Fiestas de Valladolid
Marchando un Rot con Veneno para beberse la noche festiva en la Plaza MayorFiestas de Valladolid
Marchando un Rot con Veneno para beberse la noche festiva en la Plaza Mayor«Yo solo quería rock and roll», reconoce Ariel Rot en 'El vals de los recuerdos'. Tenía 16 años cuando llegó a España (era 1976) y el país despertaba al tiempo que Ariel destrozaba sus juguetes y decía a la adolescencia adiós. Madrid se ... preparaba para ser una fiesta (muy movida) y aquel joven llegado de Argentina y que solo quería rock se encargaría de ponerle al guateque la banda sonora (y qué lujo de bso). «Pasaron coches, altavoces, mujeres, amigos, desencuentros», canta en este valsecito que mira por el retrovisor (los focos rojos como luces de freno) y con el que comienza una noche festiva de memorias desbloqueadas y amor a la guitarra. Primero, la eléctrica, con Rot & Roll. Luego, la española y flamenquita, con Kiko Veneno. Septiembre se estrena, qué gustazo escucharlo, qué placer escribirlo, con kilates musicales en la Plaza Mayor.
Publicidad
«Yo solo quería rock and roll», dice Ariel Rot, el músico que estuvo en el cogollo rockero de finales del siglo XX. Bebió tequila hasta emborracharse de canciones. Se quedó de rodríguez en los escenarios mientras la familia le escuchaba desde ahí abajo cantar. Su talento fue combustible para dos de los proyectos musicales más bailados, coreados, recordados, imitados, añorados y reivindicados del pop rock español finisecular. Así que, cómo no celebrar que esta noche, de nuevo en vivo, suenan temazos como 'Dulce condena', una de esas herencias musicales que enriquecieron las colecciones de casettes tdk, que edificaron tantas torretas de cedés levantadas durante los años 90.
Este recuerdo más que pasajero, esta ilusión que llega, es una muesca más de una noche de recupera temazos de vidas anteriores, como 'Quiero besarte', como 'Milonga del marinero y el capitán', como ese 'Rock and roll en la plaza del pueblo' que aquí llega reconvertido en blues. «Sin el blues haríamos un rock de plástico», dice Rot, quien no solo no le tiene miedo a los largos interludios instrumentales, sino que incluso se atreve a incluir un tema sin letra en el repertorio, 'Confesiones de un comedor de pizza'. En 'Bruma en la Castellana' invita al público a cantar, con «esas voces inspiradas, sexys, cachondas, vacilonas». Y no hace falta que insista mucho para que coreen con él el «uiuiú» de 'Hace calor'.
Antes suena 'Baile de ilusiones' («y el que no baile está muerto»), donde las letras del roquero vuelven a remover las ascuas de ese fuego que ya es solo cenizas, de ese amor atrapado en fotografías rotas, de ese corazón en tiritas que hoy palpita solo a la intemperie. Ariel Rot nos convence con sus canciones de que el recuerdo (casi) siempre es triste. Sobre todo, si es el recuerdo de aquel momento en el que alguna vez fuiste con alguien feliz. Y nos canta que tantas veces el amor es lo que de él ha quedado. «Ahora veo tu ventana con las luces apagadas», suena en 'El mundo de ayer'. «El instinto me hace señas, pero sé que ya no hay vuelta atrás», dice en 'Adiós, carnaval'. «Podría ponerme de rodillas, rogarte que no me abandones», entona en 'Dos de corazones'. 'Ya no queda nada, la caja está vacía yo sabía que ese día tu te irías», apuntala en 'Vicios caros'.
Publicidad
Hay en muchas de las canciones de Rot un lamerse las heridas en clave de sol, una querencia por ponerle acordes a esos placeres que duelen, como cuando el fisio te destroza el cuello, como cuando lees un libro que te gusta aunque tenga letra de hormiga por criar, como cuando piensas en esa relación que en algún momento se echó a perder. Son muchos de sus temas un homenaje a ese amante torturado que intenta convencerse de que recordar es devolver a la vida un pasado que murió. Ella no está, pero mis canciones cuentan que la echo de menos. Ella se marchó y aquí quedé yo, con este daño inútil e intenso, como la herida de un folio en la yema del dedo. Ella me dejó y de la brasa de aquello nace esta canción.
Esta mirada (a veces atormentada, otras cínica, ya superada) del amor que pasó está también en otro de los exitazos de la noche, en una de esas canciones que ya por sí solas valen por todo un concierto. Si Ariel Rot dice «te extraño cuando llega la noche» (lo canta en 'Me estás atrapando otra vez'), Kiko Veneno insiste en ello a la mañana siguiente, cuando enumera las añoranzas del que se sabe abandonado: la cama revuelta, el zumo de naranja y sí, las revistas abiertas. La primera vez que el público coreó 'Echo de menos' fue en 1992. Kiko Veneno salía de unos años de búsqueda infructuosa. José María López Sanfeliu había despedido los 70 de la mano de Rafael y Raimundo Amador (juntos fueron Veneno) y de Camarón de la Isla, con quien colaboró en 'La leyenda del tiempo'.
Publicidad
Noticias relacionadas
Víctor Vela
Víctor Vela
Firmó ese monumento rumbero que es 'Volando voy', un reconocimiento a todos aquellos que se enamoran hasta las trancas de la vida, aunque a veces duela. Y la vida dolió mucho durante los 80, cuando la música de Kiko Veneno no terminó de cuajar. Fueron años de intentonas varias hasta que a principios de los 90, con el empuje de Santiago Auserón (juntos habían conjurado el futuro en 'La bola de cristal'), se echó un cantecito en forma de discazo. Ahí estaba ese 'Echo de menos'. También 'Superhéroes de barrio'. O ese 'Fuego' con el que Kiko Veneno ha comenzado su concierto en Valladolid, más allá de la medianoche, con los pulgares levantados y un gesto como de lanzarse al público en plancha.
Luego vienen 'Los delincuentes', en un repertorio inspirado que incluye temas como 'Lobo López', donde insiste en el hilo conductor de la noche: la pareja que se rompió, la chica que se fue, el tío que todavía sigue enganchado cuando por la calle la ve volver. «Estaba sufriendo, su amor se le iba», canta Kiko Veneno, lobito bueno, en esta 'bossa nova' flamenca que suma calidad a una noche (finalmente compartida por Rot y Veneno, juntos en le escenario, en 'Lo que me importa eres tú') de guitarras, rock, rumba, música inmensa y amores perdidos y reencontrados en la Plaza Mayor.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.