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El encuentro de artes, crimen y misterio La Caja Negra que se estrena este viernes en el Castillo de Fuensaldaña arranca con la exposición 'Killers. Los peores asesinos de la historia' y la intervención del periodista y criminólogo Francisco Pérez Caballero. Con una ponencia titulada ' ... El señor de los crímenes', rinde homenaje a su padre, el mítico cronista de sucesos y comunicador televisivo Paco Pérez Abellán. Convencido de que, como defendía Margarita Landi, la reina de 'El Caso', «el periodismo de sucesos es el verdadero periodismo», Pérez Caballero desplegará ante su auditorio las mil y una caras del mal que se esconde bajo la piel de la gente corriente y dará un paseo por las biografías de los cien peores asesinos de la historia. «Decía mi padre que de los peores de nosotros se extrae un antídoto para no ser tan vulnerables en la vida, que hay que afrontar sin miedo pero sabiendo los peligros y sopesando los riesgos», subraya el ponente para argumentar que la crónica negra «no es el morbo por el morbo si la información se hace bien».
-Usted defiende la necesidad de la divulgación de estos casos porque sirve para aprender de los malos.
-Sí, cogemos los extremos y aplicamos ese comportamiento a las personas que nos rodean. Sirve de aprendizaje y se pueden extraer enseñanzas a la hora de escoger pareja, en el caso de los maltratadores y la violencia de género, de los amigos con los que nos relacionamos... Al recordar casos tan famosos como el de Ted Bundy, el asesino en serie estadounidense, te aseguras de que el mensaje le va a llegar al público. Y el primer mensaje es que la maldad no se refleja en la cara del asesino, sino que el monstruo está debajo de la piel. Hay que decirle a la gente que el mal existe, pero que los buenos somos más. Esta sociedad buenista nos intenta hurtar la realidad: que hay gente muy mala y eso hay que saberlo y disponer de las claves para protegernos. Al final tenemos que elegir.
-El último caso que tiene conmocionada a la opinión pública española es el de la pequeña Olivia asesinada por su propia madre, quien había denunciado 28 veces por maltrato a su expareja y padre de la menor.
-La situación de la actual crónica negra es muy triste, la politización de este caso está generando una desazón muy grande. Que se esté utilizando la muerte de la niña como arma política es descorazonador. En el crimen no hay más que dos bandos, el asesino y sus víctimas, y víctimas podemos ser la mayoría de nosotros. Es el asesino quien tiene que ser señalado, estudiado y recibir su castigo. Se han llegado a publicar cosas tan delirantes como lo del «suicidio ampliado». La maldad no entiende de sexos, procedencias o colores. Uno hace el mal conforme a sus capacidades: si eres fuerte usas la fuerza y si no, el veneno. Para el mal estamos todos dotados.
-En Castilla y León el caso de la desaparición y muerte de Esther López está en plena investigación. ¿Qué opina usted, como periodista de sucesos y criminólogo, del rumbo que llevan estas diligencias, abiertas desde hace nueve meses?
-No quiero caer en lugares comunes. Es fácil criticar la investigación, que también estamos para eso, pero la investigación de sucesos y posibles asesinatos o muertes extrañas, y la de Esther López es una muerte extraña, son muy complicadas: hay pistas falsas, sospechosos de inicio que finalmente son descartados, ha habido tiempo para manipular las pruebas... Todo ello hace que estemos en un punto muy complicado de las diligencias. La solución del caso, a mi modo de ver, es incierta, no veo muy claro cual va a ser el final de este asunto. No sabemos si se va a poder determinar con certeza qué le ocurrió esa noche a Esther, tal vez no lo sabremos nunca. Es verdad que ha habido errores de punto de partida en la investigación, pero no es menos cierto que es un caso muy difícil. Estamos acostumbrados a ver series y películas y ahí todo es más sencillo y siempre se coge al culpable. En la realidad no es tan fácil y tampoco existe el investigador perfecto. Dicho esto, considero que hay que guardar respeto y admiración por el trabajo policial.
5 de noviembre Taller de ciencias forenses e investigación criminal con el médico forense Aitor Curiel y el investigador del CNP y criminólogo Antonio Cela. 10:00 horas. Concierto de Cream Quartet. 19:00 horas.
9 de noviembre Mesa redonda 'Crimen: realidad y ficción' con los periodistas Manuel Marlaska y Susana Rodríguez, la jurista y criminóloga Paz Velasco y el escritor Lorenzo Silva. A las 20:00 horas.
11 de noviembre Taller y conferencia sobre reconstrucción facial por el escultor Juan Villa. A las 19:00 horas.
12 de noviembre Taller de psicología forense con el presidente del Colegio de Psicología de Castilla y León, Jaime Gutiérrez y el analista de conducta Juan Enrique Soto. A las 10:00 horas. Película y cinefórum 'Seven', con la periodista Cristina San José, a las 19:00 horas.
19 de noviembre Jornada internacional de antropología forense con los especialistas Eugenia Cunha, Francisco Etxeberria, Emiliano Bruner y Ana Gracia. A las 10:00 horas.
-Usted forma parte del equipo de Iker Jiménez. ¿Qué ha aprendido de él?
-He aprendido que el mensaje es muy importante pero tiene que haber una capacidad narrativa, llegar al espectador y eso se confunde con lo fácil. Iker hace un trabajo de calidad y utiliza sus dotes para la comunicación, ese es el secreto de su éxito. Da igual de lo que hable, la gente se queda a escucharle. Pero yo he tenido la suerte de tener grandes maestros. Además de mi padre, María Teresa Campos, una de las grandes comunicadoras y con gran capacidad de adaptación. Al final se trata de contar historias, el periodismo es eso: convertir algo que puede resultar rutinario en especial e interesante.
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