La falta de respaldo impide adaptar los estatutos de Radio Taxi a la Ley de Cooperativas

La propuesta que se planteaba recogía la posibilidad de que en el caso de que el Ayuntamiento de Valladolid no aprobase un sistema de descanso semanal para el gremio, fuera la asamblea de Radio Taxi la que determinase el calendario rotativo para aplicarlos, con el objetivo de garantizar una mejor distribución del trabajo.

Sin embargo, pese a que tanto el presidente de la asociación, Roberto Merino, y los miembros de la Junta de la Agrupación, se esforzaron en explicar lo que se perseguía con estos cambios, la falta de un quórum de dos tercios que marcan los Estatutos impidió que ninguna de las modificaciones saliera adelante, a pesar de que se produjo un voto importante a favor de las mismas.

De este modo, el resultado de las dos votaciones (la realizada tanto para los miembros de la Agrupación como para la Cooperativa) ha conducido a una situación de bloqueo que generó, incluso, el desconcierto del Consejo Rector.

La votación en el primer caso quedó así: 315 votos emitidos, de los cuales 161 fueron favorables a los cambios, 140 en contra, y 14 en blanco. Los votos necesarios para los dos tercios eran 210.

En la votación de la Cooperativa se registraron 313 votos, de los cuales 171 fueron a favor de las modificaciones, 126 en contra, y 14 en blanco. En este caso se hacían necesarios 208 para aceptar los cambios.

El debate más vivo que se produjo fue el relativo a la incompatibilidad respecto a que los socios de ambos colectivos pudieran adjudicarse la representación de los taxistas por el hecho de participar como miembros de otros sindicatos.

«No se prohibe afiliarse a otras asociaciones, pero tiene que quedar claro que la Agrupación es la única entidad que representará a todos los asociados ante la administración», apostilló Roberto Merino.

Durante la asamblea, participaron por invitación de la Junta Directiva, el concejal de Seguridad y Movilidad, Luis Vélez, y el exsecretario general del Ministerio de Fomento, Javier Izquierdo, con el objetivo de que explicasen aspectos sobre los cambios realizados durante el último mandato municipal que ahora concluye.

Vélez respondió respecto a por qué el Ayuntamiento no había aprobado un sistema de descanso semanal, argumentando el hecho de que haya dos recursos contencioso-administrativos y uno ante el Mercado de la Competencia.

El asesor jurídico de la Agrupación, Santiago Díez, advirtió de la posibilidad de que puedan pasar más de dos años para que esos recursos aclaren la normativa, «incluso podrían llegar al Tribunal Europeo», precisó.

Sin embargo, los taxistas que participaron en la asamblea de la tarde no preguntaron al edil sobre el trámite de la tarifa plana a aplicar en los recorridos entre la capital y los 24 municipios del alfoz.

La consejera de Hacienda y candidata a la alcaldía de Valladolid, Pilar del Olmo, y el concejal José Antonio Martínez Bermejo, no pudieron responder, pasadas las siete de la tarde, a las preguntas de los cooperativistas, ya que éstos se ausentaron nada más depositar sus votos en las urnas.

Con anterioridad, Javier Izquierdo explicó la regulación sobre la actividad de los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC), que realizó en septiembre del 2018 el departamento del ministro José Luis Ábalos. Izquierdo recordó que son las comunidades autónomas y los ayuntamientos los que deben de supervisar a este subsector, que los taxistas de Valladolid ven que comienza a introducirse poco a poco con más servicios en la capital vallisoletana.

A este respecto, el presidente de la cooperativa, Roberto Merino informó de las posibilidades que genera la nueva ley de Transporte público que aprobó la Junta de Castilla y León a finales del año pasado, y que permitirá que los taxistas puedan contratar viajes en municipios alejados de Valladolid, siempre que sean en momentos puntuales (como la celebración de conciertos o ferias) y con autorización de los ayuntamientos donde se celebren.

Sería el caso del Sonorama Ribera, que tiene lugar en Aranda de Duero, y reúne a unas 80.000 personas. Esta ciudad burgalesa solo dispone de ocho licencias de taxi.