
La música surcoreana causa furor en las calles de Valladolid
Los fanáticos del K-pop salen a la Plaza de España para gozar de este género musical que es fenómeno de masas
Los fanáticos del K-pop o Korean Pop, no paran de crecer en todo el mundo. También en Valladolid. Este género musical nacido en Corea del Sur, vive su época dorada. Grupos como BTS, Blackpink, The Boyz, Twice o Girl´s Generation levantan pasiones con su música, sus ritmos, sus letras y, sobre todo, con su cuidada estética. En la tarde del sábado, en la Plaza de España y el marco de las Ferias, los kpopers pucelanos disfrutaron a lo grande con un evento organizado por la academia de baile Farah Diva en el que participaron sus alumnos y profesores, y en el que también hicieron participar a los transeúntes de la ciudad.
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Primeramente, tuvo lugar una exhibición en la que las alumnas de la escuela mostraron lo aprendido durante el curso pasado en las diferentes disciplinas de baile: oriental, tribal fusión, burlesque, tango, polinesio y, por supuesto, K-pop. A continuación, se dio paso a un Random Play Dance. La música empezó a sonar y a los primeros acordes muchos saltaron a la pista para darlo todo. Los alumnos y espontáneos pasaron un buen rato lleno de emoción y de coreografías casi imposibles, que no dejaron lugar a la improvisación. Al fondo sonaban de forma aleatoria las pegadizas melodías de sus grupos y solistas favoritos. En 15 segundos de canción, debían mostrar su dominio de la coreografía. Las chicas presumían de un estilo sutil y hasta sensual. Los pocos chicos que saltaron a la pista, dieron buena muestra de movimientos hiphoperos, más bruscos y rápidos. Así es el K-pop, un género que ha tomado influencias del hip hop, del dancehall, de la danza moderna, el jazz, el popping e incluso de las artes marciales, para llevarlos a su terreno. Ana Sanz, directora de la escuela Farah Diva, explica que se trata de un género musical que se nutre de un conjunto de estilos diferentes, que se suele bailar en grupo y que, en las franjas de edad más jóvenes, crea pasión. «Hace tres años que incluimos el K-pop entre nuestras actividades y cada vez tiene más aceptación entre el público adolescente. Actualmente tenemos 60 alumnas de entre 11 y 20 años, que son dirigidas por el profesor Omar García. Lo más especial, además de sus coreografías, es que los adolescentes lo han incluido dentro de su ocio. Se ha creado una especie de mitomanía alrededor de estos grupos coreanos. Lo más positivo es que hacen una gran actividad física, sociabilizan, realizan actividades colectivas y personales, de forma que no están tan enganchados al móvil y a las redes sociales», subraya.
«No somos gente rara»
Adriana Francisco es una de las alumnas de K-pop de esta escuela. Tiene 12 años y como la mayoría de las kpopers, se siente muy identificada con la cultura asiática y de otras tendencias como el cosplay. Su mayor idol (así es como se denomina a los artistas), es el grupo Blackpink, del que le encanta toda su estética, desde los videoclips a los álbumes. Una estética que ella se toma muy en serio y que luce de forma impecable. «Hace años que sigo a este grupo. Tienen canciones fantásticas y con millones de visitas en Youtube. En España se escucha mucho reguetón, pero el K-pop está empezando a despegar. Es un estilo que tiene algo especial», dice esta joven.

Los amigos Cristian Stavre y Esther Campos, de 19 y 20 años respectivamente, fueron algunos de los espontáneos que saltaron y brillaron en la pista. Lo hicieron con gran estilo y seguridad y conocían la mayor parte de las coreos, especialmente las de sus grupos favoritos, NCT y Stray Kids. «Habíamos participado en randoms que organizábamos entre amigos. La de hoy ha sido muy especial y muy profesional. Los movimientos que requiere este estilo son muy sofisticados y el hecho de aprenderlos y venir a compartirlos con otra gente, es un gran aliciente para nosotros», dicen estos kpopers. «Este baile está muy estigmatizado, pero de ninguna manera somos gente rara. El K-pop lo puede bailar cualquiera, sin importar la edad», añaden.
Irene Gordoncillo, de 12 años, también forma parte del fandom kpoper y no quiso perderse la oportunidad de acudir a esta cita y mostrar ante el público callejero, las coreografías que ha aprendido a través de video en la red. «Me encanta Stray Kids y éste ha sido mi primer random. Muchas de las coreografías no me las sabía, pero ha sido muy divertido participar», concluye muy contenta.
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