La gastrobodega que llevará la firma de Martín Berasategui en Rueda apuesta por los productos locales

Pero todo se gestionará poco a poco a partir de la reapertura de El Hilo de Ariadna como gastrobodega el martes 2 de agosto con cuatro menús vinculados a las distintas estaciones del año y siempre ralacionados con los mejores productos locales, alimentos de kilómetro cero, desde los exquisitos lechazos y cochinillos, a los sabrosos quesos de Rueda y Serrada, los ricos pimientos rojos de Fresno-Benavente (Zamora) o los delicados langostinos de Medina del Campo. Los otros proyectos añadidos se pondrán en marcha el próximo año.

Así lo ha explicado el experto vallisoletano Roberto Simal, que será el gerente de la nueva gastrobodega después de haber visitado el restaurante de Lasarte de Martín Berasategui, el origen de todo, para asesorarles sobre los productos de Castilla y León y preparar el desembarco de Martín Berasategui. La gastrobodega se abrirá en principio con 14 personas y el jefe de cocina será el canario Naucet Betancourt que procede del restaurante de Lasarte. «Estuve en Martín Berasategui hace un mes para empaparme bien del saber y el trabajo de la familia Berasategui con el objetivo de trasladar su filosofía a estas tierras», ha afirmado Roberto, con mucha experiencia, que ha viajado mucho para conocer otras experiencias gastronómicas y que está vinculado al restaurante Llantén del barrio vallisoletano de El Pinar, junto a su hermano Javier Simal, ambos de origen familiar zamorano.

El nuevo gerente asegura que es fundamental el triángulo que se ha creado entre la familia Berasategui, la familia Yllera (propietaria de la bodega subterránea) y el tercer socio, el Conrad Bergwerf, de Alpha Sinergia. A ese triángulo se suma Roberto Simal. «Conrad pondrá el contrapunto, su bagaje y su larga experiencia como responsable de grandes hoteles en el Caribe».

De hecho, Conrad Bergwerf ha sido el impulsor de este proyecto después de visitar Rueda y El Hilo de Ariadna con Marcos Yllera, presidente del Grupo Yllera. Conrad se enamoró de la bodega subterránea y de la zona de Rueda, que desde su punto de vista «son joyas durmientes de gran potencial enoturístico». Llevó «al maestro», como él mismo llama al gran Martín Berasategui. A partir de ahí comenzaron a mover un negocio con el que se pretende «impulsar un territorio rural en el que existen grandes vinos».

La apertura de la gastrobodega ha requerido cerrar al público durante unas semanas El Hilo de Ariadna para acometer obras. Se han ampliado las cocinas y se ha cerrado una de las zonas de la bodega para convertirla en un restaurante con cuatro salones. Uno de ellos para 32 o 38 personas, otro para 30 clientes más y dos privados para 16 comensales. Por lo tanto, tendrá capacidad para entre 80 y 100 clientes.

Habrá que esperar al 14 de septiembre a la inauguración oficial que contará con la presencia de la estrella de la cocina, Martín Berasategui, conocido cariñosamente como 'Garrote' por ese gesto que él repite para dar ánims y apoyar a sus compañeros de profesión y a los estudiantes de cocina. El cocinero vasco no puede venir en agosto porque ha sido intervenido de una rodilla hace escasas fechas.