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El experto en 'simpas', en plena acción en la primavera de 2022. El Norte

Valladolid

El experto en 'simpas' se enfrenta a dos años de cárcel por dejar pufos en 18 bares

D. M. V. acumuló deudas de más de 500 euros por los establecimientos hosteleros de Valladolid durante la primavera de 2022: pedía, consumía y se iba sin pagar

Miércoles, 19 de junio 2024, 06:41

Su historial delictivo acabó aparentemente después de dejar sin pagar unos puros en la marisquería Amador el 29 de mayo de 2022. Ese día, D. M. V., acompañado por J. J. D. C., se apretó en ese restaurante unas raciones de pulpo a la gallega, ... gambones, rabas y varias consumiciones. Todo ello para acumular una cuenta de 80,50 euros. La dejó sin pagar.

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Este fue el último 'simpa' de D. M. V. en la capital vallisoletana después de dos meses de continuas desbandadas a la hora de abonar las cuentas y por los que este hombre de ahora 36 años se enfrenta a una pena de prisión de dos años por un delito de estafa continuada. Hasta 18 locales enumera la Fiscalía, con todo tipo de detalles, por los que el experto en 'simpas' pasó sin pagar por todo aquello que comía y bebía, si bien esa cifra de negocios podría ser mayor a tenor de lo que relataban los hosteleros por esas fechas.

Todo empezó, según el Ministerio Público, el 21 de abril de 2022, cuando D. M. V., junto a L. A. P. B., entraron en el bar Trastámara de la calle Imperial y pidieron dos cervezas, dos bocadillos y una ración de patatas bravas. Comieron y se fueron sin desembolsar un solo euro. Era el primer 'simpa'. 24 horas después llegaría el segundo, en esta ocasión en Los Castaños de la calle Esteban García Chico. Los mismos protagonistas consumieron hamburguesas, patatas y chupitos para dejar sin abonar 42,20 euros.

Incertidumbre entre hosteleros

Mientras la preocupación crecía entre los hosteleros, las primeras denuncias se interponían contra D. M. V. El rey del 'simpa' andaba suelto por Valladolid. Esa incertidumbre de los propietarios de los negocios se palpaba por aquellas fechas en el ambiente. Entre ellos se enviaban fotografías del sospechoso por si ponía en práctica su 'modus operandi' de no abonar las cuentas.

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A pesar de todo, denuncias de por medio e identificaciones de los hosteleros, D. M. V. siguió por los mismos derroteros. Se movía por gran parte de Valladolid y le daba igual el establecimiento si allí podía llevar a cabo sus planes.

Los problemas con el acusado se incrementaron con el paso de los días, pues el hartazgo de los hosteleros ya era manifiesto, lo que derivó en momentos violentos como los que se vivieron el 29 de abril en el bar Orfan's de la calle Portillo de Balboa (La Rondilla). Por la tarde, en solitario, accedió D. M. V. para pedir una consumición cuantificada en 4,80 euros. No la abonó y además empezó a molestar a los clientes, según describe la Fiscalía. Esa situación propició que se personaran agentes de la Policía Nacional. Le preguntaron si tenía dinero para pagar y obtuvieron un 'no' por respuesta. Misma contestación a la invitación de que dejara el local, si bien, finalmente, accedió no sin antes gritarles 'hijos de puta, os voy a matar'. Además, miccionó en un lugar cercano. Ese episodio no acabó ahí, pues D. M. V. entró en un supermercado al que los policías le tuvieron que sacar al mostrarse violento y ebrio. Uno de los agentes sufrió una lesión leve en el rostro, mientras que la propietaria del negocio ha renunciado a la indemnización de esos 4,80 euros.

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«D. M. V. padece trastornos psicóticos por consumo de alcohol, cannabinoides y otras sustancias»

Fiscalía de Valladolid

El altercado con la Policía no cambió los planes del rey del 'simpa'. Fue dejando pufos por más bares hasta que el 24 de mayo, en el establecimiento Distrito 5 de la plaza Circular, volvió a enfrentarse con la Policía. Ese día pidió una cerveza y un chupito de tequila. Todo ello por 4,50 euros.

A continuación, relata el Ministerio Público, intentó ampliar la comanda con una hamburguesa y otra cerveza, a lo que la camarera se negó si no pagaba las primeras bebidas. D. M. V. alegó que no tenía dinero y que quería otra cerveza. Eso derivó en momentos de tensión, pues el acusado agarró un botellín y lo levantó de manera intimidatoria para finalmente romperlo contra la barra. En ese momento entraron los agentes de la Policía Nacional, quienes le pidieron calma y que dejara los cristales. No había forma de tranquilizarle y hasta el acusado pretendía coger banquetas mientras profería insultos similares a los del bar Orfan's. Finalmente fue detenido.

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Echan al rey del 'simpa' de un bar de Valladolid. El Norte

En estos hechos, los más violentos de la ristra de 'simpas', según la fiscal «D. M. V. padece un trastorno psicótico inducido por sustancias, trastorno por consumo de alcohol, cannabinoides y otras sustancias por lo que sus facultades volitivas e intelectivas en el momento de estos hechos estaban muy disminuidas».

Los últimos pufos del especialista en 'simpas' los completó con el tercer acusado, J. J. D. C. Fueron dos comidas y unas consumiciones en tres locales, el último en la marisquería Amador de la calle Soto. «Pidieron unos cubatas. Y después, que por qué no nos traes algo de picar, y les llevamos unas raciones de pulpo, gambones y rabas y una botella de Ribera del Duero. Y lo remataron con más cubatas, una caja de purillos y un café hasta que se quedaron solos porque íbamos a cerrar. Les pasé la cuenta de 80,50 euros, dijeron que se iban al coche a por las tarjetas y llamé a la Policía, les identificaron y ya está. Y por la noche prepararon la misma en otros dos bares de la plaza Ribera de Castilla», relataba por aquel entonces el propietario, José Fuentes.

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El rey del 'simpa' de Valladolid, grabado en el bar El Bierzo. El Norte

Su testimonio fue uno de los muchos que se escuchaba en esas fechas entre los hosteleros vallisoletanos. «Yo tenía la silla agarrada con la mano, pero si le arreo con ella encima me detienen a mí y no a ellos, que siguen paseándose impunemente por la ciudad», continuaba.

El juicio por estos hechos se tendría que haber celebrado hace unos días, pero al estar uno de los abogados del turno de oficio de huelga se aplazó. Además de los dos años de prisión solicitados para D. M. V., este se enfrenta a una multa de 2.100 euros por delitos de resistencia a la autoridad y amenazas.

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A los otros dos acusados, L. A. P. B. y J. J. D. C., la Fiscalía les pide multas económicas por valor de 1.080 euros a cada uno. Asimismo, los tres implicados en los 'simpas' deberán abonar las cuentas insatisfechas (539,70 euros).

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