Carlos Sadness, durante un momento de la actuación. RICARDO OTAZO

Carlos Sadness y el paraíso en la Plaza Mayor de Valladolid

El cantante celebra en las fiestas de la ciudad uno de los «mejores» conciertos de su gira, con el que pone a bailar a miles de personas

Víctor Vela

Valladolid

Miércoles, 7 de septiembre 2022, 01:06

«La primera vez que toqué en Valladolid fue en una sala que parecía un cine y vino muy poquita gente. Seríamos siete o así. Luego estuve en Porta Caeli, en Conexión Valladolid y ahora aquí, en esta Plaza Mayor. ¿Qué seremos? ¿diez mil?», pregunta ... Carlos Sadness con esa voz blandita, susurrante, sincopada que de vez en cuando adopta acentos sudamericanos al hablar. «Festivales hago muchos, pero no fiestas mayores. Así que esto es nuevo para mí. Es una noche que nunca olvidaré», cuenta. Y para ayudar a la memoria, saca su móvil del bolsillo y se pone a grabar al público, que salta, baila y bota con 'Te quiero un poco'. Como todavía le quedan megas, se lleva a casa otro vídeo de la plaza entera cantando a grito pelado 'Qué electricidad', con cañonazos de confeti incluidos. «¡Qué guay!», dice Carlos Sadness, convencido de que este ha sido uno de sus mejores conciertos del año, «¿verdad?».

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El cantante de ukelele juguetón, melena eterna y chupa con flecos infinitos como patas del Azotamentes, dice no tener prisa por marcharse. «Me da pena irme, ahora que ya he perdido la vergüenza, ¿tú te crees?». Yavisa de que sería capaz de montar su paraíso cotidiano en esta Plaza Mayor. Porque la felicidad no está en las estrellas, cuenta en sus canciones, sino en mirarlas a tu lado, como en ese 'Hale Bopp' con el que abre el recital.

Marcharse siempre ha tenido buena prensa. Había que decirlo. Parece más héroe el Homero que viaja que el que sobrevive a la rutina con sofá y cerveza Duff. Más intenso el poeta que emigró al Café Gijón que el que cose sus versos en el Lion d'Or. Hay un mohín, casi imperceptible, en la cara de quien piensa 'pobrecito' cuando te pregunta dónde fuiste de vacaciones y respondes que este año te quedaste, que a ninguna parte, que a ningún lugar, que tocó piscina en el pueblo y terracita hasta la madrugada. Marcharse, desde el hijo pródigo y el cazador neanderthal, siempre ha sido la opción mejor vista. Porque el futuro está ahí afuera, «nadie va a venir a tu casa a buscarte» y pensamos que los paraísos siempre andan lejos, que no hay edén a la vuelta de la esquina. Hawaii Bombay como promesa. La felicidad, rara vez al alcance de la mano y siempre un pasito más allá. Eso parece, eso nos dicen, eso nos venden.

El paraíso en las canciones de Carlos Sadness podría ser un viaje a la luna y una playa en el trópico. «Hay una isla en medio del mar con palmeras y monos que saben hablar», dice en 'Isla morenita', la quinta de la noche, la primera gran ovación, un tema refrescante con aroma a crema solar. Tienen las canciones de Carlos Sadness su puntito cursi, su vértigo ante el estribillo (a veces, un parón de expectativa entre el puente y lo que sigue) y una eterna segunda persona a la que parece dirigida toda su inspiración. El tú como paraíso. 'Aloha', canta. 'Ahorita', dice en una canción bautizada como su palabra favorita. 'Amor papaya', invita a bailar con esa fruta por la que, asegura, siente absoluta debilidad. Y por si todo esto no bastara, también suena 'Miss Honolulu'. O 'Bikini', donde improvisa unos versos a ritmo de rap. Y versión regalo de 'Ojitos lindos', de Bad Bunny.

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Escuchándolo, podríamos pensar que el paraíso está allí (tu piel morena sobre la arena), pero también la desdicha crece tras esa burbuja de cartón piedra que es un hotel en Cancún. Porque, aunque así te lo prometan, nunca, nada, en ninguna parte, es un todo incluido. Siempre habrá algo que se te niegue por mucho que enseñes la pulserita. Así que, al final, el cantante demuestra que más allá de las excursiones al firmamento y de los ritmos tropicales (aunque nos empeñamos en buscarlo a través de telescopios miopes y con descoloridas camisas hawaianas), el paraíso lo tenemos al alcance de la mano. Por ejemplo, en esta noche de concierto y fiestón en la Plaza Mayor.

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