Valladolid

«Mucha gente lleva en el ADN el ayudar, y sin dudar se presta a ello»

Sin embargo, ante estas trágicas escenas, emerge una contundente respuesta positiva por parte de la población: jóvenes (y mayores) que toman la iniciativa, familias que, empujadas por la solidaridad, llevan coches repletos de material —y son vaciados en cuestión de segundos por una improvisada cadena de voluntarios— o incluso profesionales que, sin dudarlo, se prestan a conducir hasta la zona afectada.

Todo ello y otras muchas muestras de apoyo, sucedidas en tiempo récord, pueden observarse durante una tarde en el Centro Cívico El Campillo, uno de los diferentes puntos de recogida habilitados en Valladolid cuya labor está llenando de ayuda vehículos desde la ciudad rumbo a Valencia, como el camión con más de ocho toneladas de material que partió de este punto el pasado sábado.

Enrique López es uno de los tantos voluntarios que durante estos días están trabajando hombro con hombro, en el sentido más literal de la expresión. Como tantos otros vecinos del barrio, acudió al Centro Cívico El Campillo tras los anuncios en redes sociales: «Vine ayer a primera hora y no supe hacer nada mejor que echar una mano». Durante la tarde del domingo, poco antes de abrir al público para iniciar la recogida de material, tanto él como otros jóvenes y familias se dan cita nuevamente en este punto de recogida: «Ayer por la mañana comenzó la acción. Se publicitó el viernes y la gente empezó a venir rápidamente hasta formar una cola inmensa de voluntarios desde primera hora de la mañana», recuerda López. «Fue ahí cuando vi la necesidad de quedarme». Durante esa primera jornada, la afluencia de gente trayendo productos fue tal que dejó vacíos algunos de los estantes del supermercado más cercano. «Realmente emociona ver que la gente, con toda la buena voluntad del mundo, se ha volcado con esto, pero no me cabía la menor duda de que iba a ser así».

Y lo cierto es que, mientras sucede esta entrevista, un goteo constante de personas dispuestas a ayudar acude al número 1 de la calle Hostieros. «El sábado por la mañana éramos unos 30, luego por la tarde unas 40 personas», afirma Enrique López. «La mayoría, gente que pasaba por aquí y decidía sumarse. Algo espectacular». El domingo por la tarde, la afluencia de personas dispuestas a colaborar es notable incluso antes de las 17:00 horas, momento para comenzar a recibir la ayuda: «Es espectacular ver la cantidad de jóvenes que responden a este tipo de noticias y se suman a ayudar a gente que no conocen, pero a la que saben que le va a llegar su ayuda», comparte Enrique. «Creo que no queda otra cosa que echar una mano en lo que cada uno, desde nuestra humildad, podemos hacer».

Asimismo destaca la gran presencia de gente mayor, vecinos del barrio que se vuelcan por completo uniéndose a los niños pequeños y familias presentes. «Han venido personas mayores haciendo grandes esfuerzos por subir las escaleras y aportar su pequeño granito de arena», afirma con una sonrisa el voluntario. «Mucha gente lleva en el ADN el ayudar, y sin dudar se presta a ello».

Durante la tarde del sábado, en cuestión de minutos se logró formar una cadena humana para cargar los productos donados desde la primera planta del Centro Cívico hasta los vehículos en la calle Hostieros. La dinámica es replicada durante el domingo: «Entre todos, nos hemos coordinado agrupando el material que la gente va donando dependiendo de su tipo, ya sea limpieza, ropa o alimentos. Luego lo colocamos y empaquetamos». Tras ello, los voluntarios cargan el material en camiones «caja a caja», al no disponer de palés.

El sábado, el medio de transporte de los productos fue un camión ofrecido de manera altruista por Mudanzas Gallego. Sin embargo, «desde el Ayuntamiento de Valladolid existe una coordinación a nivel general que marca los puntos de llegada», declara el voluntario. «Hay una persona del Ayuntamiento que coordina las recogidas e informa sobre la llegada de vehículos a este punto». «Es el Consistorio quien marca la acción y nosotros nos prestamos a echar una mano». Durante el inicio de la tarde del domingo, son dos camiones de recogida de enseres del Ayuntamiento de Valladolid los que se prestan a trasladar el material hasta una nave del Polígono de San Cristóbal «desde donde se gestionan los envíos a las zonas afectadas», según informa el personal municipal allí presente. Previamente, agentes de la policía municipal cortan al tráfico la calle Hostieros con el fin de facilitar esta labor.

Durante la tarde del domingo, el primero de los vehículos se carga completamente con agua, leche y ropa. Estos son algunos de los productos más demandados; así como otros útiles de limpieza e higiene personal; al igual que alimentos no perecederos. Sin embargo, las necesidades son cambiantes: «Seguimos las directrices que va marcando el Ayuntamiento», afirma López. «Ayer se requería ropa. Hoy, en cambio, otro tipo de productos son más prioritarios», comparte el voluntario. «Las necesidades van cambiando y el Ayuntamiento y los perfiles oficiales en redes sociales son quienes marcan el camino a seguir».

Sin embargo, toda ayuda es bienvenida. Tanto material como física. Por este motivo, aquel que quiera echar una mano puede hacerlo de la misma forma que Enrique y otros tantos voluntarios que en los últimos días se organizan prestando ayuda en los centros cívicos municipales: «Todo aquel con voluntad de ayudar puede acercarse». «Algunos han venido hoy, y otros estamos repitiendo, pero siempre se trata de gente con ganas de aportar y que no quiere quedarse en casa», comparte Enrique López.

Por el momento, los centros cívicos de Delicias, José Luis Mosquera, Campillo, Parquesol, Rondilla y Jose María Luelmo permanecerán abiertos los próximos días 4, 5 y 6 de noviembre para la recepción y envío de productos de primera necesidad con destino a las zonas afectadas por la DANA.