Marta Baeta
Un cabezudo, en un minuto: «Hay familias que nos traen cartas y regalos»Secciones
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Marta Baeta
Un cabezudo, en un minuto: «Hay familias que nos traen cartas y regalos»Marta Baeta Martín (A Coruña, 1989) es vallisoletana por los cuatro costados: «Llevo aquí toda la vida». Hace nueve años «un amigo me dijo que necesitaba a alguien para colaborar con los gigantes y cabezudos y así empecé». Estas Fiestas de la Virgen de San ... Lorenzo serán las últimas en que se vuelva a poner el 'cabezón' del Bandolero. «Ya me despido. Hay que dejar paso a las nuevas generaciones». Lo dice con pena. El personaje le ha dado muchas alegrías. «Hay niños que año tras año vienen a traerme cartas y regalos. Y también tengo muchos admiradores entre las personas mayores. Javi, Miguel, Marcos, Pablo, Laia, Eva, Rodrigo, Felisa...«. Cada vallisoletano tiene su cabezudo preferido. «Soy profesora de Primaria y cuando 'me quito la cabeza', si me ve algún alumno, se queda sin palabras al verme a mí dentro».
-Bandolero, torero, banderillero...
-Bandolero, bandolero. Me han llamado de todo: torero, banderillero... pero es el Bandolero. El bandolero es un personaje castellano. Llevo siendo el Bandolero desde 2015. Es un personaje que me hace mucha gracia porque, como muy bandido, me dedico a 'robar'. Así que siempre me llevo algún gusanito o algún regaliz de algún niño cuando salimos a la calle. La gente se lo toma bien la verdad.
-¿Qué requisitos hay que tener para ser cabezudo?
-En el caso de los cabezudos, pocos; la altura y que te quede bien el disfraz. Mi personaje en estos nueve años ha tenido dos trajes diferentes. A mí me gustaba más el primero, el antiguo; la tela y los colores eran mucho más bonitos. Y lo más importante, querer colaborar y pasarlo bien. Una vez que empiezas ya no lo puedes dejar, a no ser que te salga un achaque. Yo antes de ser cabezudo, salvo ir de casetas, no participaba en las Fiestas de ninguna manera. Esta es una forma totalmente distinta de vivir las Fiestas.
-¿Cómo os preparáis para afrontar la semana de Fiestas?
-Salimos todos los días una hora. Nosotros no ensayamos; los gigantes, sí. Su control es más complicado. Miden casi cuatro metros y pesan más de 40 kilos. Nosotros, en ese sentido, lo tenemos más fácil, pero la primera vez es mucho agobio porque solo vemos por la boca y solo por delante, hacia abajo no vemos nada; por eso alguna vez, sin querer, damos alguna patada a algún niño. Si nos acercan un niño pequeño por debajo, no vemos nada. Los niños antes te tocaban buscando caramelos y era un agobio sentir que te estaban tocando y no ver nada.
-¿Y ya no dais caramelos?
-A raíz de la pandemia se dejaron de dar caramelos, pero ya 'robo' yo a los niños. El Bandolero es una de las pocas 'cabezas' que no hay que llevar agarradas con una mano todo el rato. Eso es una gran ventaja porque puedo bailar, correr, jugar a pillar... Me permite mucha movilidad.
-¿Por qué elegiste el Bandolero y no la Bruja o el Niño, por ejemplo?
-Me tocó, no la elegí, pero es mi favorita. Y es una gozada ver la cantidad de gente que mueven los Gigantes y los Cabezudos en fiestas. No te das cuenta hasta que no lo vives desde dentro.
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