Éxodo de jueces y nuevas elecciones en el decanato de Valladolid

El cese de Vega, tras cinco años en el cargo como juez decano, ha derivado en que la titular del Juzgado de Primera Instancia nº 5, Elena Estrada, tome las riendas como la jueza más veterana de Valladolid con el objetivo de iniciar un nuevo proceso electoral. A este cambio se suma la marcha de José María Crespo (Instrucción 1) a la Audiencia de Salamanca y la de Javier de Blas, que cruza la acera de la calle Angustias y pasa de Instrucción 4 para presidir la sección cuarta de lo Penal de la Audiencia de Valladolid tras la jubilación voluntaria de José Ruiz Romero.

Tras cinco años en el decanato y casi quince al frente del Juzgado de Violencia sobre la Mujer, Emilio Vega ha cesado en sus cargos con «un poco de pena», pero con el objetivo de evolucionar en la carrera profesional. Deja las «trincheras», como él mismo lo denomina, para aprovechar una nueva oportunidad. «No me voy porque estuviera incómodo o cansado. Me voy por hacer otra cosa distinta, pero todavía me sentía con fuerzas y con ganas de seguir haciendo lo que estaba haciendo. Es una oportunidad de cambiar, de hacer otras cosas, pero me da mucha pena dejar tanto el juzgado de Violencia sobre la Mujer como el decanato», incide Emilio Vega.

Se va con el recuerdo de todo el trabajo durante la pandemia. De una época dura con mucho trabajo para organizar todo en el decanato. «También sufrimos la pandemia», apunta para recalcar la evolución que ha palpado en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer. «Ahora se tramitan muchos más asuntos. Se hacen muchos más juicios rápidos. Cuando llegué no llegábamos a 400 juicios rápidos y el año pasado cerramos con 730, casi el doble. También es una forma de trabajar, antes se hacían menos y la Fiscalía y yo éramos partidarios de hacerlos como juicio rápido», agrega el magistrado.

El último año de Vega al frente del juzgado ha estado marcado por el caso de las muertes de Paloma e India, madre e hija, a manos presuntamente de la pareja de esta, David Maroto. Una instrucción de un año que finalizó justo antes de su traslado a tierras leonesas. «Solo falta poner la fecha del juicio oral, que por los plazos a mí no me ha dado tiempo, pero es un asunto que está terminado. Me hubiera gustado ponerla...», concluye el magistrado, que seguirá ligado a Valladolid al no cambiar la residencia.

Al igual que José María Crespo, titular de Instrucción número 1 durante más de veinte años. Ahora le tocará completar viajes hasta Salamanca y dejar esa época de trincheras con nueve o diez semanas al año de guardia las 24 horas del día. «Se gastaba mucha energía, requería mucha dedicación... estar pendiente por la tarde, noche y mañana, festivos incluidos, puentes, Nochebuena... Da igual cuando tocase, y luego el trabajo en el juzgado de instrucción, y en Violencia parecido, continuamente causas con presos, declaraciones, el contacto directo con los testigos, denunciantes, investigados, juicios todas las semanas... va a ser un cambio muy acentuado», recalca Crespo, que durante este tiempo le ha tocado instruir causas como la del caso Arroyo (fue condenado el alcalde de la localidad a tres años de prisión por cohecho) o la falsificación del PGOU (fue condenada la excúpula de Urbanismo en la época de León de la Riva como alcalde).

«El caso Arroyo fue una instrucción con muchísimos investigados y una gran repercusión mediática. Cuando terminé esa instrucción llegó la del PGOU, más voluminosa. Menos mal que se digitalizaron los planos del PGOU, sino las copias me hubieran ocupado todo el despacho. Había miles y miles de folios. Una instrucción compleja, además de por el fondo del asunto, había muchísima gente implicada», rememora José María Crespo.

Sus últimos años en Instrucción han estado marcados por temas menos mediáticos (muchos económicos) y 'más fáciles' de llevar. Aun así, la explosión de gas de la calle Goya o la imputación del entrenador de La Victoria por acoso sexual han sido sus últimos coletazos. «No recuerdo el último homicidio que me haya tocado», apunta antes de afirmar que en este tiempo han cambiado los tipos de delitos. «Las peleas, el tráfico de drogas, las lesiones, los hurtos... siguen igual. Se ha notado más es el cambio en los delitos patrimoniales. Los timos casi han desaparecido, porque lo universal hoy en día son las estafas telemáticas. Eso es brutal, con una imaginación portentosa de los malos para llevar a cabo sus engaños», prosigue.

Casos mediáticos y relevantes para la ciudadanía, pero con lo que realmente se queda el magistrado es con el ambiente generado con sus compañeros. «Hemos hecho un equipo fabuloso. Llevamos un montón de años juntos. Además, tenemos muy buena relación tanto con la Fiscalía como con las Fuerzas y Seguridad del Estado», ensalza Crespo, quien se despide de Valladolid apuntando que es «necesario» un nuevo juzgado de instrucción. «Sacábamos el trabajo adelante fruto de la experiencia. Es muy necesario para una ciudad como Valladolid, con unas guardias como las actuales (de una semana)... Estas no tienen ningún sentido, y no hemos podido tampoco conseguir guardias de 48 horas ni, por supuesto, la de 24 horas. Llega un momento que la edad no es la misma que hace 20 años y se va notando», concluye.

Asimismo, aunque no cambie de ciudad, Javier de Blas, titular de Instrucción 4, pasa a la Audiencia de Valladolid y deja 'pendiente' la trama eólica por la que se sentarán en el banquillo 16 acusados. Unos movimientos a los que se añade el de José Antonio Merino Palazuelo (Juzgado de lo Social número 4), que ha sido nombrado provisionalmente magistrado de la sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Galicia.

Este éxodo de jueces en Valladolid trae nuevos nombramientos provisionales. A Instrucción 1 de Valladolid llega, desde Instrucción 3 de Vitoria, María Elena Rodríguez. El titular de Instrucción 4 será Agustín Luis López de San Román Regoyos, que viene desde el Juzgado de Menores de Palencia, mientras que a Violencia sobre la Mujer llega Alma Junquera San José (hasta el momento en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Zamora).