Fiestas 2024

La multitud arropa a la Virgen de San Lorenzo en su día grande

Como los artistas que descendieron del escenario de la Plaza Mayor a cantar con sus fans, como los hosteleros que preguntaron a los comensales por sus viandas, como los alfareros que enseñaron a modelar sus creaciones, como las comparsas que enseñaron a bailar y danzar a los gigantes y cabezudos… Y Nuestra Señora de San Lorenzo también caminó, contempló, reconfortó e incluso socorrió a miles de vallisoletanos que se encontraron con la imagen mariana prácticamente de tú a tú. Celebración de multitudes mientras muchos estaban citados con ella participando más de los actos religiosos del día pero también de los muchísimos que acudieron a su encuentro callejero o también los muchos que se la cruzaron por casualidad.

Y no defraudó a la multitud en el milagro anual en que los vallisoletanos comparten pan y vino con una Catedral abarrotada pero también con un ambiente gastronómico callejero cuyo humear competía con el incienso además de los que iban y venían buscando sombra en una mañana donde el sol también quiso estar muy presente. Irradiando luz a los vallisoletanos que escoltaron el desfile procesional integrado por la hermandad, acólitos, cofrades y cuadrilla de cargadores del paso, la comitiva gubernamental civil y religiosa y... ¡La Virgen de San Lorenzo! El armonioso discurrir de la pequeña talla gracias al cadente ritmo de sus porteadores que trasladaron a la alcadesa perpetua de la capital, con su bastón de mando incluido, entre la Parroquia de San Lorenzo y la Seo Matropolitana escoltada por la Policía Municipal uniformada de gala.

Fue una procesión festiva aún con la seriedad que imprime el carácter castellano pero con muchas voces de alegría, de vivas a la patrona y con la música de la escuela municipal que conquistó al personal dado que muchos siguieron la procesión al paso de la Virgen y la cadencia de los alumnos y profesores de las aulas de Mariano de las Heras. Un apartado sonoro que a su vez abría la Banda de Cornetas y Tambores Pureza en lo que consiguieron una sobresaliente calidad musical, además, «interrumpida, pero bien interrumpida», como se emocionaban los integrantes de una y otra formación, por los numerosos aplausos en la calle y en el interior catedralicio dirigidos a la Patrona amén del esfuerzo cofrade y musical.

La jornada en definitiva fue muy bulliciosa aún en diferentes ámbitos y espacios: el más de nervios y de espera al comienzo de la mañana y antes de la salida de su templo parroquial con cofrades, políticos y autoridades arzobispales encabezados por el prelado Luis Argüello y el regidor Jesús Julio Carnero saludándose hasta otros de querer estar en primera fila para ver a la imagen de cerca en un atrio lleno de fieles junto con otros momentos de gente en balcones, de escolta por las aceras de todo el recorrido o del espacio de la alfombra artística de la Plaza Mayor atestado de curiosos admirando un colorista manto pisado a la vuelta los hijos de la Virgen de San Lorenzo, los mismos que hicieron por elevar al cielo las peticiones de los vallisoletanos. Pero el espacio que más atención originó fue el entorno de la Catedral donde tanto a la entrada como a la salida de las andas procesionales, a la hora del café tardío de fiestas y del comienzo del vermú, respectivamente, se congregaron miles de personas advertidos por las campanillas de los niños ante el espectáculo para los corazones y la vista, para los píos y los menos píos, pero que la patrona a todos reunió.

Homilía de domingo

Una reunión de vallisoletanos que entraron a la Catedral con bancos y sillas ocupados con más de media hora de antelación y decenas de personas de pie haciéndose hueco entre las grandes columnas herrerianas para participar de esta eucaristía. Una cita dominical, precisamente, sobre la que ahondó el arzobispo de Valladolid en su homilía recordando que este día feriado «es día de fe, de esperanza y de caridad, de convicción, comunión y misión». «¡Felices fiestas y feliz domingo!» saludó Luis Argüello al describir el domingo como «día de los días» en lo que este año ha significado la última jornada de las fiestas grandes de la ciudad, si bien es verdad que el prelado aprovechó la celebración patronal para señalar que «es un día irrenunciable» animando al tiempo a reavivar su celebración y sentido: «Sin el domingo no podemos vivir» .

Fue el día de Nuestra Señora de San Lorenzo donde hizo nostalgia del sentido del domingo hablando de «compañía y peregrinación» entre las personas salvaguardándolo ante la cultura del fin de semana ofreciendo así «un nuevo coloquio entre la vida privada y la vida pública». En este sentido y amparado bajo el manto de la Patrona de Valladolid, mirándola a los ojos, alertó a los cristianos de que es importante que se reúnan en domingo «para expresar así plenamente la identidad misma de la Iglesia, asamblea convocada por el Señor resucitado».

Unas palabras de solidaridad y afecto con las que trasladó su mensaje del domingo «como día del hombre» a una sociedad que «lo vive como día feriado sin mayor significación, pero con nostalgia de sentido», determinó Luis Argüello al exclamar: «¡Cuántas nuevas liturgias se viven hoy en el fin de semana, especialmente, en el deporte, la música y los viajes, como forma de seguir expresando compañía, trascendencia y peregrinación!». Así, significó el grito de Jesús en el evangelio leído, Effetá, la palabra bautismal con la que animó a todos, a ciudadanos y a autoridades civiles y militares, «a no ser sordos a los gemidos de los pobres, ni mudos a la hora de anunciar la verdad y defender la justicia».

Procesión de momentos

Más de dos décadas en que se recuperó la procesión de la Patrona de Valladolid en que año a año ha sumado muchos devotos, seguidores y admiradores de uno de los actos festivos que lo han convertido en imprescindible en el programa, como días atrás afirmaban desde la propia hermandad. Y así lo atestiguan los datos vividos en la mañana de este domingo con un centro histórico abarrotado, una Catedral completamente llena y, por ejemplo, unos bancos de autoridades también repletos: desde las autoridades militares hasta las políticas como el subdelegado del Gobierno, Jacinto Canales, el regidor vallisoletano, Jesús Julio Carnero, que presidía la Corporación Municipal, o el presidente de la Diputación, Conrado Íscar, además de la delegada territorial de la Junta, Raquel Alonso, la consejera de Agricultura y Ganadería de la Administración Regional, María González, o la diputada nacional Mercedes Cantalapiedra.

Un apoyo institucional masivo para prácticamente cerrar la feria y fiestas vallisoletanas con una petición institucional a la Virgen de San Lorenzo que hizo el propio alcalde justo al comienzo de la procesión festiva: “Que todos los vallisoletanos puedan realizar su proyecto de vida en Valladolid”. Fue un mensaje dirigido especialmente a los jóvenes “para que vean realizado su proyecto de vida en su ciudad natal” e incluso lo amplió acordándose de toda la comunidad venezolana en la capital vallisoletana mostrándoles además su apoyo desde el punto de vista social e institucional.