Expectación y éxito de participación en el campeonato mundial de puzles

Tres, dos, uno ¡puzzle! Y el sonido de los plásticos que envuelven los puzles se escucha como un ligero murmullo que dura apenas unos segundos. Con el cronómetro en marcha, silencio y concentración en el arranque de la cuarta edición del Campeonato del Mundo de Puzzles (WJPC). Han llegado participantes de setenta países, algunos repiten experiencia como una joven polaca que participa en las tres categorías, «no se trata solo de una competición, todo el mundo aplaude cuando la primera persona acaba y para mí es ¡guau! un momento mágico el que se vive» y advierte que no le perdamos la pista con su equipo Mystic Mosaic.

Con atención en la pantalla que retransmite la prueba, una participante sueca comenta que «la gente es maravillosa». Tan solo lleva un año 'enganchada' a los puzles «solo tienes que focalizarte en las piezas y olvidarte de todo lo demás». Observando el desarrollo de la primera prueba de la tarde, desde Republica Checa, una joven explica que «el año pasado lo seguí por Youtube y este año decidí venir en persona. He estado entrenando algo en agosto pero mi objetivo es acabar en el tiempo de la prueba».

Un grupo de mexicanos llegan también para participar en las tres categorías, «nos encanta el reto de armar el puzle y la emoción de lograrlo. Nosotros entrenamos sobre todo en puzles de 500 piezas para ir mejorando tiempos». Comparten sensaciones con el resto de participante, «aparte de la competición, es una alegría encontrarte con compañeros que has ido conociendo a lo largo de los años en otros eventos».

Desde Ibi en Alicante, llega acompañada en grupo Soraya Pérez, «quedé la primera de los cuartos de final de mi grupo el año pasado», recuerda con orgullo. En su cuarto año reconoce que aunque «me relaja y me distrae» durante la competición «nos estresamos un poco por la velocidad pero nos gusta mucho venir aquí, participar, conocer gente y pasar tiempo con los amigos que ya son como una familia». Para el 'entrenamiento' escoge los puzles de 500 piezas pero «en ocasiones también los de 1000 por si también fuera necesario». Comenta que desde los nueve años cayó rendida en el mundo del puzle y que a través de las redes sociales descubrió que su afición era compartida por millones de personas en todo el mundo, «comencé a ir a campeonatos en 2016 y desde entonces hasta ahora».

Se suma a la conversación el venezolano, Adrián Lugo Martinengo, «es la primera vez que vengo a competir en un evento como este. Habitualmente lo disfruto en un ambiente tranquilo desde casa pero tengo experiencia en otros campeonatos y vengo a vivir esta experiencia». Considera que los nervios son un aliciente para «mantenerte atento» y aconseja «aislarse, despejar la mente y concentrarse en lo que uno está haciendo en ese momento».

También están esperando a que comience su ronda una pareja que intercambia impresiones, estudiantes de ingeniería, ella francesa y él alemán repiten experiencia por segundo año, «el año pasado estuvimos en individuales y parejas y éste participaremos también en la de grupo», apunta ella y él añade, «tener un plan en la cabeza, proceder, ejecutar y ver si funciona es todo un reto y lo que nos motiva».

En una Cúpula del Milenio llena de gente, la mirada artística llega de mano de La Mondaa que colabora con una cuidada elaboración del merchandasing oficial y puzles con imágenes de Valladolid, «juego pero lo que me enamora es fabricarlos», comenta Daniel Martínez.

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