Secciones
Servicios
Destacamos
«La tecnología ha cambiado a la sociedad sobremanera». Sobre esa base ha desarrollado parte de su intervención el fiscal superior de Castilla y León, Santiago Mena. Ha sido una de sus conclusiones durante su participación ante la Comisión de Presidencia de las Cortes para ... presentar la memoria de la Fiscalía de la Comunidad en el año 2023. Mena se ha referido a este aspecto cuando ha llegado a uno de los últimos capítulos que recoge el documento, bajo el título de 'Menores y redes sociales'. «Es un tema de obligado cumplimiento. Ahora, las redes sociales ponen al alcance de los adolescentes el sueño de buscar que te quieran, que te sigan y te admiren. Una situación que repercute en hechos delictivos o casi delictivos, especialmente con casos de ataques a la dignidad y a la libertad sexual», ha apuntado.
El fiscal superior también ha puesto el foco en la adicción que provoca el uso de los teléfonos móviles, especialmente entre los jóvenes. «Las compañías hacen estos algoritmos para que vuelvas a su producto. ofreciendo una realidad que se torna adictiva y que ayuda a expandir la ignorancia». Precisamente esto último, a lo que también se ha referido como «pensamiento crítico», ha sido otra de las claves que ha reiterado durante la presentación. «Se ha perdido ese interés de profundizar y las redes también promueven que los usuarios se queden en los titulares». Además de que también existen, como ha concretado, situaciones donde los menores cometen un acto delictivo, lo graban y lo publican con el objetivo de «conseguir likes». Frente a esto, Mena ha puesto de relevancia la importancia de la educación para frenar los supuestos más graves. «Habría que dedicar todos los esfuerzos necesarios, con toda la sociedad implicada y también en los colegios y centros de escolares, donde está el caldo de cultivo».
Una visión que también ha ejemplificado con algunos casos, como el de los trabajadores de Silicon Valley, quienes han restringido el uso del móvil a sus hijos. «¿Por qué no podemos hacer algo así aquí?», se ha preguntado Mena, quien ha aseverado que controlar el acceso al teléfono a los hijos no es «atentar contra su derecho a la intimidad». En relación con los menores y la tecnología, también se ha referido a que las redes sociales también pueden repercutir en hechos delictivos. «Los menores son víctimas de la tecnología. Los psicólogos hablan de que se dan insinuaciones sexuales no deseadas, hay una exposición de la intimidad a posibles depredadores sexuales y se dan situaciones de acoso. A los menores se les debería de alertar sobre los peligros de ciertas prácticas, pueden ser víctimas de algunas que son ilícitas y ellos lo desconocen», ha apuntado Mena.
Unas prácticas que muchas veces también se escudan bajo el anonimato que ofrecen las redes sociales. «Esto genera un multiplicador de los efectos adversos. Porque las víctimas son constatables, pero todo lo demás es etéreo por el anonimato. Los delitos clásicos son despreciables y castigables, pero afectan a víctimas más localizadas, con las redes existe un factor propagador que llega y perjudica a más personas». ¿La solución? «Implicar a toda la sociedad para revertir la situación, que al menos quienes no están en esta dinámica no lo hagan, e intentar que no entren más personas a la misma. Las redes sociales bien utilizadas y supervisadas por adultos responsables también proporciona a los jóvenes efectos positivos. Pero en su tiempo y su medida», ha concretado el fiscal superior.
Noticias relacionadas
Sergio García
Y más aún, Mena ha puesto el foco en las empresas que controlan las redes sociales. «La responsabilidad recae sobre estas, que actúan sin control. También entra aquí el acceso a la pornografía, que no solo puede ser ilegal, si no que también trae consecuencias psicológicas, comportamientos inadecuados e incluso agresiones sexuales. Educar es la clave para que los menores sepan que las redes influyen», ha zanjado.
El debate sobre los menores, las redes sociales y los teléfonos móviles ha sido una constante en la sociedad durante los últimos meses. La última actualización ha sido la elaboración del informe estatal del Ministerio de Juventud e Infancia, que encargó a 50 expertos realizar un documento para blindar a los niños en los entornos tecnológicos. Entre las recomendaciones se recoge por ejemplo el uso de móviles sin internet ni redes sociales para los niños y adolescentes de entre 6 y 16 años, o la restricción total para los niños de hasta seis años o poner coto a las pantallas en los colegios.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.