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El Ministerio de Fomento ha paralizado temporalmente las obras que venía realizando en la variante de mercancías, al sur de la capital vallisoletana, como consecuencia de las modificaciones que en materia de seguridad se han producido desde que el proyecto de esta macroinfraestructura ferroviaria se ... puso en marcha en el año 2010.
Los trabajos para completar esta construcción se retomaron a finales del pasado 2018, después de que se paralizasen en 2011 por falta de financiación pública, motivada por la crisis y la reducción del gasto.
Esta obra se realiza por Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), por encargo del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif).
La variante cuenta con una longitud de 17,5 kilómetros, y en el futuro debe permitir que los trenes de mercancías y los de alta velocidad (Ave, Avant y Alvia) puedan acceder a los nuevos talleres de Renfe para su mantenimiento, o para proseguir la circulación con carga y sin pasar por el centro de la capital.
Aunque las obras han continuado a buen ritmo este primer semestre del 2019 en el llamado viaducto de Los Tramposos, los responsables del Ministerio de Fomento informaron ayer, tanto al alcalde, Óscar Puente, como al concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, que se ha decidido paralizar temporalmente las mismas hasta el mes de octubre.
El motivo de esta suspensión se justifica por los técnicos por los cambios normativos en materia de seguridad del túnel, que debe de atravesar a la altura del cerro de San Cristóbal para volver a salir cerca del término de La Cistérniga.
«Se tiene que realizar un nuevo proyecto conforme a la normativa de seguridad actual. Desde el año que se pararon las obras, allá por el 2010, las exigencias en este apartado han cambiado. Es por ello que se requiere un modificado del proyecto de la variante de mercancías», indican fuentes de la empresa pública.
En abril de 2018, el consejo de administración decidió retomar las obras de la llamada Red Arterial Ferroviaria Valladolid Variante Este, con un incremento del presupuesto de 12,3 millones (IVA incluido).
Aunque la nueva previsión tras retomar los trabajos era que al menos el viaducto de Los Tramposos, se prolonga junto a la ronda VA-30, estuviese finalizado este mes de agosto, esta demora lo impedirá.
Pero este retraso coyuntural no es el único. El complejo ferroviario del páramo de San Isidro debe acoger también al personal de la empresa Redalsa, perteneciente al grupo Adif, y que se dedica a la producción de equipos para la soldadura de las vías desde su planta situada en el polígono de Argales. Este proyecto de ubicación sigue sin estar completado totalmente.
Otro de los temas que se abordaron en la reunión fue el relacionado con la nueva estación para viajeros de Campo Grande. El contrato está licitado, pero pendiente de ser adjudicado para el mes de septiembre. Esta contrata corresponde a Adif y a la misma se han presentado varias empresas.
El pasado mes de abril, Adif Alta Velocidad aprobó la licitación del contrato de consultoría y asistencia para la redacción del anteproyecto, proyecto básico y proyecto de construcción de las obras de remodelación de Valladolid-Campo Grande. El contrato cuenta con un presupuesto total de 3,44 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses.
Esta licitación tiene como objetivo definir, dentro del proyecto de construcción, un nuevo edificio de viajeros sobre las vías, así como la remodelación del actual edificio histórico y su conexión con el nuevo aún por construir.
El proyecto total de la nueva estación cuenta con un presupuesto de 70 millones de euros, y correrá a cargo del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, según el convenio suscrito en 2017 con el Ayuntamiento.
En la reunión celebrada ayer en Madrid del consejo de administración de la sociedad Valladolid Alta Velocidad 2003 (SVAV), se trató además la ejecución del desglose de la inversión que gestiona esta mercantil pública, en la que se sienta el Ministerio de Fomento, la Junta y el Ayuntamiento.
El paso del ferrocarril por la capital vallisoletana está supeditado a un nuevo estudio de infraestructuras, que debe de elaborar el Ministerio de Fomento para adaptarlo a la situación actual, después de que desde el Ayuntamiento de Valladolid se decidiese en el pasado mandato (2015-2019) no apostar por el soterramiento del tren.
«El mismo, sin embargo, sigue sin concluirse», se lamentaron fuentes municipales.
La permeabilidad ferroviaria, que supone la ampliación de los actuales pasos peatonales, afectará a los de las calles Labradores, Padre Claret y San Isidro. Respecto al primero, está hecha la propuesta de adjudicación a una empresa por parte de Adif, pero hasta que no se reúna el comité ejecutivo de SAVV, la semana que viene, no se conocerá.
En el encuentro de ayer en Madrid, los consejeros de Valladolid Alta Velocidad fueron informados de la necesidad de sacar un nuevo contrato para la descontaminación de los suelos, que se quedarán libres en la zona de los viejos talleres de Farnesio y de la estación Campo Grande.
Aunque se realizó una adjudicación hace más de un lustro, la misma ya no está en vigor, por lo que la Sociedad debe de realizar otra nueva convocatoria. Varios consejeros solicitaron en la reunión que el depósito de locomotoras pasase a ser gestionado por la Sociedad pública mixta.
El traslado a los nuevos talleres de la Base de Mantenimiento Integral (BMI) de Renfe en San Isidro continua lentamente este mes y se ralentizará a los largo del mes de agosto. La semana pasada, Renfe indicó que el 25% de la plantilla (un centenar de operarios) ya está en las nuevas naves.
Aunque desde la compañía se dijo que para finales de este año estarían operativas estas instalaciones, durante la reunión del consejo de administración de ayer en Madrid se informó que todavía había que contratar actuaciones y equipos, como varias cabinas de pintura.
Entre ellas se encuentra una losa neumática en la que se asentarán los vagones ferroviarios que deben de ser revisados.
Pero lo que más preocupa a los representantes municipales es el ramal de acceso al complejo ferroviario. Aunque las vías que dan a la zona de Santovenia se pueden ver, está pendiente todavía un informe de la Agencia de Seguridad Nacional, que debería de estar entregado antes del 1 de septiembre, según el plazo inicialmente previsto.
Para esa fecha se debería de completar el traslado principal de los operarios que todavía permanecen en los talleres del paseo de Farnesio, y que en agosto paralizarán su actividad por vacaciones. «Completar este ramal es básico», dicen desde el Consistorio.
La celebración de tres comicios electorales este año (generales, municipales y europeos) también ha influido en la gestión de la Sociedad VAV 2003. Una prueba de ello es que las cuentas del 2018 de esta mercantil no han sido aprobadas por los consejeros, aunque sí están formuladas y firmadas.
La normativa mercantil establece el 30 de junio como plazo máximo para su presentación en el Registro. Fuentes de la SVAV indicaron ayer que la auditora que ha analizado las cuentas ha solicitado un nuevo informe sobre el valor de los suelos para recogerlo contablemente.
Desde su constitución, Valladolid Alta Velocidad debe de gestionar en el futuro la venta de las superficies que se liberen tras el traslado de los viejos talleres de Renfe en el paseo de Farnesio.
Una comisión de seguimiento del convenio suscrito en 2017 se encargará de analizar el desglose de las inversiones realizadas en los últimos meses.
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