A primera hora de la tarde el ambiente del real de la Feria de Valladolid era tranquilo. Con una ocupación del 51% a las 18:10 horas, según marcaba la pantalla instalada para controlar que no se superen las 3.000 personas permitidas en el ... interior, los vallisoletanos entraban a cuentagotas para disfrutar de las atracciones. La cara verde sonriente de la pantalla invitaba a los vallisoletanos a pasar. El tiempo acompañaba pero el viento, molesto, cogía protagonismo a medida que transcurría la tarde. Pasadas las 18:30 horas la pantalla marcaba un 69% de aforo y eran muchos los que pasaban delante agradeciendo que no estuviese lleno. Pero el ritmo de aumento del aforo iba aumentado cada vez más rápido y la presencia policial se intensificaba. Los encargados de la seguridad del recinto destacaban que la afluencia era la normal para esa hora de la tarde pero que se complicaría antes de que llegasen las ocho. Y así ha ocurrido. A las 18:46 horas la sonriente cara cambió de expresión y de color: pasó a ser amarilla y con una mueca seria.
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Rozando las siete de la tarde y con un 86% de ocupación comenzaban a colocar las vallas para delimitar el espacio e indicaban a los que esperaban a algún amigo que se pusieran en la zona donde comenzaría la cola cuando cerrasen para que fuesen los primeros en entrar. A las ocho menos veinte la cara seria pasó a estar enfadada y a ser de color rojo mientras el porcentaje de ocupación era del 90%. Se producía así el cierre del recinto y los últimos en poder entrar corrían con ganas para no quedarse atrás. La cola comenzaba y los de seguridad confiaban en que no se produjese la misma que hace unos días, cuando llegó hasta los anexos, volvió sobre sí misma para pasar por la puerta y bajó hasta la rotonda de la calle Padre JoséAcosta con la Avenida del Mundial 82.
Los primeros en hacer cola se alegraban de serlo, pero a medida que llegaban más ciudadanos las caras de descontento se intuían tras las mascarillas. La incomodidad de esperar no duró mucho para ellos y apenas permanecían en la cola 15 minutos pese a que esta consiguió llegar hasta los campos anexos del Real Valladolid pasadas las ocho.
Los que llevaban ya buena parte de la tarde disfrutando de las atracciones miraban atónitos la larga cola formada y agradecían haber ido antes. Otros tantos volvían a montarse en el coche y a emprender el regreso a casa al ver la espera que tenían por delante.
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