Dos voluntarias preparando los platos más típicos de la caseta de Andalucía José Carlos Castillo

El sabor y la tradición se pesan por toneladas en las casetas regionales

Productos autóctonos de cada región, la colaboración de los voluntarios y el sabor del pan vallisoletano, hacen de estas casetas un éxito en Valladolid

Laura Negro

Valladolid

Viernes, 6 de septiembre 2024, 19:45

Uno de los grandes atractivos de las fiestas de la Virgen de San Lorenzo son las casetas regionales que ofrecen un recorrido por las tradiciones gastronómicas de distintas comunidades autónomas de España. Casetas, todas ellas, atendidas por los socios y voluntarios de las casas regionales ... . El Norte ha hablado con los responsables de cuatro de ellas, Asturias, Andalucía, Galicia y Canarias y todas comparten su apuesta por productos de su tierra, aunque hay un elemento común que todas consumen de Valladolid, el pan, que llega fresco cada día desde panaderías locales.

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La Caseta de Asturias es una de las más concurridas. Sus sabores y su ambiente festivo atraen cada día a muchos cientos de clientes. Manuel Barrigón es uno de sus responsables y cuenta con orgullo que la sidra es la estrella de su caseta en la que hay 60 colaboradores a turnos. «De media, cada día, se escancian unos 1.560 litros de sidra, se consumen unos 500 kilos de patatas y 30 quesos de Cabrales de 2,5 kilos cada uno. Se ve que a los vallisoletanos les encanta todo lo que sea de Asturias», comenta entre risas mientras muestra el enfriador donde conservan las botellas de sidra a 12ºC. «Al día cocinamos unos 150 kilos de chorizo a la sidra y vendemos unos 400 bollos preñados, aunque este sábado, a buen seguro, llegaremos a los 700. Todo viene directamente de Asturias, así, por ejemplo, los helados son de Llanes, la sidra de Quintueles… Menos el pan, todo viene de Asturias. El transporte nos encarece bastante, pero jugamos con unos márgenes mínimos y las raciones tienen un precio similar al que se puede pagar en Asturias. Quizás el producto que más puede encarecer es la sidra, que la tenemos a 5 euros y cuando nos devuelven el envase devolvemos 0,50 euros», explica.

Manuel Barrigón, segundo por la izquierda con otros voluntarios de la caseta J.C. Castillo

La caseta de Andalucía es reconocida por su animación flamenco y su exquisita oferta gastronómica. José Manuel Pérez, su vicepresidente nos recibe con una sonrisa y un vaso de delicioso rebujito. Desde primera hora de la mañana ya hay allí un equipo de voluntarios (son 73 en total repartidos en 3 turnos), preparando los platos. «Empleamos para las frituras 230 litros de aceite al día. Hemos conseguido optimizar el sistema para que aguante todo un día el aceite. También estamos ensayando otros procedimientos para que sea más fácil cambiar el aceite usado», informa este sevillano nacido en Camas y afincado en Tudela de Duero. En esta caseta compran a sus proveedores entre 5 y 6 toneladas de pescado para estos días de fiestas y elaboran varios miles de litros de rebujito. «La manzanilla es de Sanlúcar de Barrameda, las tortillitas de camarón de Cádiz, el fino es de Moriles, las gambas las compramos en Huelva, aunque no provienen de allí, porque debemos tener un equilibrio muy importante con el precio y sabemos que las de Huelva son demasiado caras. Las verduras también nos las sirven a diario desde nuestra tierra», opina. «Este modelo de las casetas regionales es único en Valladolid. Lo han intentado copiar muchas ciudades de España y no ha funcionado. Su éxito radica en que aquí todo el mundo trabaja como voluntario. Con lo que sacamos en estos días de fiesta, mantenemos las actividades de todo el año y organizamos una semana cultural para agradecer a los vallisoletanos lo bien que nos tratan», prosigue.

José Manuel Pérez, primero por la derecha con varios voluntarios de la caseta J. C. Castillo

La caseta de Galicia destaca por sus platos de marisco y pulpo a la gallega, que conquistan a los paladares más exigentes. Fernando Haquindey Pérez, natural de Santiago de Compostela es su vicepresidente y detalla el proceso logístico que hay detrás: «Los productos vienen todos de Galicia y nos vamos aprovisionando a lo largo de la semana y los almacenamos en cámaras sobre todo de cara al fin de semana. Intentamos que para el sábado y el domingo quede menos producto fresco para que no se estropee», cuenta. «El dato exacto de kilos de pulpo que consumimos a lo largo de la semana no lo sabemos, pero son varios miles, de los cuales salen unas 400 raciones diarias. Nos lo cocina un pulpeiro que viene de Carballino. De mejillones compramos entre 3.000 ó 4.000 kilos. Las empanadas nos las traen prácticamente a diario desde Allariz (Orense). Los pimientos de Padrón realmente los traemos de Herbón, que son los auténticos y de ellos vendemos unas 3.000 ó 4.000 raciones», comenta este gallego orgulloso de que en su caseta colaboren unos 50 socios en diferentes turnos. «El pan lo compramos aquí, porque nadie nos lo puede traer a diario desde Galicia. La venta de vino notamos que está a la baja y en cambio la cerveza cada vez se bebe más. Como no podía ser de otra manera, nosotros tenemos Estrella de Galicia, nos la sirve un distribuidor local y vendemos entre 4.000 y 5.000 litros en todas las fiestas», añade.

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Fernando Haquindey y las pulpeiras Carmen y Rocío de Carballino J. C. Castillo

Cada producto que se ofrece en la caseta de Canarias nos transporta a las islas afortunadas. María Emelina Martín, su presidenta, nos habla con entusiasmo de sus exquisiteces. Todo lo traen directamente desde el archipiélago, excepto su producto estrella, la papa, que la traen desde Íscar. «Es inviable traer las papas desde Canarias. Necesitaríamos un contenedor enorme y el precio sería totalmente desorbitado. Por una ración de papas con mojo picón cobramos 5,20 euros. Si las trajéramos de Canarias tendríamos que venderlas al doble. Además, al haber aduana, la entrega podría retrasarse mucho. Por eso, optamos por comprarlas en la provincia de Valladolid. Consumimos unos 6.000 kilos para todos los días de fiestas, de los cuales, unos 2.000 se cocinarán este sábado y domingo. Entre seis personas elaboramos el mojo picón y hacemos unos 1.000 litros para todos los días», explica la presidenta canaria.

Emelina Martín con varios sacos de papas llegadas desde Íscar J. C. Castillo

Plátanos de la Palma, vino de Tacoronte, quesos de la isla del Hierro, quesos majoreros de Fuerteventura, Ambrosías de Gran Canaria, miel de caña de azúcar... son algunos otros manjares que se pueden probar en esta caseta. «Vendemos mucho vino, mucho ron miel y mucho licor de plátano, pero este año, lo que más se está vendiendo es la cerveza. Y los que quieren sabores más típicos apuestan por el 'Aire Guanche' y la 'Brisa Canaria'. Son cientos los litros que hacemos de estas bebidas cuya receta es nuestra», comenta Emelina, quien avisa que el día fuerte será este sábado, cuando se celebre el Día de Canarias y actúe el grupo Cumbre Nueva de El Paso en la Isla de la Palma.

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Estas casetas son el espacio idóneo para celebrar la diversidad y la riqueza cultural y gastronómica de España. Los productos de cada región se presentan con el sello de calidad que solo pueden dar la tradición y el denominador común del pan vallisoletano.

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