«Es posible hacer reír a la gente sin ofender a nadie»

'Que Dios nos pille confesados' es el espectáculo que ofrecerá durante las ferias de Valladolid en el Teatro Zorrilla los días 1 y 2 de septiembre dónde el actor y humorista, que también asume el rol de director, expone una comedia que combina el humor absurdo y moderno en un homenaje a la maestra del misterio, Agatha Christie. Esta pieza no solo destaca por su originalidad, ya que es la primera obra de creación propia de Yuste, sino también por su enfoque entretenido y misterioso. La trama se desarrolla en torno a un robo, muy al estilo de una novela de Christie, pero tratada con una dosis significativa de humor característica del actor madrileño. Un cuadro del Greco, en posesión de una marquesa, es el centro de la historia que se va complicando con giros inesperados que cambian completamente la percepción del espectador. «Lo que yo creía que era blanco, ahora es negro», comenta Yuste subrayando la capacidad de la obra para sorprender y mantener a la audiencia en vilo.

Para Yuste, la risa es mucho más que un simple acto reflejo; es una necesidad vital en un mundo donde los problemas y las preocupaciones suelen nublar nuestra cotidianidad. «La risa siempre viene bien», afirma, destacando cómo reir puede ser una especie de terapia que «nos deja renovados y frescos por dentro». Esta perspectiva resalta la importancia de la comedia en tiempos difíciles, donde la risa es toda una herramienta. Josema enfatiza que el público, tras ver la obra, se lleva una sensación de liberación, una hora y media de risa continua que no solo es saludable, sino «imprescindible en los tiempos que corren». La risa, desde ese enfoque, es casi un ascto de resistencia contra la seriedad que muchas veces impone la vida.

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El actor-director también reflexiona sobre los desafíos de hacer comedia en un momento donde la línea entre la risa y la ofensa se ha vuelto cada vez más fina. Aunque admite que ciertos temas como la religión o los aspectos físicos de una persona son delicados y deben ser tratados con cuidado, también cree firmemente en la capacidad de hacer reír sin necesidad de ofender. «Se puede hacer reír a la gente sin necesidad de ofender prácticamente a nadie», sostiene, reconociendo al mismo tiempo que es imposible gustarle a todo el mundo y que siempre habrá alguien que se sienta ofendido, pero su objetivo es minimizar este riesgo.

Contrario a lo que muchos podrían pensar, hacer reír no es una tarea sencilla. La comedia exige un esfuerzo constante para mantener al público entretenido durante toda la representación. La intención de la obra es clara: ofrecer al espectador un escape, un momento de risa que lo libere de las preocupaciones diarias. «La risa no puede ser esporádica, debe ser constante y sostenida». La comedia 'Que Dios nos pille confesados' no persigue transmitir un mensaje profundo o moralista. En palabras del propio cómico «buscamos hacer reír, lo cual, ya es bastante difícil».

A través de esta historia al más puro estilo Agatha Christie, el humor se convierte en el verdadero protagonista, mostrando que la comedia cuando se hace bien, puede ser una forma de arte tan compleja y entretenida como cualquier otro género. 'Que Dios nos pille confesados' es, sin lugar a dudas, una prueba del compromiso de Josema con la comedia y su capacidad para adaptarse a la sociedad de hoy en día sin perder su esencia tan característica. Es un recordatorio de que, aunque el humor pueda llegar a ser un terreno resbaladizo, sigue siendo una herramienta fundamental para sobrellevar los malos momentos a los que hay que hacer frente.