La iglesia de Santa Isabel de Hungría, en el entorno del Museo Patio Herreriano, «una joya patrimonial» a ojos de la primera teniente de alcalde, acogerá el concierto de corales, «escuchando a la ciudadanía, que lamentaba que Las Francesas fuera un recinto muy pequeño donde apenas entraban 40 personas, frente a las 300 que entrarán ahora». Justo enfrente, en el Parque Arqueológico de San Agustín, habrá otra actividad con corales de los colegios, que se han prestado a cantar en un entorno iluminado para la ocasión. Asimismo, este lugar acogerá una zambomba flamenca, una actividad tradicional andaluza en la que se cantarán villancicos.

Serán, con todo, «unas Navidades muy musicales» que servirán para adentrarse también en el mundo de la ópera, merced al espectáculo urbano e itinerante inspirado en Vasarely, Matisse y Cézanne, protagonizado por tres muñecas gigantes «que van a recorrer las grandes avenidas de la ciudad cantando diferentes arias y temas navideños, acompañadas de tamborileros, y que es muy impactante y visual», como lo son siempre los belenes dispuestos por toda la ciudad. Hasta once conforman la tradicional ruta, con el instalado en Las Francesas como uno de los grandes atractivos. En este emplazamiento estará el Palacio de los Reyes Magos, «donde los niños y no tan niños podrán conocer a los pajes reales y vivir una serie de aventuras muy divertidas», así como entregar sus cartas a Sus Majestades de Oriente al paje real de El Norte de Castilla. Entretanto, en Navival, en la Feria de Muestras, los niños podrán disfrutar de talleres de robótica y cocina, estos últimos, junto a la Escuela Internacional de Cocina, actividades estas con las que se busca promover la formación y los hábitos de vida saludable entre los jóvenes.

Irene Carvajal contempla el Belén de la Plaza Mayor. A. MINGUEZA

Todas estas actividades podrán disfrutarse «con carácter familiar, grupal o individual, con independencia de la edad», afirma convencida Irene Carvajal, a quien se le va a apretar la agenda estos días, eso sí, con gozo, ya que entiende que «este es un trabajo agradecido que no se verá nunca como un peso». Con esa consideración, sale a la calle y disfruta con el resto de vallisoletanos de las luces, «un servicio que es más que un espacio ornamental», ya que es «un servicio que dinamiza la ciudad y, sobre todo, nuestro comercio local y de proximidad, que es un referente en toda Castilla y León e incluso nacional». Sabe, no en vano, que aprovechando que los vecinos salen a disfrutar de las luces, aprovechan para hacer sus compras, una premisa, la de dinamizar este comercio de cercanía, «que es una apuesta de este equipo de gobierno».

Con todo, estas fechas tan señaladas suelen prestarse a pedir deseos, y la primera teniente de alcalde verbaliza uno que parece inevitable en clave internacional: «Aunque suene manido, en este momento en el que estamos fragmentados por conflictos bélicos, me gustaría que hubiera paz». Pensando en lo más próximo, en nuestra ciudad, el deseo que pide es «que todos los de los vallisoletanos se cumplan: que quien esté sufriendo deje de hacerlo, que nuestro comercio se revitalice, que Valladolid vuelva a ser lo que fue antaño y que podamos retomar y vivir nuestros mejores momentos».

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