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El oficial Rubén Martín junto con su compañera la agente Brenda Seco Rodrigo Jiménez
Ferias de San Lorenzo 2023

Los 400 ojos que a diario velan por la tranquilidad de las fiestas

Los miembros del cuerpo trabajan cada día de ferias para proteger, dar servicio y apoyo en toda la ciudad

Sergio García

Valladolid

Sábado, 9 de septiembre 2023, 19:44

El cansancio ya hace mella. Es una semana larga, etapa de la Vuelta mediante. Pero toca un día más. Además, es jornada grande. 8 de septiembre. Son las tres de la tarde y de nuevo comienza el turno. Antes, el subinspector ha pasado lista y ... ha organizado el operativo. Los distritos, los agentes, las labores y las parejas. Esta vez, el oficial de Policía Municipal Rubén Martín y la agente Brenda Seco patrullan juntos. Están en la zona de Moreras, uno de los focos de atención que cada año reúne a cientos de jóvenes durante las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo.

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«Parece que la cosa está tranquila. Hay poca gente. Luego cuando acaben los fuegos y los conciertos ya empezará a llegar la gente con bolsas», comentan los dos agentes. Este año, las aglomeraciones de gente están repartidas por todo el centro debido a los espectáculos musicales en las diferentes zonas de copas. El ocio no está centralizado en una sola zona. Para garantizar la seguridad, 200 agentes se pasean durante toda la jornada repartidos en tres turnos –mañana, tarde y noche–. El centro, especialmente el entorno de la Plaza Mayor, y el recinto ferial, los puntos que más agentes reúnen. Cada oficial tiene 25 agentes a su mando. Cuando llegan a su puesto, todos saben cuál es su labor. Desde cortar el tráfico en el eje de Poniente y Fuente Dorada a hacer labores de seguridad ciudadana. «Estamos para todo lo que sea necesario. También como punto de información. La gente ve el chaleco amarillo, viene, te pregunta. Si hay algún problema estás para resolverlo», explican.

Pasadas las diez de la noche, Las Moreras comienza a coger ambiente y los dos agentes deciden hacer un pequeño paseo de reconocimiento por el entorno. «Muchas veces el simple hecho de que te vean ya hace un efecto disuasorio. Es una seguridad pasiva», comentan. Hasta ahora, la noche transcurre sin ningún problema. Todo parece tranquilo en el lugar, donde se están celebrando tres conciertos simultáneos –dos en la playa y otro en Rosaleda–. Los dos agentes deciden ahora ver cómo está la situación en Poniente. Parece que ha habido un leve accidente con una moto y un vehículo implicados. «Habrán dado aviso y hay algún compañero más. Han venido de refuerzo. Parece que no ha sido nada aparatoso, pero están para ayudar a controlar la circulación», explica Martín.

Diferentes actuaciones que los agentes realizaron durante la noche de patrulla: facilitando el paso de un vehículo en Poniente, ayudando en el accidente de una motocicleta y cortando el paso con un vehículo patrulla. Rodrigo Jiménez

Más adelante, llegando a San Benito, dos bares comparten un concierto en la calle. «Chicos, moved el vehículo patrulla y colocadlo de barrera en la entrada de la calle» dice el oficial a otros dos agentes que patrullan en la zona. Es entonces cuando tres ciudadanos se acercan a consultar a los policías: «tenemos nuestro coche aparcado y necesitamos salir». La solución se solventa rápido y el turismo consigue salir de la aglomeración sin problema con destino hacia el Paseo de Isabel la Católica. Mientras Martín y Seco prosiguen su camino por la calle Cebadería, en la Plaza Mayor sus compañeros han cerrado el acceso desde Santiago. «Cuando hay mucha gente se empieza a cortar para evitar las aglomeraciones y se mantiene abierto el de Ferrari. Luego ya se decide si restringir más», explican. Con Niña Pastori a punto de subirse al escenario, hoy no será necesario cerrar en su totalidad la plaza. El aforo, cuando se completa, alcanza las 26.700 personas.

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Junto con los conciertos de la Plaza Mayor, este año las calles aledañas también se han llenado de música durante toda la semana. El ruido a veces también puede suponer un trastorno para los vecinos. «Hemos tenido alguna llamada por molestias, pero todos los espectáculos están terminando a su hora, por esa parte no hemos tenido ningún problema. También algún aviso por ruidos en pisos donde se estaban celebrando fiestas», asegura Martín.

Robos de móviles

La tranquilidad. Es lo que más destacan los agentes sobre estas fiestas. «No ha habido ningún suceso grave. Ninguna pelea multitudinaria», coinciden en señalar. Solo contadas excepciones. La más relevante los robos de móviles que se produjeron durante el primer fin de semana de ferias. Al menos cinco personas denunciaron que habían perdido su teléfono en Las Moreras. «Creemos que es una banda que este año se ha organizado. Que venían con un coche, preparados para robar y salir rápido. Solo fue ese día, el resto de la semana ha sido más tranquilo. En estos casos, los móviles son muy fáciles de rastrear, dos días después ya se sabía que alguno estaba en Madrid», explica este oficial.

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Junto con estos hechos, los agentes también destacan las actas que han realizado a varias personas por orinar en la calle y por consumo de estupefacientes. Los positivos en los controles de alcoholemia también han estado al orden del día, llegando a tener ocho en una sola jornada. Junto con esto, otra de las actuaciones más reseñables que han realizado durante estas fiestas ha sido en el desalojo de un autobús de Auvasa de la línea de Entrepinos por vandalismo. «Bastante tranquilo en general», destacan. También en el apartado de las agresiones sexuales, que en las fiestas de 2022 estuvo marcado por los casos de sumisión química. «Este año no hemos recibido aviso de estos casos y no tenemos constancia de que se hayan producido sucesos similares durante esta semana», confirman los agentes.

Vigilancia desde el aire

Junto con la vigilancia que realizan los agentes también se unen otros de paisano que vigilan desde dentro en las diferentes zonas con más aglomeración. Este año también se han servido de dos drones para garantizar la seguridad de los vallisoletanos desde el aire. Uno de ellos se puede ver sobrevolando por la Plaza Mayor, para vigilar los problemas que puedan aparecer durante los conciertos. El otro hace lo mismo en el recinto ferial. Vigilancia desde tierra y aire y, en definitiva, cientos de ojos que durante toda la semana han velado por la seguridad ciudadana para garantizar la diversión de los vallisoletanos durante las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo.

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