El tío Tragaldabas saldrá de la cuarentena y recorrerá los barrios en las fiestas de Valladolid

Se trata de uno de los emblemas de las fiestas de Valladolid desde 1946. Es año fue la primera vez que la atracción salió a la calle. Devoró su primer niño el 15 de septiembre de aquel año. Valladolid quiso acercar al Pisuerga el éxito que la figura del Gargantúa tenía en Bilbao, según contaba El Norte de Castilla los días previos al estreno. Lo presentaba el periódico como «un gran muñeco que se alimenta de chicos que luego expulsa por un tobogán». Para su decoración, se eligió la figura de «un campesino castellano muy grotesco, tocado con pavero y vestido con luenga capa». El diseño vallisoletano lo lideró Teodoro Rivera, quien contó con la ayuda de González Pintado (escultor), Julián Moreno (escayola), Luis González (cartón), Lucio Martín (hizo la plataforma)y Tomás Ruiz (el tobogán).

El nombre de Tragaldabas rinde homenaje a un cuento tradicional castellano, la historia de un 'comeniños' que se zampaba a las niñas curiosas que bajaban a por miel a la bodega de su abuela: 'Niño, niña, no pases de acá, que soy el Tragaldabas y te voy a tragar'. Con el buche lleno, tuvo que ser una hormiga la que acudiera al rescate de las chiquillas, para que las nietas pudieran regresar con su abuela: 'Yo soy la hormiguita de este pedregal, que te pego un mordisco y te hago bailar'. Y después de que la hormiga hincara los dientes en el trasero del Tragaldabas, el monstruo expulsaba a las crías.

La primera carroza que salió a las calles de Valladolid (y ya lo hizo con éxito aquel primer año) iba tirada por una pareja de bueyes. Dos años después, el artista valenciano Regino Mas (autor también de los gigantones, estrenados en 1947) rehizo la figura –debía presentar ya importantes daños con solo dos años de vida– e incorporó la tarta que sujeta con sus manos, a tan solo unos centímetros de la boca por la que se cuela la chavalería. El Norte de Castilla lo presentaba así el 21 de septiembre de 1948: «Este año ha venido otro tío Tragaldabas a la feria. Mejor concebido, realizado y presentado que el anterior, ha obtenido un gran éxito por parte de la chiquillería y es una nota de color en la feria vallisoletana».

La tía Melitona llegó muchos después. El nombre de la pareja del Tragaldabas procede de una popular jota. Y su estreno tuvo lugar en las fiestas de San Pedro Regalado de 1992. El Ayuntamiento buscaba una figura femenina que acompañara al ya popular tobogán 'comeniños' y encargó su construcción a la Casa de Oficios de la Madera. Costó dos millones de pesetas (12.000 euros).

Además del Tragaldabas y la Melitona, estas fiestas de 2021 contarán también con la participación de los gigantes y cabezudos, en la Plaza Mayor.

La programación infantil tendrá uno de sus escenarios principales en la chopera de Las Moreras, donde se instalarán hinchables y donde habrá espectáculos familiares de teatro, música y magia.