Galicia y Valladolid sellan 70 años de hermandad el día de Santiago Apóstol

Fueron muchas las personas que se acercaron para disfrutar del desfile que partió de la propia sede de la Casa de Galicia para finaliar en la Iglesia de La Antigua con la novedad, en esta ocasión, de unas nuevas andas (soporte que sujeta la talla) de madera pino y haya para procesionar la imagen del patrón, acompañada por la música de la banda de gaitas de Nivaria. Al finalizar la misa, los asistentes pudieron disfrutar de una actuación de las bandas y bailarines a las puertas del templo.

Para cerrar el día en honor al Apóstol Santiago, la Casa de Galicia ofreció en su sede la degustación de una tradicional empanada gallega a socios, beneficiarios e invitados de otras casas regionales.

Diferentes motivos como el trabajo, estudios o el amor llevaron hace 70 años a muchos gallegos a emigrar a Valladolid en busca de una vida mejor. Antiguamente no existían la tecnología que de hoy en día para hablar con los seres queridos. Con esta motivación y con el objetivo de sentirse más cerca de su tierra se fundó la Casa de Galicia, con sede desde entonces en Santa Cruz, buscando de esta manera una manera de estar unidos entre ellos en la capital.

Está reconocida como una asociación de utilidad pública, es decir, que puede acceder todo el mundo a ella, pero no son una representación oficial. «Pese a no ser un organismo oficial como tal, somos una forma de representar a Galicia en Valladolid», reconoce orgulloso y con una sonrisa Fernando Harguindey, vicepresidente de la casa gallega.

Formada por 220 familias asociadas, la Casa de Galicia cuenta con más de medio millar de beneficiarios en total. Esta cifra se explica en que cuando una persona decide hacerse socio, sus familiares más cercanos se convierten en beneficiarios, teniendo la posibilidad de disfrutar de actividades como la celebración del Día de las Letras Gallegas, las Semanas Culturales o asistir a las diferentes conferencias o presentaciones que se organizan.

Eva González es hija de un gallego y toda su familia por parte de padre es de Lugo. El servicio militar provocó que su padre terminara en Valladolid, creando aquí una familia. Reconoce que descubrir la Casa de Galicia fue «una forma de estar unidos, de hacer hermandad y apoyarnos entre nosotros».

Cuentan con una sección de juventud que está formada por personas hasta los treinta años. Realizan viajes y actividades con el objetivo de disfrutar de las costumbres y tradiciones gallegas. Una banda de gaitas, diferentes grupos de baile e, incluso, una coral dedicada a la música gallega son algunos ejemplos de ello.

No es necesario ningún requisito para formar parte de la comunidad gallega. Desde la propia casa explican que «la mayoría de socios o son gallegos o tienen familia gallega. En cambio, hay mucha gente que ha vivido una época en Galicia o que tienen una conexión especial con la tierra y deciden hacerse socios». Si algo tienen en común todos aquellos que deciden formar parte de la comunidad gallega en la ciudad es que son «personas que se interesan por la cultura, la historia y la gastronomia gallega».

Celebración de bailes tradicionales gallegos, actuaciones folclóricas musicales y multitud de eventos gastronómicos son algunas de las actividades que se celebran con el fin de difundir la cultura gallega en la ciudad de Valladolid.

En sus instalaciones cuentan con un bar-restaurante que está abierto todos los días a excepción del lunes, ofreciendo la posibilidad a toda persona que quiera acercarse de disfrutar de la gastronomía gallega. A mayores, los socios pueden disfrutar de un patio, un salón principal dónde se realizan múltiples actividades y también de una biblioteca que cuenta con más de 3.000 ejemplares, entre los que se incluyen libros de novela, poesía o enciclopedias.