Fallece el médico y bodeguero Emeterio Fernández Marcos, impulsor de los tintos en Cigales
Julio Valles destaca que la Denominación de Origen pierde a «un adelantado en el 'marketing' del sector del vino
La Denominación de Origen Cigales está de luto. Acaba de perder a uno de sus grandes bodegueros, Emeterio Fernández Marcos (Villanueva de las Manzana, León), gran impulsor de la elaboración de tintos y se internacionalización en una comarca vitivinícola conocida por la producción de claretes. Con la muerte, a los 90 años, de Fernández Marcos, siempre amable y sonriente, y gran conversador, desaparece una generación de viticultores y bodegueros. Antes se fueron compañeros de tareas y grandes amigos como Pablo Barrigón, Félix Salas, Sinforiano Vaquero Centeno y Deogracias González.
Neurólogo y cirujano de profesión, Emeterio Fernández Marcos reestructuró en 1977 las parcelas de Finca La Legua (Fuensaldaña, Valladolid), marca de sus vinos, y fue el primero en montar todo el viñedo en espaldera, con riego por goteo para los primeros años de crecimiento de las vides y con el espacio necesario para introducir las máquinas, aunque la vendimia se realizaba de forma manuel. También fue pionero en Cigales en dedicar la bodega en exclusiva a la producción de tintos.
El presidente de la DO Cigales, Julio Valles, lamenta la perdida de Emeterio, al que define como «gran profesional, excelente persona y entrañable caballero», antes de recordar que también fue «un adelantado en el 'marketing' de las bodegas y del vino». Valles asegura que «cada vez que hablabas con él aprendías algo, del vino, de medicina o de la vida».
En efecto, en una entrevista concedida a El Norte de Castilla en 2005, Emeterio Fernández Marcos señalaba sobre el futuro de la DO Cigales que «el primer paso es invertir en el viñedo y en la bodega para elaborar un producto de alto nivel, pero el siguiente paso es la comercialización del producto. La producción es alta y el consumo es bajo, por lo que la única salida es la exportación, para Cigales y para el resto de DO. Para defenderse de los grandes competidores, Cigales tiene que elaborar vinos de alta calidad, invertir en 'márketing' y agruparse para exportar».
Mientras la mayoría de los claretes de Cigales se comercializaban en toda la Cornisa Cantábrica Española, desde Galicia al País Vasco, los vinos tintos de Finca La Legua fueron los primeros de la DO Cigales en llegar a destinos internacionales, como Estados Unidos, Reino Unido y Alemania.

En 2014, año en que la familia recibió en Finca La Legua a un centenar de invitados, entre ellos a los bodegueros ribereños Benjamín Pérez Pascuas y su hijo, José Manuel Pérez Ovejas. Por aquel entonce, Emeterio Fernández Marcos subrayaba que «la elaboración del vino está condicionada por múltiples factores que interfieren en cada etapa de su proceso de elaboración, y que nos obligan a tomar decisiones y optar por un camino determinado». En ese sentido, recordaba que «en la vitivinicultura están implicadas muchas personas y sectores, desde el que se dedica a cuidar la viña hasta el que comercializa el vino, sin olvidarse del enólogo, el guía enoturístico, el hostelero, pero también intervienen el que arregla una bodega y el que comunica».
Hombre de familia y muy creyente, su mujer, Conchita Escribano, ha sido siempre su principal apoyo, pero también sus hijos, entre ellos Alberto, ya fallecido, quien que trabajaba mano a mano en Finca La Legua con su padre. En la actualidad, es su hijo Gonzalo Fernández Escribano quien dirige la bodega, con el apoyo del enólogo Carlos Ayala Sanz. La Denominación de Origen Cigales pierde a un bodeguero muy querido y respetado en el mundo del vino de Castilla y León.
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