Un sueño cumplido. Para Daniel Martínez Silván (Valladolid, 1983), trabajar como fisioterapeuta en la Aspire Academy, el centro deportivo de alto rendimiento más grande del mundo, es una meta cumplida. Era muy pequeño cuando nació en él la vocación de ayudar a los demás a ... través de la fisioterapia. Buena culpa de ello la tuvo su abuela Constancia, que era la curandera de Santa Marina de la Torre, un pequeño pueblo de El Bierzo. Viéndola arreglar esguinces y torceduras, quiso dedicar su vida a ello. «Lo mío siempre ha sido vocacional. Mientras que otros niños querían ser policías o astronautas, yo siempre decía que quería ser fisioterapeuta», comenta entre risas. Estos meses de verano ha regresado a casa y está repartiendo su tiempo entre Valladolid, Montemayor de Pililla y El Bierzo.
Publicidad
Es un gran apasionado del deporte, especialmente del baloncesto y atletismo, por ello siempre ha tratado de que su profesión estuviera ligada al ámbito deportivo. Ha trabajado en diferentes clubes y clínicas traumatológicas deportivas, como la de Isaac Viciosa o la del doctor Baró. También trabajó con la federación de Atletismo de Castilla y León, con el Club Balonmano Valladolid y fue profesor de la Universidad Miguel de Cervantes. Su compromiso y dedicación le llevaron a convertirse en una figura destacada en el campo de la fisioterapia deportiva.
Noticias Relacionadas
Víctor Borda
Tanto es así que hace 9 años recibió la propuesta de su vida: ser fisioterapeuta jefe en el ultramoderno hospital Aspetar, especializado en medicina del deporte y más concretamente en la Aspire Academy en Doha (ambos pertenecen a la misma institución). Se trata del centro de alto rendimiento más completo del mundo, por su programa integral de educación deportiva, sus magníficas instalaciones y por sus métodos de trabajo. Ni él ni su pareja, Lorena, también vallisoletana y profesora, lo dudaron. Cogieron las maletas y tomaron un avión rumbo a Qatar con su hijo, que entonces apenas tenía un año de edad. «A través de un médico que conocía que trabajaba allí, me ofrecieron esta oportunidad. Allí estaban intentando reclutar a los mejores especialistas en medicina deportiva: fisioterapeutas, enfermeros y preparadores físicos, entre otros. Me pilló en un momento de mi vida idóneo para lanzarme a la aventura y allá que nos fuimos», recuerda.
Trasladarse a un país extranjero siempre implica desafíos, especialmente en términos de adaptación cultural y lingüística. Sin embargo, su compromiso y habilidades sociales le permitieron integrarse rápidamente y construir relaciones sólidas con sus compañeros de trabajo y atletas. «Qatar es un país muy multicultural. Tiene un 90% de población extranjera y por eso, aunque la cultura sea muy diferente, la adaptación fue relativamente fácil», explica. «Es un país en el que siempre hay cosas que hacer y está muy bien preparado para las familias. Es muy cómodo, hay muchísima seguridad y calidad de vida», prosigue.
Publicidad
En Aspire Academy, Daniel está sumergido en un ambiente de excelencia deportiva, trabajando junto a atletas de élite y participando en su desarrollo físico y rehabilitación. Como jefe de fisioterapia, tiene a su cargo un equipo de dieciséis profesionales de trece nacionalidades distintas. «La fisioterapia es medicina allí y aquí, pero es cierto que el enfoque puede ser diferente, sobre todo, por lo multicultural que es el entorno. La dificultad, a veces, no radica en la fisioterapia, sino en el idioma y las diferencias culturales, ya que, por ejemplo, los nórdicos tienden a ser más fríos y suelen usar menos técnicas manuales que nosotros, los mediterráneos. Eso, a la vez es muy enriquecedor y muy bonito, porque cada uno tiene su escuela y todos aprendemos de todos», opina.
El Mundial de Qatar de 2022 fue para él un acontecimiento «único e irrepetible». Aunque es un apasionado del deporte, no se consideraba especialmente futbolero… hasta que llegó el Mundial. «A mi hijo mayor le ha ocurrido lo mismo, y desde entonces siempre está con un balón entre las piernas. Es un evento de tal magnitud que vivirlo en casa ha sido espectacular», comenta. A nivel profesional, también ha sido una gran experiencia. «El hospital Aspetar estaba a cargo de todos los servicios médicos del Mundial y de los jugadores. Yo no he tratado directamente con ninguna selección, pero el hecho de que la empresa para la que trabajas sea el centro mundial del deporte durante un mes, es algo increíble», confiesa.
Publicidad
En Qatar, Daniel y Lorena han ampliado su familia hasta hacerla numerosa. Sus hijos de 10, 7 y 4 años, disfrutan a lo grande cada vez que regresan a España. Lo hacen una vez al año, en los meses de julio y agosto. «Gracias a las nuevas tecnologías me siento muy cerca de mi familia. Mis padres fueron emigrantes en Alemania en los años 70. Aquello si que era estar alejado de la familia, con la que sólo se comunicaban con un par de cartas al año. Afortunadamente, en la actualidad, la comunicación es muy fácil a pesar de la distancia», remata Daniel, quien está aprovechando al máximo su estancia en Valladolid, antes de regresar a Qatar para trabajar con la élite del deporte mundial.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.