Valladolid

El final de la concesión condena a las gasolineras de Poniente, Circular y Vallsur

En la gasolinera de la Circular trabajan tres personas -dos a diario y una los fines de semana-, la estación de servicio de Vallsur tiene los mismos empleados y en los surtidores de Poniente solo hay un empleado después de que este año se redujera el horario de lunes a viernes de 9:00 a 17:00 horas. Los trabajadores de la Circular y Poniente aseguran que la incertidumbre por sus puestos de trabajo ha sido «enorme» en los últimos meses y que se ha agravado notablemente hace unos días. Tanto, que ni siquiera tienen claro si tendrán que ir a trabajar mañana, viernes 1 de septiembre. «Todo este tiempo hemos seguido trabajando bien, preguntábamos de vez en cuando al jefe y siempre nos decía que no se sabía nada. Nos dijeron hace un par de semanas que se cerraba definitivamente. Firmamos papeles, indemnizaciones y cuando se daba todo por hecho, la semana pasada nos dijeron que íbamos a seguir adelante. No sabemos por cuánto tiempo, pero imagino que si nos dicen que seguimos, no será para un par meses. Creemos que seguimos. Creemos», recalca con dudas Roberto Gijón, que lleva la friolera de 31 años y 10 meses en la empresa.

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Ante estas informaciones contradictorias, el gestor de las tres gasolineras, Moisés Sastre, no ha querido hacer declaraciones y se ha limitado a señalar sobre este asunto que no tenía «nada que decir», por lo que la incertidumbre de los trabajadores por su futuro continúa. «Yo mañana -por el viernes- tengo que ir a trabajar. Eso es lo que me ha dicho mi jefe», indica uno de los trabajadores, que no acierta a entender la razón por la que el Ayuntamiento ha anunciado que no se podrá suministrar gasolina a partir de mañana en estas estaciones de servicio, pero desde la empresa se les ha indicado que se seguía adelante. «Esto es una locura. Están jugando con la salud de las personas», remarca este empleado, que, si no hay cambios de última hora, acudirá a su puesto de trabajo mañana, día 1 de septiembre.

El único hecho constatado sobre este tema es que finaliza la concesión y el Ayuntamiento aún no ha decidido si sacará una nueva, tal y como informa el concejal de Urbanismo. «La decisión de quitarlas o ponerlas es política, pero no está tomada y no la voy a tomar yo en exclusiva», señala Zarandona, que no entiende la razón por la que se ha dicho a los trabajadores que seguía la actividad. «Si han dicho a los trabajadores que van a seguir, eso está muy mal dicho porque la empresa sabe desde febrero que el día 31 de agosto finaliza la concesión», concluye Zarandona.