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¿Quedamos en Asturias o en Melilla? No. No nos hemos vuelto locos. La ruta gastronómica que presenta esta semana El Norte de Castilla, no va de hacer kilómetros. Se trata de un recorrido por lo mejor de la gastronomía española, pero sin salir de ... Pucela. Y es que, Galicia y Andalucía nunca antes habían estado tan cerca como en las casetas regionales de estas Ferias de Valladolid. Pasear por este gran recinto, que este año está bajo cubierto, se convierte en un delicioso recorrido por las mejores recetas del país. Recetas tradicionales, que han pasado de generación en generación y que son elaboradas de forma totalmente artesanal. La butifarra catalana, las patatas a la riojana, la morcilla leonesa o la tarta de ponche segoviano, son sólo algunas de las muchas exquisiteces que estos días pueden degustarse en esta feria 'de arriba', que se ha convertido en uno de los eventos favoritos de los vallisoletanos en estos días. ¿Qué? ¿Nos vemos en Canarias y antes hacemos una parada en Navarra?
Casa de Zamora
El primero de los destinos es la Casa de Zamora. Aquí, Isabel Fernández lleva 30 años tras los fogones. Tiene bien dominada la receta del plato estrella de esta casa regional, el arroz a la zamorana. Hasta 60 paelleras han llegado a cocinar en un solo día. «Hoy por la mañana han salido 32», señala orgullosa su compañera de delantal y espumadera, Juliana Blanco, quien también lleva 22 años colaborando en esta casa. «Este año es un no parar», comentan ambas mientras remueven el arroz con tanto mimo como salero. La presidenta, María Tránsito Herrero, sabe que estos días hay que aprovechar. Son fechas de mucho trabajo, pero gracias a los ingresos que consiguen, pueden sacar adelante el resto de actividades del año. «El arroz a la zamorana es lo más demandado y no es de extrañar, porque está delicioso, sobre todo si se acompaña de un buen tinto de Toro», invita. Y tiene razón. El arroz, que está acompañado de carne de cerdo, chichas, costillas, magro y jamón, no puede estar mejor. «Esto es hecho y comido. La gente no nos da ni tiempo para que el arroz se asiente», prosigue la presidenta, quien se enorgullece de otras especialidades como las chichas, el chorizo frito, el escabeche, la empanada y también el hornazo. «Los postres los hacemos con leche Gaza, como no podía ser de otra manera. Los que más gustan son las cuajadas y los batidos de chocolate», zanja.
Centro asturiano
A un paso está el Centro Asturiano. Hay que abrirse hueco. Está a tope y, eso sí, no te tienen que importar las salpicaduras, porque aquí lo suyo es escanciar sidra que, culín a culín, al final corre por litros. Nos ofrecen para comer bollos preñaos, canapés de cabrales y chorizo a la sidra. Entre los platos de cuchara tenemos para elegir callos o la reina de la gastronomía asturiana, la fabada.
Caseta de Melilla
Y desde el norte de España, nos vamos al sur. Muy al sur. Hasta Melilla. Para probar su delicioso pincho moruno y sus famosas croquetas. También sus mejillones en salsa y el tallín de carne con patatas. No podemos irnos sin probar el abisinio de crema. Para chuparse los dedos.
Caseta de las Islas Baleares
Continuamos esta ruta en la caseta de las Islas Baleares la novedad de esta feria. Ha tenido buen estreno y el público hace cola para degustar sus muchas y exquisitas elaboraciones. Hay una que destaca sobre el resto, la 'miniburger Rafael Nadal', tan vistosa como deliciosa. «Está increíble», señalan Laura Caballero y Marta Águeda, camarera y cocinera de esta casa regional. «Se la hemos dedicado al tenista porque es un gran referente para niños y grandes. La carne lleva aceite de trufa y va cubierta de salsa de miel mostaza, rúcula y mouse de foie. La coronamos con una bandera de España que llama mucho la atención», prosiguen. La propuesta culinaria aquí es de lo más atractiva y variada. Hay tostas de sobrasada, arroz mar y montaña, montaditos de ternera con queso de Mahón, chipirones ibicencos fritos y, por supuesto, no podía faltar el postre rey de esta comunidad autónoma, la ensaimada, que está para chuparse los dedos.
Caseta de Canarias
Y de islas a islas y pedimos porque nos toca. Y en Canarias lo que toca pedir son las papas 'arrugás' con mojo picón. Las sirve Emelina Martín, presidenta de esta caseta regional. «Son lo más típico y las cocinamos con abundante sal gorda para que se arruguen. Una vez hechas, las regamos con mojo picón, para darles un toque alegre. Lo hacemos con pimienta roja, ajo, cominos, sal, aceite y vinagre», cuenta orgullosa de su plato. «Están riquísimas, sobre todo, si van acompañadas con vino blanco de Tenerife. Estas papas nos las encuentras en ningún otro sitio. Un día normal, cocemos unos 700 kilos diarios y hacemos unos 150 litros de mojo», afirma mientras presenta una ración. En esta caseta hay que probar también la carne fiesta, el pincho de queso con guayaba, los churros de pescado y para beber, el aire guanche.
Caseta de Murcia
Nos vamos hasta Murcia, donde ofrecen sardinas a la brasa, tapas de atún rojo y espeto de pulpo. Para refrescar el gaznate, tenemos agua de Murcia, pero no se dejen engañar, porque tiene de todo, menos agua. Vodka, champán, refresco de limón, azúcar y hielo. Se sirve muy fría y entra… fenomenal.
Casa de Cultura y Hogar Navarro
Pero ¡Cuidadín! Que hay que reservarse para continuar la ruta por la Casa de Cultura y Hogar Navarro, donde la chistorra, bien en pinchos o bien con migas, se lleva la palma. También los espárragos y para los más atrevidos las piparras. Algunos no aguantan el picor y las acompañan con pan, otros recurren a un remedio mejor, beber un buen zurracapote, con el que se calma todo.
Caseta de Andalucía
Y llegamos a la que quizá sea una de las casetas con más animación de la feria. La de Andalucía. José Manuel Gómez, su vicepresidente, muestra a El Norte sus grandes instalaciones en las que colaboran más de 70 voluntarios. «Con esta caseta cumplimos un doble objetivo. Por un lado, devolver a Valladolid tanto como nos ha hado a aquellos que venimos de alguna de las provincias de Andalucía. En segundo lugar, en estos días obtenemos una importantísima fuente de financiación con la que podemos sufragar los gastos de todo el año», informa este sevillano nacido en Camas y afincado en Tudela de Duero.
Las casetas están a tope y hay ganas de disfrutar por parte de todos, pero según asegura que la crisis se está notando. «Nunca hemos vendido tantas papas aliñás y aceitunas como este año. Son los platos más económicos de todos los que ofrecemos. También está saliendo muy bien el bocata de calamares, que no ha subido de precio, pero en lo que somos especialistas es en el pescaíto frito. No hemos repercutido la subida de los precios del pescado. Si lo hubiéramos hecho, habríamos tenido que subir unos dos euros cada ración», dice mientras saca de detrás de la barra una ración de cazón en adobo y otra de chopitos.
«El cazón es una receta tradicional de siglos. Está buenísimo. El único que supera al que hacemos aquí, es el de mi madre», dice con buen humor. «También nos piden mucho las tortillitas de camarón de Cádiz, la berenjena con miel de caña y, sobre todo, el rebujito, que se vende por litros y litros. Es nuestro oro líquido. El que hacemos en esta feria de Valladolid diferente al que se bebe en Andalucía. Allí lo tomamos transparente. Aquí tiene un color dorado y es porque le echamos un chorrito de Pedro Ximénez. Es nuestro secreto», concluye.
Caseta de Galicia
Y de Andalucía, nos vamos a la otra punta de España. A Galicia. Tras la barra nos encontramos con Fernando, vicepresidente de la Casa de Galicia en Valladolid. «Si queréis saber mi apellido, tengo que enseñaros en DNI», dice al tiempo tira de cartera. «Harguindey Pérez. Soy de Santiago de Compostela y aunque no lo parezca, mi apellido también», comenta. En esta caseta el pulpo es el rey. También el mejillón. Y la empanada. Y los pimientos de Padrón, que unos pican y otros no. Y… por supuesto, el albariño. «También tenemos oreja, muy típica de Galicia y que en esta tierra gusta mucho. El pulpo es un producto caro, a 14 euros la ración, pero se demanda muchísimo. Este año están saliendo entre 400 y 500 raciones diarias. Nos lo cocinan unos pulpeiros de Carballiño que son de lo mejor haciendo lo suyo», invita.
Caseta de la Comunidad Valenciana
Nos acercamos a la caseta de la Comunidad Valenciana, que ofrece migas alicantinas, arroz negro, fideuá, aunque la tapa estrella es la paella valenciana. ¡Qué olorcito! Estas delicias se pueden acompañar con agua de Valencia o con unos fartons mojados en horchata. ¡Buenísimos! Lo mismo que en el Centro Segoviano, donde lo más típico es el pincho de lechazo. «De lechazo, lechazo», dicen. También el cochifrito, sin olvidarnos de los judiones de la granja. Aquí de postre podemos disfrutar con un segovianito con café helado y whisky o una tarta de ponche segoviano.
Caseta de Cantabria
Continuamos hasta Cantabria. Esta caseta regional tiene las brasas a tope, pues no paran de salir raciones y más raciones, de sardinas asadas. También de rabas, marmitas de bonitos y de alubias con almejas. Otra de sus exquisiteces es el queso de nata con anchoas y… no podía faltar de postre la quesada pasiega.
Centro Leonés Virgen del Camino
La siguiente parada en esta ruta por toda España, es el Centro Leonés Virgen del Camino. Es miércoles y ha habido cocido maragato. Nos lo hemos perdido, pero lo que no podemos perdernos es la morcilla, las jijas y la cecina que, regados con los vinos de la variedad prieto picudo, son de lo más. Aquí, uno de los voluntarios anima el cotarro con un gracioso disfraz de León y con un cartel que lleva colgado y que reza lo siguiente. «Da bote al león y verás que fiestón». Y efectivamente, cada vez que le dan propina, hace sonar una campana y… menuda juerga montan los leoneses.
Casa Charra
En la Casa Charra, que está al lado, triunfan las chichas de la matanza y el hornazo, pero, sobre todo, las patatas 'meneás' que, según Mariluz Blanco, presidenta de esta casa, son lo más demandado. «Las cocemos con laurel, cominos, ajo, cebolla y pimentón. Hacemos entre 5 y 7 sacos diarios y no dejamos de pelar patatas en todo el día. El ambiente es fenomenal este año. Tras dos años de clausura en casa, todos teníamos muchas ganas de pasarlo bien», dice esta charra.
Casa de la Rioja
En la Casa de la Rioja lo que más triunfa son los champiñones, con una salsa que está de vicio. También las patatas a la riojana, la tapa de jamón con pimiento o el fajito, que acompañamos con los caldos de la tierra y con una deliciosísima tarta de queso.
Caseta de Cataluña
En Cataluña es un espectáculo ver cómo el tomate corre a raudales y se unta en las tostas que luego se coronan con jamón o bien con butifarra. De postre podemos elegir entre crema catalana o una torrija. Difícil elección. Terminamos la ruta de la mejor manera posible.
Caseta de Ávila
En Ávila disfrutando de un buen plato de patatas revolconas y de picadillo de matanza. Aquí también el queso de cabra con pimentón, tiene una gran aceptación, lo mismo que el hornazo. Y ahora si que si, llega el postre definitivo de este recorrido por la gastronomía española. Las yemas de Santa Teresa. Uno no se puede ir de esta feria sin probarlas. ¡Son lo más!
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