Valladolid: ciudad de buena comida

Un sonido de gaitas y tambores proveniente del Centro asturiano acompaña al visitante a su entrada, al fondo y sobre el escenario interpretando danzas y música de Ávila, la agrupación 'La Muralla'. La llamadas 'casetas de arriba' esperan las oleadas de gente deseosa de probar los platos típicos de cada región. Solo el primer fin de semana de las fiestas se han acercado 40.000 visitantes. Y las previsiones de cara a los próximos días ayudan a creer en que la cifra puede aumentar.

Valladolid es ciudad de acogida, ya lo dejo claro el pregonero de este año, Roberto Enríquez y el alcalde, Óscar Puente. El ejemplo vivo y latente es la cantidad de ediciones que se llevan sucediendo de dicha fiestas de la gastronomía patria.

Erigida como una de los grandes atractivos y activos de las fiestas de Valladolid, la Feria de Folklore y Gastronomía de Valladolid repite una edición más, y ya van 35.

Este año, el recinto abrirá con 16 casas, una menos que el año pasado. Este año se han caído las casas de Extemadura y Castilla-La Mancha y se ha sumado una, la de Segovia. La caída de cuatro centros regionales en dos años, el pasado se fueron las de Burgos y Soria, responden a dos razones: la ecónomica, ya que no es viable económicamente para algunas y la falta de relevo generacional que ocupen el lugar dejado por los mayores.

Pese al futuro incierto, el presente se muestra diferente. A medida que cae la noche la gente se va acercando para degustar sus platos conocidos o, porqué no, saborear nuevos platos regionales.

Es díficil poder elegir que raciones y pinchos tomar. El aroma embrigador que desprenden las casetas no ayudan. Caminar entre la gente que se encuentra comiendo unos vistosos platos, tampoco. 'Butifarra' de la Casa Cataluña, empanada gallega, sidra o 'patatas al cabrales' de Asturias, 'chistorra' navarra, 'patatas revolconas' de Ávila, cecina de León; es como ir un supermercado para 'gourmets'.

Desde la Casa de La Rioja nos ofrecen como entrante champiñones con una receta especial: salsa de vino blanco, con ajo limón y un toque secreto; una receta especial, directa desde la calle Laurel de Logroño a Valladolid.

Como plato fuerte y contudente, la presidenta de la Casa de Zamora, Ana Varona, nos permite desgustar el arroz a la zamorana, un arroz acompañado con diferentes partes del cerdo, como costillas. La receta está hecha con «mucho mimo», como reconocen las 'maestras arroceras'.

Si de algo saben en Canarias son de patatas, de 'papas arrugadas' en concreto, desde las Islas ofrecen la versión suave de 'papas arrugadas' con mojopicón. Según han confensado, han tenido que cambiar de tipo de pimienta dado su picor extremo.

Y para acabar que mejor que un dulce típico de la 'tierruca'. Quesada para concluir de acompañar la experiencia gastronómica. Una comida 'ligerita' que permite atravesar la geografía de nuestro país y cruzar un oceáno dando solo unos pasos.

Las combinaciones pueden ser muchas, pero para eso hay que acercarse hasta los aledaños del Estadio José Zorrilla. La Feria de Folklore y Gastronomía de Valladolid es una experiencia en sí misma. También se puede disfrutar de algo que siempre va con la tierra , además de la comida: su música, canciones, bailes y tradiciones propias de cada rincón de España.

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