Cristina muestra el tatuaje en recuerdo a su hijo Lucca. Fotografía y vídeo de José C. Castillo

Las familias que pierden a sus bebés se unen para superar el duelo

Padres y madres recurren a terapias de grupo particulares ante la muerte perinatal, que afecta a 5,6 por cada mil embarazos, según el INE, lo que genera un trauma que precisa ser tratado

Berta Pontes

Valladolid

Domingo, 11 de abril 2021, 07:48

La muerte perinatal ocurre cuando el bebé fallece en el vientre de la madre desde las 22 semanas completas de gestación o una vez nacido hasta la primera semana de vida, según la Organización Mundial de la Salud, que las cataloga como «muertes fetales ... tardías». Calcular el número de fallecimientos perinatales es una «tarea compleja por la infradeclaración de casos», según Umamanita. El INE los cifra en el 5,6 por cada mil embarazos en Castilla y León con fecha de 2019. Tras el deceso, muchas parejas solicitan atención psicológica, pero la mayoría se encuentra con un silencio y oscuridad que ahondan aún más en su ya profundo su dolor.

Publicidad

Posibilitar que los dolientes reconozcan, acojan y se enfrenten a estos sentimientos que van presentando es una tarea «ardua, compleja y que requiere tiempo», por lo que Isabel Villanueva, Begoña Becoechea y Ana Cuevas ofrecen desde Valladolid y a nivel de Castilla y León un grupo de duelo a todos los progenitores que lo necesiten. «Es un espacio de reciprocidad en el que comparten su historia con otras personas que han vivido lo mismo. Allí pueden hablar sin ser juzgados y se les escucha sin que tengan que estar aguantando las típicas frases de 'ya tendrás más hijos' o 'todavía eres muy joven', porque eso es lo último que necesitan», asegura Isabel Villanueva, psicoterapeuta y fundadora de Red de Mar. Este espacio ofrece apoyo en Valladolid a aquellos padres que han perdido a su bebé durante la gestación, en el parto o en los momentos posteriores a este.

Basándose en su experiencia profesional con varias familias que atraviesan esta situación explica que «cuando muere un bebé en el vientre de su madre el proceso de despedida, como en cualquier duelo, tiene muchas capas y necesita tiempo. Hay un primer proceso por el que pasa únicamente la madre y supone el cambio físico y biológico de haber albergado una vida que ya no está pero el cuerpo sigue pensando que sí. A esto hay que añadir el sentimiento de fracaso de muchas mujeres por lo que les ha pasado, sintiéndose culpables por la muerte de su bebé. Luego está la ilusión de la pareja y la sensación de pérdida de la familia que iban a formar. Es un duelo que requiere tiempo».

«El duelo perinatal requiere de mucho tiempo y hablar con otras personas que están pasando por lo mismo ayuda durante el proceso»

Isabel Villanueva, psicoterapeuta

También en Valladolid trabaja Begoña Becoechea. En su labor profesional, esta enfermera especializada en salud mental explica que «lo primero que hacemos es acogerles tras el vacío que encuentran en gran parte de la sociedad, incluso en su entorno más cercano. La salud mental es «fundamental para el proceso de duelo» y que aquellos que se encuentran en ese momento puedan hablar libremente de ello «evita que se genere un trauma acumulativo».

Publicidad

«Acudir al grupo de acompañamiento durante el duelo evita a aquellos que están pasando por el proceso que se genere un trauma acumulativo»

Begoña Becoechea, enfermera

Ana Cuevas es psicóloga y acompaña a las personas en duelo desde el Centro de Orientación Familiar. Explica que «presentan una mezcla de tristeza por la muerte que acaban de experimentar, que les aleja de la vida, y de amor por haber sido padres».

Sin prestación por paternidad

Al profundo dolor sentido tras la pérdida, los progenitores no gestantes se enfrentan a la imposibilidad de solicitar la prestación por paternidad cuando su hijo ha fallecido durante el embarazo. La madre sí goza de ese derecho y tiene 16 semanas de permiso, las seis primeras de carácter obligatorio, pero no es así para su pareja. Es diferente si el bebé nace con vida y fallece una vez fuera del vientre, correspondiendo al progenitor no gestante un permiso de 12 semanas. En cambio, si el bebé nace y permanece con vida, disponen de 16 semanas de permiso teniendo cada uno de ellos la obligación de disfrutar de seis semanas inmediatamente tras el parto.

Publicidad

«La atención al duelo perinatal es muy importante y hacerlo a través de un grupo genera un sentimiento de contención de la tristeza»

Ana Cuevas, psicóloga

Becoechea explica que «el cambio de legislación ha hecho desaparecer el derecho al permiso porque se daba para los cuidados del menor y, al no haber bebé, no hay a quien cuidar. Pero lo que no contempla es que ese progenitor no gestante tiene que cuidar su salud mental y atraviesa un momento muy delicado emocionalmente», apunta. La baja laboral sí es un derecho y muchos progenitores no gestantes se acogen a ella por sufrimiento emocional, pero no el permiso. «Si bien es cierto que la legislación vigente niega el derecho al progenitor no gestante cuando el bebé fallece con más de 180 días de gestación, sí se le concede si el bebé nace vivo y fallece en las primeras 24 horas», señala Begoña.

A su vez, Ana Cuevas destaca que «un dato importante es que a nivel económico afecta a todos los que tienen un contrato de trabajo, pero en los sectores más feminizados como pueden ser la hostelería y la limpieza hay mucha irregularidad en los papeles y la mayoría de ellas no tienen contrato regulado. A estas madres que pierden a sus bebés no les corresponde nada relacionado con los permisos que deberían tener». Por ello, el acompañamiento es «fundamental».

Publicidad

Testimonios

Rubén y Cristina

«Nadie imagina el dolor que sentimos cuando nos dicen que somos jóvenes o que ya tendremos más hijos»

Rubén y Cristina pasaron de la alegría completa a la desolación más profunda tras el nacimiento de su hijo Lucca, que falleció con 37 horas de vidaen la unidad de cuidados intensivos de neonatos del Hospital Río Hortega de Valladolid.

María y David

«Llevaba a mi hija muerta y a mi hijo vivo en mi interior; era una pesadilla de la que quería despertar»

Esta pareja de Salamanca recibió la vida a la vez que la muerte al tener que despedirse de su hija Lucía tras su nacimiento. El embarazo gemelar de María Sánchez y David Domínguez no terminó como esperaban: Lucía falleció en la semana 24.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad