La Feria de Muestras recobra el pulso y espera alcanzar los 60.000 visitantes de 2019

Esta muestra se convirtió desde la inauguración en el principal reclamo, aunque para ello haya que rascarse el bolsillo y pagar 2 euros los adultos y uno, los menores de 12 años. Su entrada impresiona porque el primer impacto visual es la infraestructura con la que el saltador cubano Javier Sotomayor estableció el récord del mundo en 1993 en Salamanca. En julio de ese año, el cubano solicitó poner el listo en 2,45 metros de altura y logró un hito que aún no ha sido superado. Pues bien, ese listón a una altura de 2,45 metros se encuentra estos días en Valladolid. La misma barra que muchos de los presentes no alcanzaban por mucho que estirasen el brazo.

A partir de ahí, se abrían dos flancos. Por el izquierdo una colección de antorchas olímpicas, las que han pasado por territorio nacional, como las de México 68, Barcelona 92 y Atenas 2004, con un póster gigante de la esquiadora Blanca Fernández Ochoa, para continuar con las botas olímpicas de Usain Bolt de Río 2016, raquetas de Rafa Nadal y Juan Carlos Ferrero y un sinfín de camisetas de todos los deportes con los maillots con los que Miguel Indurain conquistaba Francia. No había práctica que se escapara a la exposición 'Leyendas del Deporte', elaborada por el Museo del Deporte.

Por el otro flanco, a la derecha según se entra, es espacio para el fútbol. Una pantalla recrea en bucle el gol de Iniesta en Sudáfrica. El pase de Torres, el despeje de Rafael Van der Vaart, la asistencia de Cesc y la gloria de Iniesta, un homenaje a la estrella mundialista de España que dan paso a decenas de camisetas, entre ellas una del Valladolid y otra del árbitro Velasco Carballo, para continuar con el duelo del siglo XXI entre Messi y Cristiano Ronaldo. Un lado que se completa con el equipamiento de Marc Márquez y recuerdos de Fernando Alonso. «Aquí solo falta el F1 de Renault con el que Alonso ganó los mundiales (el monoplaza de Ferrari del asturiano se encontraba en el exterior de la exposición)», incide Carlos León, acompañado por María Cecilia Gonzales.

Eso sí, el deporte y esta muestra fue tan solo una aguja en el pajar de la Feria de Muestras. En su interior, el evento no dejaba ningún sector que tocar. Era entrar por la puerta y un mar de colchones y sofás invitaban a descansar antes de iniciar el recorrido. Hasta el alcalde, Óscar Puente, se fijaba detalladamente en las ofertas.

Las novedades culinarias daban pasó al recorrido para continuar así hasta con 115 expositores (cifras del 2019). Tecnología, menaje, bicicletas y multinacionales de la zona se instalaban en el centro de uno de los pabellones. En uno de esos pequeños huecos, llegaba por primera vez sor Beatriz Pullan desde Toral de los Guzmanes (León) para vender las elaboraciones que sor Natividad crea con casi 90 años. «Estamos muy contentos de estar aquí, queremos el dinero para reparar el monasterio de Nuestra Señora de Belén. Tiene goteras y filtraciones y es la única forma que tenemos para acometer el arreglo», afirma esta religiosa de la India que llegó a España hace 32 años.

Comida, deportes y vehículos de ocasión. Hasta 300 coches se han ubicado para su venta en una feria, que según los propios comerciantes no es la mejor del año. «Aquí viene mucha gente a mirar. Es una feria que se dedica a muchos ámbitos y los coches no tienen el protagonismo como una feria específica de fin de semana. Nosotros hemos traído 30 coches y no se venderán todos. Hay mucha gente de localidades limítrofes, los vallisoletanos se acercan pero no compran estos días», resalta Lorenzo Requena, de La Flecha Motor.

Asimismo, los más pequeños también tienen su espacio, pues cuentan con un gran parque de hinchables, con más de quince propuestas para niños y adultos: castillos, toboganes, saltos, pista de obstáculos, tren, coches de choque infantiles, rulos de agua y, como gran novedad, una atracción con una superficie superior a los 600 metros cuadrados ya se pueden disfrutar estos días bajo un precio de 10 euros (acompañantes 2 euros).

También han regresado los talleres de ciencia para niños, impartidos por el centro tecnológico Makerlab. Diseño e impresión 3D, creación de videojuegos, tecnorobótica y recibótica son las áreas sobre las que versan estos talleres, dirigidos a niños con edades comprendidas entre 7 y 12 años. Cada uno de ellos tendrá una duración de 50 minutos y su precio es de 5 euros.

Un abanico amplio de actividades para alcanzar los 60.000 visitantes de 2019.