El expresidente de los taxistas de Valladolid se enfrenta a su expulsión de la emisora

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J. Asua

Los hechos que han generado esta situación de tensión se remontan a hace ya varias semanas. Romo sorprendió al vicepresidente de la cooperativa en una parada dando las claves del kit digital a una compañera, algo que, según explicó entonces, solo lo pueden realizar los talleres autorizados y que tiene un coste de 36 euros. Saltarse esa obligación supone una falta muy grave, castigada con entre 3.000 y 6.000 euros, según avanzó. Cuando comunicó el suceso al resto de los integrantes de la directiva, estos, siempre según la versión que Romo dio el pasado 21 de marzo, «lo intentaron tapar y llegaron a decir que les daba igual lo que pusiera en los estatutos».

Los actuales gestores de la emisora consideran que estas palabras suponen un ataque a los compañeros y creen que el conflicto se tenía que haber resuelto de manera interna y no en los medios de comunicación, según han explicado fuentes del sector consultadas por este periódico.

Romo ya ha solicitado la documentación del expediente sancionador con el objetivo de preparar sus alegaciones y defenderse. Mantiene que actuó con los estatutos en la mano y reitera que él siempre ha defendido la verdad. Si fuera expulsado, supondría un grave varapalo en su actividad profesional, ya que el 60% de los servicios que un taxista realiza a diario le llegan de despachos de la emisora y el resto son pasajes que se recogen en la calle o en las paradas.

Los taxistas de la cooperativa tienen previsto celebrar una asamblea en junio en la que, entre otros temas, se abordará la renovación de los cargos para la gestión de la emisora.