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Sonsoles Pérez-Minayo y Sara Santander muestran la oreja que había lanzado Rufo. Rodrigo Jiménez

Más ambiente en una tarde más caldeada

La plaza de toros de Zorrilla se levantó ante la cogida de Tomás Rufo, que no tuvo mayores consecuencias

Nieves Caballero

Valladolid

Viernes, 9 de septiembre 2022, 22:16

No se puede negar que la segunda corrida de la feria de la Virgen de San Lorenzo registró más ambiente en la plaza de toros de Valladolid. También subió la temperatura. Dicen que el sábado y el domingo van los grados para arriba, antes de desplomarse la temperatura y recibir las tan deseadas lluvias. Agua también esperada en la dehesas en las que se crían las reses bravas. Y si hablamos de toros fue un poco lamentable ver cómo hincaban las rodillas delanteras en el albero algunos de los morlacos. Al final, Morante de la Puebla, El Juli y Tomás Rufo lidiaron toros tanto de Domingo Hernández como de Garcigrande.

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El primero de la tarde no se devolvió, de manera que el sevillano tuvo que enfrentarse a un manso y decidió rematar la faena cuanto antes para no aburrir más al respetable. Algunos no lo interpretaron bien. ¿Será verdad que ha cambiado mucho la afición como dicen los más puristas?

Tomás Rufo pegó un buen susto y levantó a la plaza que el año pasado le vio tomar la alternativa cuando su primer toro le empitonó. Su cuadrilla le metió en volandas y el equipo médico se dirigió rápido hacia la enfermería, pero a los pocos segundos salió de nuevo al ruedo y los tendidos volvieron a ponerse en pie para aplaudir su valentía. La oreja que cortó Rufo en ese primer toro fue a parar a manos de las aficionadas Sonsoles Pérez-Minayo y Sara Santander, que no se lo creían. Estuvieron a punto de desmayarse de la emoción.

El empresario Isidoro Blázquez, de Jamones Blázquez, disfrutó de los lindo con los comentarios de la joven abonada Mirian Seco, que se ha convertido en toda una experta gracias a que su abuelo Antonio Barajas la lleva a los toros desde que tenía pañales. De hecho, Barajas conserva un abono que se sacó su padre en el año 1936, abono con el que piensa quedarse su nieta sí o sí. Mientras tanto, el alcalde de Íscar, José Andrés Sanz, un gran aficionado, confía en que el próximo año no encuentre tantas trabas como este y el municipio vallisoletano pueda programar toros en su coso. Algo que ha sido imposible este verano.

En las gradas altas se ve todas las tardes a muchos jóvenes. Pablo Peña, de 14 años, acudió a la plaza con sus amigos Íñigo García-Cruces, también de 14, y Nacho Sancho, de 16. Pablo explicaba que con el carnet joven les cuesta el abono 75 euros. Con estos precios más asequibles la empresa Funtausa intenta que aumente la afición entre la juventud.

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El peruano Andrés Roca Rey hará el paseíllo este sábado junto a Diego Urdiales y José María Manzanares para lidiar los astados de Victoriano del Río. Será la tarde de más caja. Mayor número de aficionados y más temperatura. Habrá que ver qué pasa.

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