Humor de Delicias, Rondilla o Parquesol en uno de los pregones más multitudinarios de Valladolid

El pregón de las Ferias y Fiestas de Valladolid fue «muy vallisoletano». «De los de sacar pecho», bromeaban entre bastidores los cinco humoristas locales que pocos minutos después harían gala de su «pucelanismo» desde el balcón del Ayuntamiento de la ciudad.

Fueron los encargados de devolver la sonrisa a una ciudad ávida de fiesta, tras dos años de festejos «a cámara lenta» por la pandemia, admitían desde la Corporación Municipal, y después de un desfile de peñas que recuperó el colorido por las calles más céntricas.

JJ Vaquero, Álex Clavero, Fran el Chavo, Roberto Chapu y Quique Matilla se ganaron el afecto de las miles de personas que abarrotaron la Plaza Mayor y parte de los aledaños, con una hilera interminable en la calle Santiago. Todos atentos a un pregón con toque sátiro, y decenas de alusiones a esas características de una ciudad de la que los cinco cómicos presumen a nivel nacional.

Orgullosos «del leísmo, del lechazo, de los pinchos... de la niebla y la cencellada», coincidieron. «Dicen que somos fríos. No. Somos del tiempo, si resulta que estamos a menos cinco grados», espetó Quique Matilla para arrancar los aplausos y los vítores de un público entregado, con el único incidente del intento de despliegue de una pancarta contra la desocupación del edificio de La Molinera. Fue el momento más tenso, con un conato de enfrentamiento entre algunos policías municipales y algunos de los manifestantes, que rápidamente quedó resuelto y antes de que los cómicos iniciasen su intervención.

Que no se es de Valladolid «si no se lleva el jersey en pleno agosto y con 40 grados por si acaso hasta la playa»; o «ese Zorrilla con su pulmonía y ese Pisuerga con su cocodrilo», recordó Álex Clavero, el 'francotirarock', muy aclamado por los presentes, y que quiso cerrar su intervención –que fue la última– con una petición de «respeto entre hombres y mujeres durante las fiestas».

Mensaje directo y de actualidad, con las medidas tomadas por el Ayuntamiento en este sentido para los próximos días, y que encontró otras reivindicaciones, como las de Vaquero, que aprovechó el micrófono «institucional» para pedir rebajas en la gasolina y la luz, «en un momento donde mucha gente no tiene para llegar a fin de mes», incidió antes de espetar un ¡Viva Las Delicias! Grito de barrio, en un discurso que tuvo alusiones a La Rondilla o a Parquesol, con recuerdos para Geria y a Casasola de Arión, lugares que vieron nacer y crecer a los pregoneros, y cuyos nombres «blanden con orgullo» en cadenas de televisión, teatros y emisoras de radio. «Que la gente sepa como es Valladolid... Y... Que liguen como si fuese de aquí… ¡en Salamanca!», concluyó Matilla, ante una carcajada generalizada.

No hizo falta decir nada más. Chupinazo y diez días por delante para refrendar un pregón cargado de «buena onda».