Humoristas participantes en el espectáculo 'Lo de ferias'. el norte

«¡Cómo no vamos a hablar de las mascarillas, de la vacunación... si lo hemos vivido todos!»

El 'Humor de protección oficial' se transforma este año en 'Lo de ferias', el espectáculo con más representaciones de las fiestas de Valladolid

Víctor Vela

Valladolid

Jueves, 9 de septiembre 2021, 07:18

Quique Matilla es uno de los cómicos que junto con J. J. Vaquero, Álex Clavero, Fran El Chavo, Inés Acebes y Chapu forma parte de 'Lo de ferias', el espectáculo en el que se ha «reconvertido» el 'Humor de protección oficial', un clasicazo ya de ... las fiestas de Valladolid que llega con funciones diarias al auditorio de la Feria de Valladolid. Del 3 al 12 de septiembre. Viernes y sábado: 20:00 y 22:30 horas. Domingo, 18:00 y 20:30 horas. De lunes a jueves, 20:00 horas. Precio 15 euros.

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-Y ahora se llama 'Lo de ferias'.

-Todo el mundo nos preguntaba siempre: 'Oye, ¿vais a hacer lo de ferias?' Se ve que el nombre de protección oficial no llegó a cuajar (ríe)... Y ahora todo sea que pase al revés, que empecemos a llamarlo 'Lo de ferias' y la gente empiece a decir: 'Jo, pues me gustaba más cuando lo llamábais 'Humor de protección oficial'.

-O sea, por petición popular.

-Ha triunfado la voz del pueblo.

-Y en unas ferias que llegan de aquella manera.

-Pues sí. Van a ser unas 'raro-ferias'.

-Lo de ferias es muy vallisoletano.

-Sí, porque en otros sitios dicen fiestas o la feria. La feria de Málaga, la de Sevilla... Pero en singular. Lo de las ferias en plural debe ser muy castellano y quizá exclusivamente vallisoletano.

-Y de vuelta al escenario.

-El año pasado íbamos a haber hecho algo en la Feria de Muestras que al final no se pudo. Sí que hubo en el bar de Vaquero, pero yo ni pude participar. Y fue además por un tema anímico, después del bajón de todo el verano, de cómo venía el otoño... Les apoyé en la lejanía. Asi que estábamos con muchas ganas de hacer algo este año. Hace tres mesecillos vimos que, aun con restricciones de aforo y con precauciones, podíamos prepararlo. Y dijimos, vamos a tirarnos a la piscina. Teníamos la sensación de que la gente estaba con ganas, y por la cantidad de entradas que ya se han vendido sí que había, sí.

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-Os habéis convertido en un clásico.

-Y eso está muy guay. Mola, porque la razón primera por la que empezamos a hacer algo no fue por una inquietud artística, tampoco por decir: 'A lo mejor ganamos mucho dinero en fiestas'. No, fue porque nos gustan mucho las fiestas de Valladolid y queríamos estar y disfrutarlas. Cuando haces monólogos te toca viajar por toda España. Y comentábamos: 'Jo, es que en fiestas nunca estamos', porque uno se va a actuar a no sé dónde, el otro no sé qué. Y la única forma de poder estar aquí esos días era trabajando. Un día Vaquero, que es la cabeza pensante de todo esto, dijo: '¿Y si hacemos un espectáculo en fiestas, actuando en casa?'. Mola, con ese espíritu de nacimiento tan puro, haber logrado formar parte de las fiestas de Valladolid. Queríamos vivirlas como disfrutones, como usuarios de las fiestas... y ahora resulta que somos contenido.

-Desde hace ya...

-Son trece espectáculos en quince años, creo. Porque hubo dos que no lo organizamos: el año que Vaquero hizo 'La biblia' y el pasado por la pandemia.

-Y cada vez distinto.

-El cambio de este año se va a notar especialmente. Individualmente, cada uno hemos cambiado mucho. Como sociedad también. Y esta vez, con las restricciones de aforo, partíamos de un presupuesto menor. Hemos buscado una puesta en escena más minimalista. También porque no sabíamos el tiempo del que dispondríamos para prepararlo, por el uso de instalaciones, pendientes de posibles limitaciones. Así que dijimos: 'Vamos a ponérselo fácil a los atrezzistas, al iluminador, a los técnicos...'.

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-¿Se ha colado la covid en los temas?

-Por supuesto. Mira, el espectáculo es un mix. Recordamos 'lo de ferias' como si fuera un año normal, pero además con el añadido de esto que llevamos vivido tan raro. Va a ser la primera vez en la historia que haya un tema para hacer humor (por suerte también de esto se puede hacer humor) en el que no tengamos que empezar diciendo: '¿Les ha pasado a ustedes que...?' Pues sí, es que les ha pasado. El cien por cien de la gente hemos estado metidos en el mismo lío. Están las mascarillas, hemos hecho cachondeo con las vacunaciones, hemos estado confinados. Como es tan común, había que tocarlo sí o sí. Y había que hablar de las ferias, porque hay que mirar para adelante y pensar en el año que viene, ojalá, ya a lo bestia.

-¿Ha cambiado su humor en estos meses?

-Yo he ido contra principios. A finales de 2019 me había obligado a no hablar de los críos y dejar de ser el cómico papi de familia numerosa... pero viene el confinamiento y te encierra en casa con tus tres hijos unos cuantos meses... Así que han vuelto a salir temas. Lo bueno es que ha cambiado el puntito de vista desde el que lo cuento porque encaja fenomenal y, aunque no tengas hijos, empatizas mucho. Profesionalmente esto lo ha sacudido todo. Si siempre había incertidumbre en este trabajo nuestro, imagínate ahora que estamos pendientes de cualquier cambio de la normativa. De una semana para otra te puede cambiar. Por suerte, 'Lo de ferias' se nos ha respetado: con aforo al 75%, máximos de grupos de seis, butacas bloqueadas a los lados... Y de las macarillas vamos a estar superpendientes de que no se las quite nadie.

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-¡Cómo!

-Sí, sí. El que se la quite, bajo sus consecuencias, porque va a haber un señor con un micrófono desde el escenario, que se llama Vaquero, y como se la quiten, que se preparen (risas).

-La gente va con ganas...

-Lo de la pandemia ha entrado ya en todos los espectáculos de los cómicos. La gente ya ha visto en los programas hacer humor sobre esto... Y nos llega que hay ganas del público de Valladolid de ver cómo lo contamos nosotros. Y como la gente tenga la mitad de ganas de los que han venido a las actuaciones este verano, con unas ganas de reír locas, lo vamos a pasar... Los nervios son cero de 'a ver si sale algo mal' y son nervios de ansia. Ansia de que suene el inicio del espectáculo, vernos con la gente y hacer reír.

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-Son muchos días, muchas funciones... ¿hay cambios de la primera a la última?

-Hay mucha gente que cogía entradas para uno de los primeros días y para alguno de los últimos, para ver lo que cambiaba el espectáculo. Es verdad que ha habido algún año que desde el primer pase estaba todo super afinado y solo había que tocar dos cositas. Pero ha habido algún espectáculo en los que se cambiaba algún 'scketch', páginas enteras, toques en el monólogo individual, improvisaciones que van surgiendo y que se quedan y pasan al papel. El 100% del espectáculo está con guion, pero podemos irnos por las ramas, dejarnos llevar, jugar mucho... y si lo que hemos jugado nos gusta mucho, se queda.

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