El grupo salvavidas de la Policía Nacional de Valladolid

Porque cuatro integrantes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), Jorge, Juan, David y Sergio, se convirtieron en héroes por sorpresa cuando consiguieron reducir a un hombre que amenazaba con tirarse a las vías del tren desde el viaducto de Daniel del Olmo. Era de noche, minutos antes de las 22:00 horas, y los cuatro protagonistas de esta historia escucharon lo que sucedía a escasos minutos de donde se encontraban.

Así que Sergio, que este mes le tocaba turno de conducción, cambió de dirección con destino el polígono de Argales. «Lo primero que hicimos fue quitar medios luminosos y acústicos para no alterar a esta persona. Cuando llegamos, vimos que estaba muy nervioso», agrega Jorge como portavoz de los cuatro policías.

Fue una intervención coral de los cuatro compañeros, que resumen con un toque de simpleza que no esconde la dificultad de una operación para salvar la vida de alguien que «no tiene nada que perder». «De una forma bastante coordinada redujimos a esta persona, le apartamos de la barandilla del puente y la llevamos a la zona segura», detallan de un rescate intenso y complejo.

«Incluso cuando le teníamos sujeto este hombre intentaba zafarse. Estaba un poco agresivo, nervioso y lo que quería era arrojarse al vacío. Entre todos conseguimos evitarlo», explican desde Ceuta, donde se encuentran estos días en un operativo especial.

Para obtener un final feliz, los cuatro agentes del indicativo Reno XII de la VII UIP pusieron en práctica el protocolo denominado 'calabozo', consistente en crear una especie de columna de intervención para inmovilizar a la persona. «Salió muy bien. Es una forma de poner en práctica la formación que tenemos. Somos una unidad especializada, que estamos continuamente formándonos, que tenemos una serie de protocolos y que lo que queremos es que cada intervención esté pautada porque de esa forma sabemos que no hay pie al error», puntualizan.

Acostumbrados a convivir ante situaciones de riesgo, y en algunas ocasiones trágicas, los cuatro agentes encontraron una recompensa gratificante a su labor. «Llevamos siempre como estandarte dedicarnos al ciudadano. Nuestra mayor prioridad es que la persona que está en una situación como esta la podamos ayudar», concluyen no sin antes recordar una hazaña similar en septiembre de 2023 en Zaragoza.

Porque Jorge y Juan, junto a Diego (en esta ocasión no estaba en el incidente de Daniel del Olmo), rescataron a una menor de edad de las aguas del Ebro en Zaragoza cuando estaban destinados con motivo de una cumbre de ministros europeos. Estaban en una concentración de la CGT y otra de pensionistas en la plaza del Pilar cuando saltó el aviso.

Como en esta ocasión, se encontraban cerca y no dudaron en arremangarse y tirarse al agua para rescatar con vida a la niña. «Nos asomamos a una de las orillas y vimos cómo se arrojaba al río Ebro. Cayó de espaldas y quedó consciente porque empezó a gritar. El instinto nos llevó hasta la orilla más cercana. Fuimos corriendo, nos quitamos el uniforme y nos metimos dentro del río», relataban en aquella ocasión los mismos protagonistas.

Su presencia sirvió para salvar una vida porque ese día tenían la sensación de que a la menor no le quedaban muchas fuerzas para seguir a flote. «Una intervención así, con final feliz, siempre gusta», agregaban por aquel entonces y repiten este miércoles después de salvar, de nuevo, otra vida.