Fecosva prevé «graves perjuicios económicos» por la ampliación de la zona de bajas emisiones

El Ayuntamiento de Valladolid presentó la semana pasada el proyecto de futura zona de bajas emisiones, que finalmente ocupará el doble de la superficie que estaba prevista hace ocho meses. En este área se prohibirá la circulación de los coches más contaminantes a partir del segundo semestre del año que viene y para ello se contará con un despliegue de 41 cámaras (inicialmente se valoró colocar 15) para multar a los infractores. Ante esta ampliación de la superficie limitada, la Federación de Comercio y Servicios de Valladolid (Fecosva) ha emitido un comunicado en el que se queja de que esta decisión causa «grave perjuicios económicos para el comercio y los servicios en un momento que empezamos a salir de una pandemia que ha dejado al sector en una profunda crisis. Estas medidas van a ser la puntilla para muchos establecimientos, pues van a impedir a muchos de nuestros clientes el acceso a la ciudad», aseguran. Desde esta organización exponen que «la ley obliga a todos los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes, pero cada ayuntamiento puede decidir cómo aplicar las restricciones al tráfico rodado, siendo la única exigencia que tomen como referencia los distintivos medioambientales», tomando de ejemplo ciudades como Sevilla, donde estas restricciones están sujetas a episodios de alta contaminación.

Fecosva además resalta que no se tiene en cuenta «la dificultad que existe actualmente para acceder a un vehículo con bajas emisiones o eléctrico» y solicitan una adaptación con medidas como aparcamientos próximos a la zona restringida. Finalmente,. proponen la creación de un área metropolitana de transporte. «Solo se habla de transporte público dentro del casco urbano, dejando de lado a más de 100.000 personas que acuden en algún momento a nuestra ciudad y muchos a diario», subrayan.