Elena, Mauri y Nina posan en un banco de la Rondilla. Rodrigo Jiménez

«El feminismo es imparable, no nos van a callar»

Nina, Elena y Mauri agradecen el reconocimiento por su lucha feminista e insisten en todo lo que falta por hacer para conseguir la igualdad en todos los aspectos

Berta Pontes

Valladolid

Domingo, 6 de marzo 2022, 00:36

Las tres insisten en que su segundo apellido también es importante porque «nuestras madres hicieron lo más importante, que es traernos al mundo». Nina Infante Castrillo, Elena de la Fuente Estébanez y Mauri García Vecino están «tremendamente agradecidas» por el reconocimiento que la ciudad de Valladolid les otorgará el próximo 8M por haber dedicado toda una vida a la lucha a favor de la igualdad. «Hemos hecho mucho por el feminismo, pero todavía falta por hacer y el papel protagonista lo tienen las jóvenes», explica Nina. Esta leonesa de nacimiento, afincada en Valladolid desde muy joven, ha estado siempre ligada al campo por sus estudios de Ingeniería Técnica Agrícola, pero también interesada en el feminismo «como punto de partida de todo». Junto a ella, Elena y Mauri se erigen como representantes de la Asociación de Mujeres Rondilla aunque destacan que «aquí no mandamos ninguna». Elena de la Fuente Estébanez, nacida en 1946 en Valladolid, ha vivido y trabajado siempre en la ciudad como maestra con el propósito de «conseguir una sociedad justa e igualitaria». Mauri García Vecino, por su parte, nació en Zamora, pasó por Francia para trabajar y se instaló en Valladolid hace 50 años. Su vinculación con las asociaciones vecinales la llevó a interesarse por el movimiento feminista y a «defender en todos los ámbitos los derechos femeninos».

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Estas tres mujeres coinciden en que lo que se ha avanzado en materia de igualdad son logros conjuntos. «No es posible llegar a donde hemos llegado sin una lucha unida y con los objetivos claros, y aquí los hemos tenido», cuentan. En su papel como abanderada del feminismo en Valladolid, Nina recuerda los inicios con las reivindicaciones por el derecho al aborto como casilla de salida. «Aquí ha habido encarcelamientos por manifestarnos y hemos tenido que luchar mucho, por eso creamos el Foro Feminista, para que la gente tuviese claros nuestros objetivos». Mauri también recuerda los «turbulentos» inicios, cuando ella y un grupo de mujeres ayudaban a las que querían salir de casa pero no sabían cómo. «Organizábamos talleres y jornadas para que se despegasen del hogar, algo que a muchas les costaba porque tenían que volver para hacer la cena a sus maridos», cuenta. Su compañera, Elena, recuerda con orgullo cuando «pasados unos años muchas dejaron de preocuparse por eso y no estaban pendientes del reloj».

Soñar con la igualdad

Llevan años compartiendo objetivos y pensamientos. «Cuando empezamos teníamos el sueño de conseguir la igualdad, pero todavía queda un largo camino por recorrer», cuenta Nina. Junto a ella, Mauri explica que «el feminismo fue un brote muy fuerte en la ciudad por entonces, pero los pasos se han ido dando poco a poco». Nina añade que «ahora estamos mucho mejor en cuanto a derechos que cuando empezamos, pero en la escalera siguen quedando peldaños por subir».

Entre los logros de estas mujeres, destaca el de «hacer ver a la sociedad que todos tenemos que ser feministas porque sin feminismo no hay nada».Con sus conocimientos en la lucha feminista como base de todas sus acciones, estas tres mujeres, ahora jubiladas pero que continúan en activo para seguir defendiendo la igualdad, animan a las jóvenes a tomar su relevo. «Es fundamental que las niñas y adolescentes sepan qué derechos tienen y por cuáles deben seguir luchando», explican. Para ellas, Valladolid es una ciudad que ha recogido muy bien sus peticiones y en la que el feminismo se ha hecho «desde la raíz». Pese a todo lo que queda por hacer, confían en que «el puente hacia la igualdad se siga construyendo de manera conjunta, tanto por la ciudadanía como por las autoridades».En este sentido, aseguran que la ciudad «necesita una concejalía de igualdad única, no una cuarta parte de una cualquiera, y que cuente con los recursos necesarios. Las mujeres somos la mitad de la población y demandamos esta concejalía».

De cara al futuro

El paso al frente dado por estas tres mujeres en compañía de muchas más sobre las que también recae este reconocimiento «no puede quedar en el olvido» y recuerdan la importancia de «concienciar a todas las escalas de que sin feminismo no hay nada». Además, entre sus reivindicaciones para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres incluyen todo lo que queda por conseguir. «Feminismo no es solo una palabra, es una forma de vida en la que se defienden los derechos de las mujeres para lograr una sociedad igualitaria, nada más que eso, y a algunos les cuesta entender que no queremos ser más que los hombres», explica Elena. Nina destaca que el reconocimiento las empuja a seguir reivindicando la igualdad. «Hay muchos que piensan que ya está todo hecho, que ya no es tiempo de luchar ni de salir a las calles, pero todo lo contrario: el feminismo está más activo que nunca, es imparable, y no nos van a callar».

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