
Valladolid
El guardia civil que se lanzó al Pisuerga para rescatar a una septuagenaria: «Temí por mi vida»Secciones
Servicios
Destacamos
Valladolid
El guardia civil que se lanzó al Pisuerga para rescatar a una septuagenaria: «Temí por mi vida»El agente Carlos Barrios, conocido en el cuerpo como el Cabo Licarión, vio peligrar su vida aquella noche como no había temido en los 20 ... años de servicio que lleva en la Benemérita, la mitad de ellos destinado en el País Vasco: «Allí he pasado mis penurias pero miedo por mi integridad física como aquella noche nunca, se puede decir que temí por mi vida». El 'arma' que lo llevó a estar hospitalizado, junto a su compañero Raúl, hasta mañana siguiente, fueron las gélidas aguas del Río Pisuerga a su paso por la localidad de Arroyo de la Encomienda, donde los agentes localizaron agarrada a un tronco a la septuagenaria a la que se le había perdido la pista esa misma mañana del pasado viernes en Valladolid.
La mujer había desaparecido ya en otra ocasión, en la que fue localizada vagando por la senda verde de Renedo de Esgueva tras coger un autobús, por eso, cuando en el acuartelamiento de Zaratán recibieron el aviso de los compañeros de la Policía Nacional -donde la familia de la desaparecida interpuso la denuncia-, agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana a la que pertenece el cabo se desplegaron en la localidad vecina para descartar las «zonas de riesgo». Pero al caer la tarde, cuando la búsqueda se confirmaba infructuosa, recibieron el aviso de la centralita de que viandantes de la zona de El Pichón, en Simancas, habían avistado a una mujer pidiendo auxilio al otro lado de la orilla, en El Socallo.
Noticia relacionada
«Los compañeros que estaban en el puesto de Zaratán fueron por el lado de Simancas y al llegar allí se encontraron con que estaba en la orilla que da Arroyo de la Encomienda, así que entramos directos desde la autovía», recuerda el agente, de un trabajo conjunto que permitió guiarlos, a él y a su compañero Raúl, de la unidad de intervención, en un camino colmado de vegetación que dificultaba el acceso a la zona del río. «Él iba abriendo las zarzas y yo iba detrás con la linterna señalando por donde nos podíamos ir colando», explica.
La peor parte vino después, cuando al conseguir llegar donde estaba la mujer esta «se desvaneció y se empezó a soltar del tronco» en el que estaba sujeta, lo que les obligó a intervenir sin esperar la llegada de los Bomberos y del equipo de subacuáticos de la Guardia Civil. «Ahí yo me tiré y fui agarrándome de las ramas de los árboles para llegar a ella y entre los dos conseguimos subirla de nuevo en el tronco», recuerda el cabo, que al igual que su compañero se despojó de su ropa para secarla a la espera de llegada de las unidades especiales y ambulancias, que ayudaron a los rescatistas y a la mujer a abandonar las aguas en una salida que se prolongó «cerca de 20 minutos», con la mujer convulsionando y la corriente en su contra.
Carlos Barrios
Cabo de cuartel de Zaratán
«La intención era que Bomberos o Guardia Civil trajeran una barca pero no daba tiempo, la mujer estaba empezando a cerrar los ojos, se estaba yendo», lo que obligó a sacarla nadando a pulmón «entre tres» por una vía de acceso que habían abierto entre las zarzas, momento en que vio peligrar su vida. «Ahí había como un molino que hacía corriente y entre que ya estaba nervioso, que me enganché con una rama y que la mujer se me abalanzó, me llegué a sumergir completamente en la corriente del agua», explica el agente, que pudo salir con la ayuda de un bombero que lo ayudó a tranquilizarse: «Me puse bastante nervioso, empecé a hiperventilar, pensaba en las muertes que había habido en ese río y pensé que me iba también».
«Del frió y del engarrotamiento que tenía no me podía quitar ni los calcetines», recuerda sobre la salida, en la que estuvo arropado por el subdelegado del Gobierno, el jefe de la Comandancia y los equipos médicos: «La ropa me la arrancaron en una mesa de picnic y ya entre todos me pusieron la manta y me dieron calor». Ambos agentes y la mujer, que aún continúa hospitalizada, tuvieron que ser trasladados al Clínico por hipotermia. La próxima vez que se vean las caras será en torno a una mesa y con un café para «comentar la jugada» con la rescatada y su hija, agradecida con agentes y bomberos por haberle salvado la vida.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.