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El fútbol tiene el enorme poder de unir a naciones y generaciones enteras en torno a un balón. Detrás de cada partido, cada jugada, cada victoria y también cada derrota, hay momentos inolvidables que solo un buen fotógrafo es capaz de capturar. Andrés Domingo García ... es un vallisoletano de 31 años, que desde hace dos trabaja como fotógrafo oficial de la selección absoluta de fútbol de Guinea Ecuatorial. Una experiencia «increíble» que está viviendo «al máximo».
En estos días ha regresado a su tierra natal para disfrutar de los suyos. Serán fechas de descanso que le vendrán bien para las intensas semanas que tiene por delante, ya que del 13 de enero al 11 de febrero se disputa la Copa de África de Naciones, en Costa de Marfil. Será un mes cargado de trabajo en el que todas las selecciones darán el todo por el todo para ser las dignas sucesoras de Senegal, última campeona de la competición.
Este vallisoletano lleva nueve años dedicado al arte de contar historias a través de su cámara. Su talento innato para capturar imágenes en movimiento y su enfoque único le hicieron destacar en el ámbito de la fotografía deportiva. Ha colaborado con diferentes medios de comunicación y clubes deportivos, en una productora audiovisual y también ha ejercido como fotógrafo del Real Valladolid. Es, además, piloto de drones y capaz de capturar espectaculares imágenes aéreas de partidos y entrenamientos. Fue hace dos años cuando recibió una llamada telefónica que le cambió la vida.
El interlocutor, a miles de kilómetros de distancia, era el futbolista profesional hispano-ecuatoguineano Ibán Salvador Edú, al que Andrés conoció en 2016 mientras este jugaba en el Real Valladolid y él trabajaba como fotógrafo del club. Le ofrecía un trabajo en Guinea Ecuatorial y no se hizo de rogar. «Ibán es uno de los capitanes de la selección. Me dijo que buscaban un fotógrafo y que necesitaba una respuesta en el plazo de dos días. Al día siguiente le llamé para decirle que sí», cuenta este fotero deportivo.
La primera reunión con el equipo la tuvo en Madrid, ya que la mayoría de los jugadores juegan en España. «Tuve muy buena acogida por parte de todos. En aquel momento supe que todo iba a ir bien», recuerda. Andrés debutó en la Copa África de 2022 y desde el primer partido ha sido testigo privilegiado de momentos deportivos épicos, de la lucha y el esfuerzo de un equipo que busca hacerse un hueco en la historia de este deporte.
A lo largo de estos dos años, la selección ha competido muy duro para clasificarse para el próximo mundial, y en las próximas semanas arrancará un nuevo desafío, la Copa Africana de Naciones 2024. «Al principio el choque cultural fue muy importante. Tenía tantos estímulos visuales que me costaba procesarlos. Me impactó muchísimo el país. Es todo selva. Nunca había visto tantas tonalidades diferentes de verdes. Tenía una idea preconcebida por lo que había visto en Internet y en la televisión, pero ver la realidad me llamó muchísimo la atención. También me impresionó la intensidad con la que se vive el fútbol en África y cómo idolatran a los futbolistas. El país entero se ha volcado mucho con esta selección», continúa.
La clave de la obra de Andrés Domingo se basa en su propia relación con los protagonistas del juego. Este fotógrafo ha creado fuertes lazos con todos los jugadores y con el resto del staff, a los que ya considera su familia. Cada una de sus instantáneas, además de capturar la acción que se desarrolla en el campo, inmortaliza momentos más íntimos y personales, que muestran la camaradería de esta selección que está empeñada en lograr la grandeza futbolística. «El vínculo que hay en el equipo es muy fuerte. Yo siento la victoria y la derrota como algo mío. Si un jugador mete un gol, es como si lo metiera yo, porque me hacen sentir como uno más. Todos vamos a una y la victoria es para todos», destaca.
Con la Copa de África de Naciones en el horizonte más próximo y la clasificación para el Mundial 2026 como meta, Andrés Domingo sigue trabajando para mostrar el juego guineano desde una perspectiva única. «En la anterior Copa de África, hace dos años, fuimos la selección revelación. Nos ha tocado un grupo difícil. Jugaremos contra el país anfitrión, Costa de Marfil, Guinea-Bisáo y Nigeria, pero estoy seguro de que haremos un buen papel. Me siento un auténtico privilegiado de poder vivir este gran evento por segunda vez y en primera línea. Soy un fotógrafo de Valladolid y es aquí donde he desarrollado toda mi carrera. Empecé haciendo fotos en los campos de fútbol de los distintos barrios de la ciudad y hacerlo ahora en aquel continente con la selección de Guinea Ecuatorial, es muy emocionante y gratificante», confiesa. «Hay selecciones muy potentes y con grandes medios, pero estoy seguro de que ninguna es tan familiar como la nuestra. Estamos muy unidos y eso nos va a hacer llegar lejos», prosigue.
La experiencia de Andrés no se limita únicamente al terreno de juego. La riqueza cultural y los paisajes de Guinea Ecuatorial y de los 12 países que ha podido visitar en todo este tiempo han proporcionado a este fotógrafo una paleta visual única. Andrés ha podido retratar la esencia del continente africano latiendo al ritmo de los goles. Aunque también, a través de su objetivo, ha captado los estragos de países que están atravesando conflictos bélicos. «Por desgracia, lugares de África en los que la vida no vale nada. Están o han estado en guerra y, por tanto, moverse con una cámara en la mano, es realmente arriesgado, ya que se puede confundir con un arma. Pero luego ves la belleza de los paisajes y la afición futbolística y se te olvidan esos malos momentos», concluye.
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