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«He pedido garantías de que se preservarán los empleos de las plantas industriales en Francia y el compromiso de que no se cerrará ninguna fábrica del país. Es la primera garantía que he solicitado al señor (Jean-Dominique) Senard (presidente de Renault) y puesto ... que acepté la apertura de las negociaciones con Fiat, depende de él volver a mí en los próximos días con las garantías que haya podido obtener de Fiat». Así se expresó en una entrevista radiofónica el ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, respecto a los planes de fusión de Renault con Fiat Chrysler Automobiles (FCA). El fabricante galo tiene dentro de su propio país 12 factorías y cuenta con en torno a 20.000 personas empleadas.
En España, Renault tiene cuatro fábricas, incluidas las tres de Valladolid y Palencia, con cerca de 13.000 trabajadores. Además, Nissan cuenta con una fábrica en Barcelona más la planta de Ávila, que pasará a producir recambios para la alianza y donde trabajan 500 personas. Fiat, por su parte, no produce en España, si bien Exor, el brazo inversor de la familia Agnelli (los máximos accionistas de FCA con el 28,9%) es el primer accionista de CNH Industrial, conglomerado en el que se integra Iveco, que tiene instalaciones en Valladolid y Madrid.
En cuanto al responsable económico del país vecino expresó también su deseo de que el acuerdo se materialice dentro de la Alianza de Renault con Nissan ya que la colaboración con Japón «ha permitido grandes inversiones tecnológicas».
Precisamente el presidente del grupo Renault, Jean-Dominique Senard, viajó ayer a Asia para discutir con la cúpula de Nissan la posible fusión entre el grupo francés y FCA, en la que cada una de las partes controlaría el 50%. El consejero delegado del fabricante nipón, Hiroto Saikawa, aseguró el lunes en la televisión de su país que está abierto a «discusiones constructivas».
Le Maire, quien dijo que también había hablado personalmente con los japoneses sobre la propuesta de integración, definió la reacción recibida por parte de Saikawa como «una reacción abierta». Sin embargo, ciertos analistas mantienen que Nissan, que está participada en el 43% por Renault y tiene una participación sin voto del 15% en la firma francesa, es en realidad reacia a respaldar una alianza FCA-Renault debido al uso que se haría de su tecnología.
La alianza Renault-Nissan lleva un año sometida a gran tensión, sobre todo desde que su expresidente, Carlos Ghosn, fuera acusado de mala conducta financiera. Recientemente, Nissan rechazó una propuesta de fusión al 50% realizada por su socio, ya que la firma japonesa entiende que su cuota debería ser mayor.
Otra de las condiciones planteadas desde el Gobierno galo para respaldar un eventual acuerdo Renault-Fiat es la obtención de garantías de que Francia estará «bien representada» en la dirección de la posible nueva empresa, ya que el Estado vería cómo su participación en el fabricante automovilístico se diluirá del actual 15% al 7,5% en la firma resultante.
Precisamente desde la otra parte, ya el mismo el lunes el viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, planteaba que Roma podría ver necesario el disponer de una participación en la futura compañía para equilibrar la presencia del Estado francés.
Otra de los requerimientos de Francia es que el nuevo grupo surgido de la fusión lidere la fabricación de baterías eléctricas en y lo haga desde instalaciones europeas, algo que, en palabras de Le Maire, podría crear miles de empleos en el continente.
Según publica el 'Financial Times', John Elkann, presidente de Exor, el vehículo inversor de la familia Agnelli y del grupo FCA, probablemente asumirían la presidencia de la compañía combinada, mientras que el presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, ocuparía el puesto de consejero delegado. Ambos son, según el diario británico los artífices de una operación que hubiera resultado impensable con quienes eran sus predecesores hasta hace unos meses, el fallecido Sergio Marchionne y el procesado Carlos Ghosn.
Según fuentes citadas por Reuters, el máximo órgano de dirección de la nueva sociedad podría estar compuesto por once miembros de los que FCA y Renault designarían respectivamente a cuatro consejeros cada uno y Nissan, si finalmente se incorpora, a uno.
La fusión Renault-Fiat Chrysler Automobiles generaría unos ahorros de en torno a 5.000 millones de euros para la empresa resultante una vez alcanzado el sexto año del eventual acuerdo, según un informe de Bank of America Global Research citado por Europa Press. El análisis destaca que las mayores partidas de ahorro se darían en las áreas de compras (40%), de investigación y desarrollo (30%), así como en producción y estampación (30%).
Según el informe, los costes de integración se situarían entre 3.000 y 4.000 millones de euros los primeros cuatro ejercicios de la fusión. Además, Bank of America calcula que la nueva empresa podría obtener un beneficio operativo de 9.921 millones de euros este mismo año y de 11.463 millones en 2022.
Las acciones de Renault repuntaron este martes en la Bolsa de París otro 0,9% después de que el lunes subieran el 12%, mientras que los títulos de FCA retrocedieron en el parqué de Milán el 0,8% con respecto al día anterior.
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