El grafitero más activo de la ciudad, cuyos garabatos rúbrica desde hace años con las iniciales 'UPRS', ha vuelto a afear una de las últimas obras de la capital, como el recién construido, y aún sin inaugurar, 'skate park' habilitado sobre el antiguo circuito ... de La Rosaleda. Allí las vallas aún cierran el perímetro para facilitar las labores de jardinería en torno a la pista, en la que se han invertido 338.899 euros. En el corazón de la 'piscina' central de las instalaciones luce ahora una caricatura de un cerdo que luce una gorra de policía –todo un reto a los agentes– junto a las letras ininteligibles y la rúbrica de 'UPRS'. «No hemos acabado el 'skate park' y estos indeseables ya han hecho de las suyas con el agravante de que pinta ahí supone un peligro para los 'skaters'», lamenta el alcalde, Óscar Puente, antes de advertir de que «nadie dude de que los vamos a identificar y a aplicar la ley». La normativa, en este caso, supondría una sanción de hasta 750 euros para el autor del grafiti.
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El problema es que 'UPRS' lleva años repartiendo sus pintadas por puntos estratégicos de la capital con el denominador común de su obsesión por embadurnar espacios rehabilitados por el Ayuntamiento en los que acababa de invertir miles de euros. Así lo hizo en una oleada entre noviembre de 2019 y febrero de 2020 en los túneles bajo las vías recién remozados en Pajarillos, Delicias, Labradores y Arco de Ladrillo. En todos ellos se dibujaron grafitis artísticos en un vano intento por evitar las pintadas y todos ellos amanecieron, entre otras, con las iniciales de 'UPRS' cubriendo los dibujos a las pocas horas de su reapertura.
Su intervención más sangrante llegaría en septiembre del año pasado, cuando el Ayuntamiento encargó un mural de un bosque para cubrir el muro de hormigón que cierra el parque Tomás Rodríguez Bolaños, en Juan de Austria. La obra amaneció al día siguiente de su finalización con unas pintadas gigantes con las iniciales 'UPRS' cubriendo buena parte del bosque pintado.
Los daños estéticos solo entre los túneles, el citado parque y el nuevo 'skate park' afean intervenciones en las que se invirtieron más de medio millón de euros. Decenas de paredes de viviendas y negocios de la capital lucen también la rúbrica del grafitero, al que los agentes intentan ahora identificar y sancionar.
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El 'skate park' de La Rosaleda, situado a medio camino entre los puente de Poniente e Isabel la Católica, permanece aún vallado para facilitar el crecimiento del césped y las plantas en los jardines habilitados en torno a la pista central y a los elementos habilitados para la práctica del patinaje callejero. El entorno de las instalaciones se ha urbanizado y renovado tanto el mobiliario público como el alumbrado. En los próximos días se abrirá al público.
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