Guillermo Antiñolo Gil durante su intervención en el foro sociosanitario. Alberto Mingueza

Guillermo Antiñolo Gil: «Las TICs son la clave para la medicina personalizada»

Investigador principal del Instituto de Biomedicina de Sevilla

Laura Negro

Valladolid

Lunes, 29 de abril 2019, 18:54

El investigador principal del Instituto de Biomedicina de Sevilla, Guillermo Antiñolo Gil, intervino en el III Foro Sociosanitario de Castilla y León, para hablar sobre el análisis de los datos clínicos en la medicina personalizada. Se empleó a fondo para explicar cómo el Big Data ... Clínico ofrece múltiples posibilidades en la práctica clínica y más concretamente en la medicina de precisión. «Datos que curan», así tituló su ponencia este investigador médico especialista en Obstetricia y Ginecología, que es también profesor titular en la Universidad de Sevilla e investigador especializado en medicina fetal y genética.

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Arrancó su disertación hablando sobre los desafíos y los retos del sistema de salud y de las expectativas de los ciudadanos. «Sobrevivimos más, sobrevivimos mejor y tenemos un sistema de salud tan increíble, que es extraordinariamente difícil morirse. Y como somos capaces de vivir más tiempo y con mejor salud, esto influye irremediablemente en los costes. Ahí es donde entra en juego la sostenibilidad del sistema», explicó.

Expuso la necesidad de realizar cambios importantes para poder hacer frente a estos desafíos. Cambios que tienen mucho que ver con la forma de transmisión y gestión del conocimiento en la práctica clínica y con cómo se proporcionan los cuidados médicos. «Todo esto requiere una mirada innovadora. Si seguimos mirando las cosas igual, no encontraremos la solución que nos permitirá cambiar y hacer más sostenible el sistema», remarcó. Planteó como un cambio necesario, que «la investigación, la generación y el uso del conocimiento, vayan siempre de la mano para alcanzar la innovación clínica», y afirmó que «todavía estamos lejos de la medicina personalizada que tiene unas reglas muy marcadas y que se basa en el conocimiento».

Una fecha clave para este investigador, y que marcó una nueva era médica, fue el 27 de junio del año 2.000, cuando se anunció que el código genético de la vida humana había sido descifrado por los científicos, y que éste serviría para combatir enfermedades. «Todavía hoy se sigue hablando de ello, pero faltaba un elemento fundamental, que surgió en la segunda mitad de la primera década del siglo XXI: la secuenciación exómica, que hace realidad una verdadera medicina genómica. Con ella se descubrió la base genética de cientos de enfermedades, pero algunos considerábamos que todavía nos faltaba una pieza del puzle», contó Antiñolo.

Esa pieza que faltaba, era la que permitiría el manejo de la cantidad ingente de datos procedentes de la genómica, de la historia clínica y de los análisis de anatomía patológica, entre otros. «Son cientos de miles de datos los que hay que manejar de una forma distinta y eso hace cuestionar cómo hacemos uso la información y los datos en nuestro sistema de salud. Hay que aprender a trasladar toda esa información y convertirla en datos clínicos que puedan ser utilizados», afirmó. Esto nos lleva a un nuevo reto, que va enfocado a la inclusión de historias clínicas electrónicas interoperables y universales, al almacenamiento de datos y su acceso. «Necesitamos nuevas soluciones, nuevas tecnologías computacionales y también nuevos modelos de innovación abierta para unir fuerzas y construir mejores soluciones», dijo. Este experto investigador situó las TICs como «la clave y el core» de la medicina personalizada y de la medicina genómica.

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Otro gran reto que planteó, fue la falta de especialistas en genómica y por ende, la falta de una formación en pregrado de genética clínica. «Eso es algo fundamental», recalcó. «Los médicos, en el mejor de los casos, se entrenan en postgrado, por lo que las competencias que se generan no son tan adecuadas como deberían», añadió. «Necesitamos tener historias clínicas electrónicas, que sean accesibles, integradas e interoperables. Sólo así tendremos un buen sistema de salud», dijo y apeló a la necesidad de «ponerse todos de acuerdo», para lograr una política regulatoria común.

Lo que ya lleva avanzado el sistema de salud de nuestro país, es que ya trabaja con un genoma de referencia, que es utilizado por la mayoría de los especialistas a la hora de realizar sus informes genéticos. «Actualmente la megasecuenciación, la bioinformática, la historia clínica y el Big Data, son los que nos van a llevar, a donde todos queremos: a la medicina personalizada, y también a sistemas sanitarios sostenibles y más cercanos a nuestros pacientes», explicó.

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Pero para llegar a ello, Antiñolo defendió la innovación abierta, en la que son las personas las que generan la información. «La innovación abierta y la investigación multidisciplinar son más que palabras. No hay por qué separar investigación de la práctica clínica», remarcó y afirmó que el objetivo es «pensar genómicamente, pero con soluciones locales».

Explicó que, para poder hablar de salud prosprectiva y para llegar a la innovación clínica, es necesario que la medicina personalizada tenga un enfoque integrador, con una historia global y con una gestión de la información donde los datos siempre vuelvan y se actualicen constantemente, y donde «lo que no está en la historia, está en la investigación». Todo esto supondría, según dijo, «un gran ahorro que se podría invertir en un sistema eficiente, con una historia clínica electrónica accesible desde cualquier parte del sistema de salud. Que sea global, compartida, actualizable, manejable, segura y que funcione de forma desestructurada, no con metadatos. Sin eso, será difícil que implementemos la medicina personalizada de forma global, y además, sería poco sostenible».

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Abogó por acercar los cuidados del paciente, mejorar los sistemas de información y hacer más eficiente y sostenible el sistema de salud, mediante soluciones personalizadas con la participación informada de los pacientes y siempre teniendo muy en cuenta la prevención y predicción. «Hay que trasladar todo este negocio a los sistemas de salud, haciéndoles partícipes y teniendo liderazgo desde soluciones abiertas y participativas», recalcó.

La última parte de su ponencia la aprovechó para recapitular y para recalcar algunos mensajes claves. «Hay que crear innovación clínica, datos clínicos, datos genómicos, datos de biobanco y la generación de información clave que permita hacer un aprendizaje automatizado (machine learning), que apoyen al diagnóstico clínico que es la clave de un sistema sostenible. La medicina personalizada está empujando a los sistemas de salud hacia el Big Data y trae nuevos desafíos para los sistemas de información. Debemos aprender a trasladar esta enorme cantidad de datos y convertirla en información clínica relevante. Necesitamos una historia clínica electrónica interoperable y universal, almacenamiento y acceso a los datos clínicos y genómicos, que son los que curan. También requerimos nuevas soluciones y nuevas tecnologías computacionales. Es más importante que nunca avanzar hacia modelos de innovación abierta y partenariado. Y al final, todo esto es posible gracias a las personas. La gente importa y es la que hace cumplir los sueños y proyectos», culminó.

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